Santiago Padilla: «Hay voluntad de hacer una procesión de la Virgen del Rocío muy distinta a la que vivimos el año pasado»

-Con independencia de las propias del Plan Romero, ¿qué novedades presenta este Rocío 2024?

-Lo más destacable son las modificaciones que vamos a hacer en el desarrollo del rosario de la noche del domingo que pretendemos sea más dinámico. Se acortará el recorrido de las hermandades para llegar al santuario, como se había solicitado por las propias filiales. Eso no significa que la Virgen salga antes sino que el acto será más llevadero para la gente que participa en el mismo.

También Coria celebra su 175 aniversario. Es la única hermandad que tiene documentado que tiene a la hermandad matriz como madrina. Es probable que fuera práctica de las hermandades del siglo XIX, pero solo Coria lo tiene documentado por el momento. Por eso el sábado una representación de la Matriz hará su entrada junto a Coria para recordar la efeméride.

-La hermandad está inmersa en la adaptación de sus reglas a las normas diocesanas. ¿Cómo afectará a la relación de la matriz con las hermandades y el reconocimiento de nuevas filiales?

-Estamos ante una romería a la que le estamos viendo las costuras desde hace algún tiempo, con limitación de tiempo y espacio. Tenemos hermandades que llevan 25 años y más para ser filiales, y sabemos que hay un número de hermandades que no llegarán nunca a ser filiales, bien porque su proyecto no termina de cuajar o porque pertenecen a diócesis de fuera de Andalucía donde ya existen hermandades. Lo que pretendemos es que estas hermandades que no van a llegar a ser filiales tengan más derechos que otras y puedan disfrutar de un estatus distinto al que tienen ahora. Por eso se denominará hermandades agregadas en las que convivirán aquellas que podrán optar en el tiempo a ser filiales y las que difícilmente lo conseguirán. Tendrán más derechos como el de celebrar misa propia el sábado en las peregrinaciones extraordinarias, bien solas o compartidas con otras hermandades del mismo grupo. Podrán llevar para ello a sus simpecados, algo que ahora no pueden hacer, ya que solo podían utilizarlo en el rosario previo a las peregrinaciones. Podrán también traer el simpecado a la romería y exponerlo en el lugar de convivencia de la hermandad en la romería, una casa o una acampada.

Creo que con estos cambios quedarán más claros los requisitos para pasar de una a otra categoría pues se establecerán otras dos categorías, las hermandades de culto, y las asociaciones que todavía no son hermandades. Desterramos el concepto de 'no filiales' que es un concepto de negación que no ayuda. Esto nos permitirá ser más selectivos a la hora de admitir nuevas filiales y al mismo tiempo no generará frustración como genera ahora no llegar a ser filial. Creemos que son unas normas que permitirán que el Rocío pueda seguir creciendo. La idea es que las nuevas normas entren en vigor el 29 de junio.

-Ante la masificación que sufren actualmente todas las grandes celebraciones, ¿hay temor por la pérdida de la idiosincrasia de la romería y de la propia aldea?

-La masificación tiene sus servidumbres y está claro que el Rocío ha crecido muchísimo en las últimas décadas. Es un crecimiento que hasta ahora se ha ido digiriendo. Un gran reto que tenemos es armonizar este crecimiento con los residentes en la aldea. Hay que cuidar sus derechos y bienestar para evitar movimientos indeseados y esto no se puede perder de vista en ningún ámbito público.

-¿Para la población del Rocío, las peregrinaciones y la romería y todo lo que conlleva ser un lugar de peregrinaje no constituye la salvaguarda de la esencia y el modo de vida de la propia aldea?

-Me preocupa la convivencia de los residentes en El Rocío que proceden de muchos sitios, con una educación distinta. Hay que ver en qué medida se adaptan a las exigencias del lugar, que tiene esas puntas de actividad tan acentuadas y hay un hecho a tener en cuenta que es la población flotante que trabaja en la fresa, que se quedan a vivir de forma habitual. Hay un reto de armonizar todo esto con el objeto fundamental del lugar, que es dar culto a la Santísima Virgen del Rocío. Hemos comprobado que cuando la Virgen no está, y así ocurrió durante casi 30 meses en pandemia, se utiliza el Rocío con fines que nada tienen que ver con su idiosincrasia.

-En ese sentido, la Matriz ya advirtió entonces del riesgo de que el Rocío se convirtiera en lugar turístico y de un ocio muy ajeno a lo religioso. ¿Le preocupa que todo ello transforme el Rocío en un futuro cercano?

-Sin duda. Es otro riesgo y en la medida de que sepamos proyectar toda su dimensión religiosa estaremos salvaguardando sus señas de identidad, la tradición de este lugar, que no ha sido otro que el culto a la Santísima Virgen del Rocío.

-El Plan Romero cumple 40 años. ¿Piensa que con esta masificación llegue un momento que colapse el dispositivo efímero que se organiza cada año desde las administraciones públicas para la romería y que es el momento de que la aldea vaya ganando más dotaciones de servicio público permanentes que puedan redimensionarse en función de los picos de visitas durante el año?

-La Junta ha anunciado algo en esta línea como es que el hospital de campaña que se monta cada año se le dé un carácter permanente. Se va a empezar a andar ese camino. Lo que sí es verdad es que tenemos que intentar adelantarnos a todas las necesidades de El Rocío que probablemente seguirá creciendo a lo largo del año con los proyectos que se están impulsado como el camino rociero de Santiago de Compostela o el de los senderos del Rocío. Todo eso nos hace prever un mayor movimiento de personas fuera de las fechas habituales de congregación de rocieros como son la romería y el Rocío Chico y precisarán de servicios adecuados a las nuevas dimensiones de la aldea.

-Tras la polémica sobre las tasas impuestas por el Ayuntamiento a los carruajes para esta romería o el intento de elevar el precio de la estancia de bueyes en el recinto ganadero, ¿cree que a los rocieros se les viene encima un 'tarifazo' municipal?

-Creo que la tendencia de todos los Ayuntamientos es buscar nuevas vías para financiar los servicios públicos, y en la medida en que se incrementa la demanda de servicios más necesidad hay de financiarlos. La hermandad matriz siempre se ha opuesto a este tipo de políticas, que no es nueva con este Ayuntamiento sino que se han dado en el pasado. Creo que esto hay que plantearlo con una visión global, porque como lo planteemos en una política de reinos de taifas y todos hagan lo mismo y la hermandad que pase por un lugar tenga que pagar por eso y por más cosas, será imposible peregrinar al Rocío y la gente vendrá en coche por carretera y se acabará con los caminos. Es precisa una reflexión y la búsqueda de soluciones que sean universales. No tiene sentido que se saque una matrícula para un carro en el Rocío y que esa matrícula no sirva en otro sitio. Si tiene una finalidad jurídica y de seguridad para los usuarios, debería tener una visión más amplia y menos local porque el Rocío empieza en muchos sitios y termina en la aldea. Esto nos preocupa, porque no solo vienen al Rocío las hermandades, cuyos integrantes ya pagan una serie de gastos colectivos (limpieza, veterinario, sanitarios, etc.) Lo fácil es ir a cobrar a las hermandades, que tienen su sede, pero qué ocurre con todas las personas que están en el Rocío. Esto debe pensarse mejor y buscar soluciones razonables y no gravosas para las hermandades cuyo fin es social y tiene que ver con objetivos de caridad, formación y culto y no se pueden desviar esas actividades hacia otras cuestiones.

-¿Se enfrentan las hermandades a más problemas en cuanto a permisos para el tránsito por los espacios naturales propios de los senderos rocieros?

-Ese tema yo diría que está pacificado, mejor que en otras épocas. Hay un espíritu de colaboración por parte del Espacio de Doñana y no tenemos novedades dignas de mención. Siempre pedimos a nuestras hermandades y creo que es una conciencia muy extendida que hay que cuidar los caminos, recoger las basuras, prevenir incendios, etc. Pero cada vez hay que tramitar más cuestiones y es verdad que también debería hacerse un esfuerzo de síntesis, porque no podemos rellenar diez formularios distintos para hacer el camino. Lo dije en la asamblea de hermanos mayores, vamos a terminar como los agricultores que se quejan de que dedican más tiempo a rellenar papeles administrativos que a cultivar sus campos. Pedimos un esfuerzo a las administraciones para que se puedan simplificar los trámites a las hermandades.

-¿Cómo cree que puede afectar la Ley de Bienestar Animal vigente desde este año a la Romería?

-La ley complica bastante lo que ya era complicado en relación a los bueyes, ganado que se mantiene por el Rocío y fiestas parecidas. Luego se nos llena la boca pidiendo conservar las tradiciones. Ya no hablo de temas espirituales ni religiosos, sino de tradiciones. Me gustaría que igual que en otros puntos de España se fomenta que no se pierdan, aquí se ayude y no se pongan más trabas. No me refiero a esta ley específica que es general, pero hay que pensar en conservar estas tradiciones.

-El camino del Rocío en carros y caballos repite estampas que son las mismas de hace muchas décadas. ¿Habrá que reclamar una norma que lo preserve y proteja?

-Estamos andando el camino para hacer prácticamente imposible el uso de la tracción animal. Por cierto, la medida que tomamos el año pasado de desviar la tracción mecánica en la Raya fue un éxito total, manifestado por prácticamente por todas las hermandades concernidas. A la propia aldea del Rocío le haría falta más tracción animal y menos mecánica. Todo lo que sea complicar la presencia de los animales en la romería va a fomentar el uso de medios alternativos. Hay asuntos como el del uso de caballerías en días de calor que parece increíble que se aplique, pero ahora mismo hay una letra que lo puede convertir en verosímil.

-Es la primera romería tras la restauración de la Virgen. ¿Cómo vivió el proceso de consulta y cómo lo valora tras el tiempo transcurrido?

-El proceso de consulta al pueblo fue inédito, no teníamos noticias de que se hubiera hecho antes, aunque posiblemente se hiciera en otro momento de la historia. Tampoco entonces había un desarrollo de los medios de comunicación como ahora que hace muy difícil que una iniciativa de este calado pueda pasar desapercibida. Estamos muy agradecidos al pueblo de Almonte, a nuestros hermanos y a las hermandades que han cumplido fielmente su compromiso de peregrinar anualmente al Rocío sabiendo que la Virgen no estaba. Y el resultado a decir de los entendidos ha sido muy positivo, con lo cual estoy satisfecho, contento y agradecido. Pero hay que recordar que esto no es un cheque en blanco. No significa que a partir de ahora podemos relajarnos en el cuidado de una imagen que tiene siete siglos de historia, que es un tesoro de la piedad popular y que tenemos que cuidar con más ahínco si cabe a partir de ahora.

-¿Es una preocupación a raíz del estudio que se ha realizado de la talla?

-Realmente, las condiciones generales de la procesión de la Virgen han cambiado en todos sus parámetros, desde el tiempo que la Virgen está en la calle hasta las dificultades por la masificación, pasando por la climatología, que parece no es la misma. Todo eso son factores que en cualquier imagen dejan huella y en el caso de El Rocío no es una excepción.

-Desde el incidente del varal desprendido o los problemas del paso que obligaron a interrumpir la de 2022 se viene hablando de problemas en la procesión. ¿Están debidamente rematadas y consolidadas las andas tras los estudios realizados?

-El problema de la procesión de la Virgen es que está sometida a un número infinito de variables. Lo ocurrido en 2022 no estaba contemplado. Se supone que ya está muy estudiado. La otra solución pasa por blindar el paso y multiplicar el peso. De lo que se trata es que el paso aguante las tensiones que tiene que aguantar pero que pese lo menos posible. Esa fue la diatriba con la que han trabajado los ingenieros; un trabajo para el que no existen especialistas. Lo que debemos destacar es que con los últimos cambios que se han hecho se ha mejorado sustancialmente el aislamiento de la imagen en relación a la estructura de las andas. Y eso es un adelanto en el sentido de que cuando se da la circunstancia indeseada de que la Virgen se cae, el golpe va a quedar amortiguado mediante un sistema que lo absorbe. Lo ideal es que las incidencias sean las mínimas.

-En el último año la hermandad ha convocado dos reuniones para tratar sobre el desarrollo de la procesión. ¿Se ha sacado algo en claro?

-Son reuniones de carácter interno que son una demostración de la inquietud que hay por este tema, lo que ya es positivo. Se han apuntado algunas soluciones y hay un cierto tono de optimismo y una voluntad muy tangible de que queremos hacer una procesión muy distinta a la que vivimos el año pasado.

-¿Qué proyectos tiene la Matriz inmediatos y a medio plazo?

-Estamos preparando en una exposición en otoño en Madrid, una versión de la exposición 'Otorga lo imposible' sobre la relación del mundo del toro con El Rocío. También estamos trabajando distintos proyectos de mejora en el santuario. Recientemente hemos acometido la reforma de los puntos de venta de la matriz que mejoran la imagen y la calidad del servicio. Tenemos un proyecto para hacer un vestidor para la Virgen que nos permita almacenar el ajuar que va creciendo. A medio plazo tenemos el proyecto de actualizar el contenido del museo de El Rocío que se inauguró en 2013 y hay que hacerle una puesta a punto. Y también habrá mejoras en la casa de hermandad.