Matan de un disparo a uno de los ibis que llegaron a España guiados por un ultraligero desde Austria
La especie en extinción ibis eremita ha sufrido una baja tras la muerte de Hel en un coto social de Extremadura
La Junta trae 36 ibis eremita desde Alemania a la provincia de Cádiz

La muerte por arma de fuego de un ibis eremita en un coto social de caza en Fregenal de la Sierra ha vuelto a encender las alarmas sobre el delicado estado de conservación de esta especie en peligro de extinción. El ejemplar, conocido como Hel, formaba parte del programa de reintroducción del ibis Eremita en España, y portaba un dispositivo de seguimiento satelital que permitió confirmar su muerte en un coto social. Esta ave aterrizó en Cádiz en octubre de 2023 con otra treintena tras un trayecto de 40 días en el que fueron guiados por un ultraligero. Los pájaros seguían a las que personas que les habían criado en Austria y que intentaban enseñarles la ruta para terminar de crear e ir afianzando una conexión natural entre España y el país alpino.
Los hechos se habrían producido durante una jornada de caza menor, en torno al 3 de noviembre, cuando se localizó el cadáver del ave. El cuerpo fue recogido por agentes del Medio Natural y trasladado al centro de referencia de la Junta de Extremadura para su análisis forense. La investigación ha sido asumida por el Seprona de la Guardia Civil.
Una especie única en Europa Occidental
El ibis eremita (geronticus eremita) es una de las cinco aves más amenazadas del planeta. De plumaje oscuro e inconfundible silueta calva y curvada, esta especie desapareció de Europa Central hace siglos. Actualmente, las últimas poblaciones silvestres se encuentran en Marruecos y algunos enclaves aislados de Oriente Medio.
En España, tras años de extinción, se inició en 2003 un ambicioso proyecto de reintroducción en la comarca de La Janda (Cádiz), donde se ha conseguido establecer la única colonia reproductora de la especie en Europa occidental. El grupo al que pertenecía Hel se desplazaba estacionalmente entre Andalucía y el suroeste peninsular, explorando nuevos territorios, lo que representaba una señal positiva del éxito del programa. Las primeras aves liberadas fruto del programa salieron dos años más tarde de su comienzo, en el año 2005 por la zona de Barbate.
Otros casos
Este caso no es el primero registrado en Extremadura. En 2024, otro incidente implicó la muerte de cinco ejemplares por disparos de balines en las cercanías de Montemolín, también durante una jornada de caza. Ambos sucesos refuerzan la preocupación por los riesgos que afronta esta especie al adentrarse en zonas donde la caza recreativa no siempre garantiza la seguridad de las aves protegidas.
Desde el ámbito científico y conservacionista se insiste en la necesidad de reforzar la vigilancia, mejorar la sensibilización entre cazadores, y establecer zonas de tránsito seguro para especies amenazadas. La pérdida de un solo individuo tiene un fuerte impacto poblacional, especialmente en especies como el ibis eremita, cuyo número en libertad en España apenas supera los doscientos ejemplares.
Qué consecuencias tiene
El Boletín Oficial del Estado recoge en el Artículo 33 de la Ley de Caza, la prohibición de «Cazar o transportar especies protegidas o piezas de caza cuya edad o sexo, en el caso de que sean notorios, no concuerden con los legalmente permitidos o sin cumplir los requisitos reglamentarios».
Como respuesta al suceso, se ha solicitado la revisión de la gestión de la caza en el coto social donde ocurrieron los hechos. También se estudia la posible suspensión cautelar de la actividad cinegética en la zona, mientras continúa la investigación.
Más allá de las responsabilidades individuales, el incidente ha reabierto el debate sobre la compatibilidad entre la caza y la conservación de especies en peligro crítico. Las organizaciones ambientales demandan medidas más estrictas que incluyan sanciones ejemplares y formación obligatoria para evitar futuras muertes accidentales.
El valor de cada ejemplar
'Hel' no era simplemente un ave silvestre en peligro de extinción: era el resultado de dos décadas de esfuerzo conjunto entre conservacionistas, científicos y administraciones. Su muerte representa no solo la pérdida de una especie casi extinta, sino el retroceso de un proyecto que busca recuperar una especie al borde de la desaparición total.
Mientras se buscan soluciones a estas situaciones, el Ibis Eremita sigue volando entre la extinción y el peligro. Y cada vez que uno cae, lo hace también una parte de la biodiversidad que se esfuerzan —a veces sin éxito— por proteger.
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