Tres policías de Málaga acaban en el hospital tras comer «por error» unas gominolas impregnadas con droga
Habían sido intervenidas en una operación en un club pro cannabis de Fuengirola pero por un descuido no estaban etiquetadas, por lo que los agentes las vieron en un despacho y las comieron sin saber que contenían estupefacientes
Las chuches de la droga: la Policía alerta de la venta sin control de gominolas con cannabis
Imagen de unas golosinas
Tres agentes de la Policía Nacional han acabado en la sala de urgencias de un hospital tras intoxicarse al comer, «por error», unas gominolas impregnadas de droga. El incidente tuvo lugar la semana pasada, cuando efectivos de la brigada de la Policía Judicial de la comisaría de Fuengirola realizaron un registro en un club pro cannabis, un establecimiento conocido también como 'coffee shop'.
Según ha adelantado Diario Sur, los agentes requisaron diferentes sustancias que en teoría se distribuían bajo la apariencia de caramelos o gominolas. Pero los efectivos de la policía sospechaban que pudieran contener estupefacientes, algo cuya venta es ilegal incluso en este tipo de establecimiento que funciona como una «asociación de fumadores».
Los agentes retiraron todos los artículos y los trasladaron a las dependencias de la comisaría, donde las etiquetaron y precintaron. Pero supuestamente una de las bolsas se quedó sin etiquetar, probablemente por un mero descuido.
La intoxicación se produjo cuando otro grupo de agentes, que volvían de una intervención en la calle, entraron en la sala y, al ver la bolsa de gominolas abierta y sin etiquetar, metieron la mano y cogieron varias.
No mucho tiempo después de haber ingerido estos dulces, tres de estos efectivos, adscritos a la Brigada de Seguridad Ciudadana, comenzaron a sentirse «indispuestos». De hecho, llegaron a acudir al hospital, donde los sanitarios confirmaron la intoxicación por haber ingerido estupefacientes y les administraron un tratamiento. Como ha precisado Sur, los tres agentes recibieron el alta horas después.
La persecución en Madrid
El anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de impulsar una ley contra el consumo ilegal de productos cannábicos es una idea que lleva tiempo rondando las cabezas. Investigadores dedicados a la lucha contra el tráfico de drogas advierten a ABC de que es cada vez más fácil que cualquier persona pueda comprar gominolas con esta sustancia no solo en internet, sino en comercios a pie de calle. Y, entre sus consumidores, hay menores de edad.
Esta primavera, una mujer de avanzada edad encontró una bolsa con este tipo de chucherías sobre un banco en Móstoles. La Consejería de Sanidad detectó en muy poco tiempo dos casos de intoxicaciones por motivos de esta índole. Y la Policía Nacional no está al margen de lo que ocurre. «Las personas perjudicadas no lo son como si se fumasen un porro, sino peor, porque hay partes de las gominolas que tienen un THC muy alto, los rocían con grandes cantidades», explica un experto agente.
El THC no es otra cosa que el tetrahidrocannabinol, que en la práctica es la concentración de esta sustancia tóxica, un producto químico que libera dopamina y da sensación de euforia. Hasta no hace mucho, el porcentaje admitido en productos cannábicos de venta al público era del 0,2%, pero ha sido elevado al 0,3%. Pues bien, tanto por internet como en algunas de las llamadas 'green' o 'grow shops' es fácil encontrar productos comestibles con un 12,5% y hasta un 15% de THC. Y poco o nada se hace contra ello.
Circulan con total impunidad como si tuvieran efectos sedantes y medicinales. Con anuncios de este tipo: «Nuestras gominolas CBD THC son potentes y requieren un consumo sensato. No se puede tomar un caramelo de THC como si fuera un paquete de Dragibus. Recomendamos de 1 a 2 gominolas al día como máximo. Es mejor empezar con dosis pequeñas e ir ajustándolas según se sienta». Por si acaso, en esa misma web, aclaran: «En Europa, la venta de productos con THC varía de un país a otro, sobre todo en lo que respecta a sus niveles y a su uso recreativo o medicinal. En algunos países, el cannabis está legalizado y a la venta en dispensarios o 'coffee shops' especializados». Lo que no aclaran es que ese no es el caso de España.
Aunque «se dan sobre todo por Europa», explican fuentes policiales, «el problema es que hay una permisividad en la sociedad, sin tener en cuenta el montón de problemas psiquiátricos que generan, por ejemplo en la adolescencia». No son solo las gominolas, sino los vapeadores que se cargan con estos cannábicos, otro de los caballos de batalla de le legislación autonómica que quiere sacar adelante la Comunidad de Madrid.
Ver comentarios