TURISMO
Los vuelos de Reino Unido llegan medio vacíos y casi sin británicos por la cuarentena al regresar
El turismo británico suponía un 30 por ciento del volumen de viajeros en el destino antes de la pandemia

Andalucía, y más concretamente la Costa del Sol, espera al turismo británico como una especie de salvador económico de la zona. Los datos de las patronales aseguran que son el 30 por ciento del turismo que visita este destino . Pero tendrá que esperar ... aún a que baje la incidencia del virus en España. La cuarentena exigida al regresar hace que muchos no se atrevan a desplazarse todavía para estancias cortas, como sí hacían antes de la pandemia.
Desde este lunes pueden volar a Andalucía. El aeropuerto de Málaga operó el lunes ocho vuelos: cuatro de salidas y cuatro llegadas. Según AENA, este martes son seis las conexiones con Reino Unido: tres salidas y tres con llegada desde Londres. Los dos primeros, que aterrizaron sobre las once de la mañana, venían medio vacíos y con muy pocos ingleses entre sus pasajeros .
Así lo reconocía una chica rumana, asentada en España con su hermana, que fue a ver a un hermano a Londres y que regresaba a la Costa del Sol. «En mi vuelo venían unas diez personas» , afirma esta mujer antes de irse. La mayoría eran españoles, que después de mucho tiempo sin ver a la familia, podían retornar para abrazar a sus seres queridos . Así se fundían en un abrazo en la terminal de 'Llegadas' una madre y una hija. Les brotaron las lágrimas cuando la chica salía por la puerta y se reencontraron.

En la zona, se podría hablar con pasajeros de diferentes puntos de Europa, como Amsterdam, o de los vuelos nacionales, que conectan con ciudades como Bilbao, pero había muy pocos británicos. «Ingleses no hay. A Gibraltar llegan más . Allí recogemos más pasajeros, pero aquí en Málaga no hay», decía uno de los conductores de transfers, que esperaba a un cliente británico.
La explicación es que España está catalogada en ámbar, como zona de riesgo, dentro del semáforo que implantó el Gobierno de Boris Johnson para etiquetar a los países según sus tasas de contagios por cada 100.000 habitantes. Así, los que llegan al aeropuerto de Málaga en los primeros días de apertura son personas que vienen para una larga estancia, o que se aventuran esperando que cambie la situación en unas semanas para no tener que pasar la cuarentena.
No hay viajeros de fin de semana o con una estancia corta, ya que estos al regresar tienen que pasar una prueba para detectar el virus y estar en cuarentena diez días . Aunque este plazo se puede reducir a cinco días, si en mitad del período de confinamiento hay una segunda prueba negativa.

Es lo que tendrá que hacer Susanne Bennet, que viene para estar tres semanas en casa de una amiga en las montañas de la Alpujarra de Granada, donde además su amiga dice que tiene un novio al que no ve desde hace tiempo por culpa de la pandemia. «En el vuelo no había más de 30 personas» , asegura esta mujer, que es una de las pocas británicas se ha atrevido a viajar a Andalucía, sabiendo lo que le espera al volver.
Una estancia en la que espera que el semáforo de Johnson pase a verde para España y que al regresar no tengan que pasar por estas restricciones de seguridad. Es el mismo deseo que tienen Mark y Angela Talbury, que llegan a la Costa del Sol para irse a alta mar durante meses. Les espera un barco en el recorrerán el Mediterráneo: la costa de España, Francia, Italia, Croacia... «Regresamos en octubre y esperamos que para entonces ya no haya restricciones» , asegura la pareja a ABC, con los carros cargados de maletas para la aventura.
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