Un pueblo de Jaén ofrece alquileres a 30 euros para familias con hijos y empleo para salvar su colegio

Se trata del alquiler a precios de 30 y 50 euros de siete viviendas de tres o cuatro dormitorios con todo lo necesario para que una familia pueda instalarse y empezar de cero. Para ello, el Ayuntamiento solicitó al Estado la cesión del antiguo cuartel de la Guardia Civil que llevaba años en desuso, tras acondicionarlo lanzó la oferta y la avalancha de solicitudes no tardó en llegar. En tan solo 5 días se registraron 8.000 demandantes. De hecho, su alcaldesa, Rocío Zamora, explica que hubo un momento en el que decidieron no aceptar nuevas solicitudes ante la imposibilidad de atender las llamadas, mails y visitas interesándose por la oferta. «Esperábamos una buena acogida por tratarse de precios muy bajos, pero jamás imaginamos esta demanda que nos ha desbordado», declara.

La idea es que las nuevas familias que se establezcan en la localidad puedan impulsar la repoblación del municipio, por ello, los dos únicos requisitos que el Ayuntamiento exige para optar a estos pisos son que se trate de familias con un empleo estable y, sobre todo, que tengan hijos pequeños en edad escolar. Y es que el principal motivo que ha movido a este ayuntamiento ha poner en marcha este proyecto es la supervivencia del colegio del pueblo.

El municipio cuenta con un centro escolar con 33 alumnos matriculados desde la etapa de Infantil hasta segundo de la ESO y disponen de un aula por curso, pero reconocen que cada año viven con el miedo de no poder mantener la ratio mínima de alumnos, que ello suponga el cierre del centro y la conversión en escuela rural donde todos los alumnos estudiarían juntos. Los padres y madres no quieren un cambio así, por eso, estiman que si cada una de las siete nuevas familias trae consigo como media dos hijos, «el problema estaría solucionado».

En este sentido, y teniendo en cuenta la obligatoriedad de tener un empleo estable, el perfil de solicitante que más se podría adaptar a la oferta es el de familias de la comarca que trabajen cerca y puedan desplazarse, o bien, familias de cualquier punto de España que puedan teletrabajar. Es una gran oportunidad para personas amantes del campo y de la vida tranquila y sencilla que ofrecen los pueblos pequeños dedicados a la agricultura como es el caso de Santiago de Calatrava. «Nos hemos dado cuenta de lo cansada que está la gente de vivir en la ciudad, muchos quieren romper con todo y disfrutar de la tranquilidad de la vida en el campo y si, además, es a un precio tan asequible, mucho mejor», afirma Rocío Zamora.

A pesar de sus dimensiones y aunque el número de negocios ha disminuido notablemente en las últimas décadas, el pueblo tiene todos los servicios necesarios para «vivir bien»: colegio, centro de salud y un punto de urgencias. «Aquí las listas de espera no existen, si tu hijo pequeño amanece enfermo, en la misma mañana te atiende el pediatra», también hay ocio y «tenemos gimnasio y hasta un spa, aquí se vive muy bien».

La intención es que para el próximo curso escolar ya estén instaladas las nuevas familias que, previsiblemente, serán elegidas por sorteo ante notario, una vez se haya cribado a aquellas que cumplan con los requisitos.

En el pueblo están muy satisfechos con esta iniciativa, no solo por la buena acogida que ha tenido desde el primer momento, sino también, porque «está generando mucho movimiento y concienciación entre los vecinos».

La regidora señala que en el último mes desde que se conoció la noticia se han vendido varias viviendas a familias que han vuelto al municipio porque los vecinos están bajando los precios de los inmuebles, «está siendo toda una revolución, todos están aportando para recuperar lo que fuimos».