LIBRE DIRECTO
La Batalla del Campo de la Verdad
Nobleza, clero y pueblo llano fueron uno ante la amenaza de Pedro I «El Cruel» y Mohamed VI, rey de Granada

Se cumplen 650 años de un hecho decisivo en la historia de España y de Córdoba como fue la batalla del Campo de la Verdad , ocurrida en 1368 . Un suceso que, además, ha dado lugar a interesantes tradiciones y ... nombres en nuestra ciudad. Se enmarcó en la guerra civil castellana iniciada en 1365 entre los partidarios del rey Pedro I, conocido como el Cruel o el Justiciero , según las fuentes, y el pretendiente al trono, Enrique de Trastámara . En Córdoba se enfrentaron ambos bandos, tomando partido la ciudad y sus habitantes por el segundo .
En ese año de 1368, a Pedro I le habían abandonado por falta de paga las tropas inglesas del Príncipe Negro que acudieron en su ayuda y busco ésta en el rey de Granada, Mohamed VI . Ambos monarcas pusieron asedio a la rebelde Córdoba, tomando la torre de la Calahorra. Jinetes granadinos lograron forzar la entrada del puente y atacaron a la población civil, hasta que pudieron ser rechazados. Pedro I pronunció entonces su famosa amenaza de « henchir de tetas de cordobeses la fuente de la plaza de la Corredera ».
La nobleza cordobesa y las clases humildes se unieron para defender Córdoba, bajo el mando de Alonso Fernández de Córdoba , señor de Montemayor, y animados por el obispo Andrés Pérez Navarro . Caballeros y piconeros cordobeses cruzaron el puente romano y se batieron en duro combate con las huestes enemigas. Las campanas de la Mezquita-Catedral no dejaron de repicar en todo momento. La victoria cordobesa fue absoluta, obligando a Pedro I a retirarse. La guerra fue ya un declinar para él, cada vez más escaso de partidarios. Unos meses después, en la noche de 22 al 23 de marzo de 1369, el rey castellano moría en los Campos de Montiel a manos del Trastámara, que pasó a reinar con el nombre de Enrique II y a iniciar una nueva dinastía.
La tradición nos cuenta que la madre del señor de Montemayor, Aldonza de Haro , increpó duramente a su hijo cuando bajaba por la calle Torrijos, junto al palacio episcopal, para iniciar la batalla . Se rumoreaba que en vez de pelear se iba a pasar al bando petrista y entregar Córdoba. El adalid cordobés respondió: « Al campo vamos y allí se verá la verdad. Alonso de Córdoba tranquilo en su conciencia está ». De ahí viene el nombre de tan popular barrio cordobés, donde se libró la decisiva batalla.
A su vez, el Cabildo de la Catedral de Córdoba concedió el privilegio del doble de cepa a los caballeros que habían combatido en la batalla. Consistía en que, al morir, doblaría una de las campanas catedralicias llamada Cepa. Este privilegio fue pasando a los descendientes directos masculinos y, desde 1504 , a los femeninos también. En estos tiempos de polémica sobre la propiedad del templo, nótese que quien concedía dicho privilegio de la Catedral era el Cabildo y no el Concejo . Hasta nuestros días ha llegado este curioso privilegio.
Se cuenta que el rey de Granada estaba acampado en el margen sur del Guadalquivir y, llegada la noticia de la derrota al declinar el día, hubo de salir corriendo tras decir: « Amarga cena me habéis dado ». De ahí vendría el nombre del hoy polígono de Amargacena. Los valientes piconeros de San Lorenzo y Santa Marina , mandados por Juan de Aguilar , que con sus hocinos contribuyeron decisivamente a la victoria gozan hoy de una avenida con su nombre.
Quizás 650 años después la noticia es que aquella vez Córdoba luchó unida. Nobleza, Concejo, pueblo llano y clero, no mostraron fisuras y formaron un solo frente. Les iba la vida y la existencia de la ciudad, porque Pedro I y Mohamed VI habían prometido entrar a sangre y fuego y saquear Córdoba . Esa unión de los cordobeses les dio la victoria entonces. ¿Cuántas veces más los cordobeses hemos estado unidos? ¿ Tendremos que esperar a que nuestra existencia se vea en peligro para tomar conciencia de los problemas graves que afectan a la ciudad, afrontarlos unidos y sin esperar a que nos los solucionen desde fuera? Aunque no aparezcan con forma de ejércitos hostiles, siempre habrá enemigos contra los que luchar y causas por las que defender a Córdoba.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete