Pasión en Córdoba
La Virgen de Fernán Núñez que vistieron Victorio y Lucchino para 'Blanco y Negro'
Antes de llegar a la localidad de la Campiña de Córdoba, María Santísima de las Lágrimas apareció en un reportaje en el taller de su autor, Luis Álvarez Duarte
Fernán Núñez, pasión con acento propio

No había tantas publicaciones a todo color en 1997 en la prensa española y llamaba la atención la fotografía impresa 'a sangre', es decir, sin textos ni márgenes, que apareció en la revista 'Blanco y Negro' el Domingo de Ramos, que aquel año era 23 de marzo.
En ella los diseñadores Victorio & Lucchino, ya entre los más prestigiosos de España, vestían a una Dolorosa que, decía el pie de foto, no pertenecía a ninguna hermandad, y que estaba en el taller de Luis Álvarez Duarte (1949-2019), el más importante de los imagineros ancluces vivos entonces.
La Virgen, entonces una escultura sin bendecir, estaba vestida con tul, llevaba una saya bordada en oro, probablemente cedida para la ocasión, y no tenía corona. 'Blanco y negro', la histórica revista que ABC entregaba los domingos, dedicaba todos los años a algún aspecto de la Semana Santa de Andalucía.
Aquel reportaje, firmado por José María Aguilar, se titulaba 'Los tesoros de las cofradías' y hablaba de los imagineros y de los talleres de artesanos que trabajaban para las hermandades.
Dos meses después, aquella obra estaba en tierras de Córdoba. Allí la encontraron los cofrades de la hermandad de Jesús de las Penas y María Santísima de las Lágrimas, que había nacido cinco años antes en Fernán Núñez, y que todavía no tenía imágenes titulares.
No hubo relación causa-efecto entre su aparición en la revista y el hecho de que los miembros de la hermandad decidieran adquirirla. Mucho menos influyó el que la vistieran los diseñadores.
Su hermano mayor de entonces, Miguel Ariza, cuenta que visitaron el taller y no hubo necesidad de un encargo: la Virgen estaba hecha y su autor la ofreció. No lo dudaron y hoy piensan que acertaron. La fotografía es un capítulo de la historia anterior de la Virgen que se puede contar con la singularidad de lo que es excepcional.

Menos de dos meses después, el 11 de mayo, se bendijo con la advocación de María Santísima de las Lágrimas en la parroquia de Santa Marina, con la presencia de su autor, y poco después comenzó a salir el Martes Santo, hasta entonces una jornada inédita en la localidad para las estaciones de penitencia.
Del motivo por el que su autor la hizo y la tenía en el taller no se conoce mucho. En su biografía 'Álvarez Duarte, el niño imaginero'. escrita por José Joaquín León, sólo alude a la aparición en la revista y a la colaboración de Victorio & Lucchino. No es la única fotografía: está en otras vestida de hebrea en segundo plano.
La Virgen de las Lágrimas admiró pronto por su belleza, que reunía todos los rasgos propios de su autor: perfección formal, ojos grandes, policromía muy cuidada y expresividad. Al cabo de poco tiempo, la misma hermandad encargó al Señor al mismo Álvarez Duarte. Representa a Jesús cautivo y se bendijo en 2002.
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