Pasión en Córdoba
San Rafael, el mediador entre el cielo y la tierra de Córdoba
La imagen del Custodio sale en procesión para implorar por las lluvias en la víspera de su aparición al padre Roelas y visita a los Santos Mártires
La peana del paso de San Rafael incorpora unas ménsulas para la procesión en Córdoba
San Rafael, nada más salir de la iglesia del Juramento en la procesión en rogativas por la lluvia, este sábado
Pocas certezas hay más seguras para los devotos de San Rafael que sus ruegos no caen en el olvido. Por eso fueron multitud los que pidieron que la procesión del 6 de mayo implorara la llegada de las lluvias.
El Custodio intercedió este sábado, en la víspera de su aparición al padre Andrés de las Roelas (el 7 de mayo de 445 años atrás), durante su salida para hacer estación ante la urna de los Santos Mártires de Córdoba, en San Pedro.
El carácter especial, en rogativa por la lluvia, no se daba desde finales del siglo XIX, pues en el XX y en lo que va del XXI no se hizo presente en las calles por esa razón.
A quien Jesucristo tiene por guarda de esta ciudad le une con todas y cada una de las almas de Córdoba un hilo. Un hilo invisible que enlaza a las generaciones enteras: abuelas con nietos y bisnietos, a padres con hijos. Por eso las oraciones se elevaron para pedir por su mediación en esta carestía. Los integrantes en el cortejo y el numeroso público desde fuera lo hacían real.
El segundo año consecutivo en que su hermandad ha instituido con carácter anual entre sus devotos que San Rafael esté a pie de calle deparó un espectacular exorno floral rojo de claveles y enormes rosas en el paso, la peana y las jarras de la peana, que le aporta más contrastes y viveza respecto a la madera.
El año anterior se optó por el blanco. El rojo conjunta con los tonos de los ropajes de la imagen. El bastón de mando lucía en el frontal del paso, cuyos faldones llevaban guirnaldas con lazos rojos.
Durante el siglo XXI San Rafael ha participado en varias salidas procesionales por variados motivos, pero no para interceder por la lluvia, por lo que los participantes y el público durante esta jornada han sido testigos únicos de algo que sucede pocas veces al cabo de las décadas. Ha tenido el sabor de lo que ocurre poco cada mucho tiempo.
La imponente imagen que talló Alonso Gómez de Sandoval en el siglo XVIII salió enmarcada en la impoluta fachada de la iglesia del Juramento en busca de los que le rezan todo el año. Varios aplausos lo recibieron durante la laboriosa salida del templo.
El hilo de fervor que a cada uno une con San Rafael puede ser de plata, como la filigrana de los joyeros de la ciudad, o quizá, de oro porque es una relación resistente, valiosa y duradera.
Desde la espontaneidad de lo más terrenal surgió un aluvión de solicitudes al obispo en los días previos para rogar, junto al Arcángel, por el fin de la sequía. En la época en la que ya se ha constatado un tiempo seco, con lo más árido del verano por venir y las restricciones, quizá a la vuelta del otoño San Rafael se erige, además de en protector, en mediador entre el cielo y la tierra.
El alcalde, José María Bellido, la presidenta de la Agrupación de Hermandades, Olga Caballero, y representaciones de numerosas cofradías participaron de todo ello.
Olga Caballero, José María Bellido, Fernando Cruz-Conde y el hermano mayor
Como cada momento para recordar, contó con su banda sonora. Clásica y cordobesa, como la banda de María Santísima de la Esperanza. Los compositores cordobeses y sus marchas dedicadas a devociones locales dieron cuerpo a los sonidos de esta tarde veraniega de mayo.
La devoción y el culto al Arcángel San Rafael tiene su origen más remoto en torno al siglo XIII en el crudo contexto de una epidemia de peste. Después, los ruegos y las acciones de gracias a su figura se sucedieron tras tiempos de dificultades.
Numerosos estrenos
Por eso cada pequeño gran detalle recoge esta esencia. El nuevo llamador del paso, con diseño de José María Higuera y realizado en metal plateado por el orfebre Antonio Cuadrado no deja de recordar que San Rafael es 'Medicina Dei (medicina de Dios). Un angelito sobre una nube sostiene en el brazo izquierdo un pez y también el báculo con la calabaza.
Las ocho varas, a cargo del orfebre Jesús de Julián, van en metal plateado con mástil de madera. De Herpoplat son los cuatro ciriales, que siguen modelos del siglo XIX, la vara del pertiguero (con inspiración manierista), la original naveta, con forma de huevo de Fabergé, los cuatro palermos y los dos incensarios.
La nueva naveta del incienso
También fueron novedosos con los vistosos ropajes del cuerpo de acólitos y el pertiguero, confeccionados por las damas camareras de la hermandad de San Rafael. Y el aspecto de la peana, completa en cuanto a talla, de manos de José María Higuera.
El guion procesional íntegro luce de estreno en una tarde de sol rabioso que muchos hubieran preferido nublada, con paraguas y la nube de la suspensión acechando, pero el cielo regaló una tarde radiante. La plegaria se eleva al cielo en forma de procesión. San Rafael siempre está sobre Córdoba y junto a Córdoba.
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