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Pasión en Córdoba

Avanza la realización del retablo de la capilla para la Virgen de la Encarnación y el Señor del Silencio de Córdoba

La hermandad del Amor ve culminada la fase de carpintería en este espacio, a la que seguirán sucesivas etapas hasta dorarla

El Amor estrena las peanas de capilla del Señor del Silencio y la Virgen de la Encarnación de Córdoba

María Santísima de la Encarnación y Nuestro Padre Jesús del Silencio, en su capilla, que luce con la primera fase de carpintería terminada Hermandad Amor
Julia García Higueras

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Concluida la primera fase de los trabajos de carpintería, Nuestro Padre Jesús del Silencio y María Santísima de la Encarnación se encuentran dispuestos en el retablo de su capilla, en la parroquia de Jesús Divino Obrero.

Durante los últimos días ese ha finalizado la ejecución de la primera fase de los trabajos de carpintería correspondientes al retablo que cobija a los titulares de la hermandad del Amor.

Este avance marca el comienzo del proyecto que busca realzar la solemnidad de este espacio sagrado. En verano se procedió ya a una fase previa de preparación de este lugar, con el arreglo de la capilla, el resanado de la pared y labores de pintura.

Es ahora cuando se ha podido terminar la fase de carpintería y son visibles los cambios: se ha ampliado la parte inferior del retablo y en la zona superior se han hecho las dos hornacinas, según explica la hermana mayor del Amor, Rocío Arranz, a ABC.

Terminación de las hornacinas superiores en fase de carpintería Hermandad Amor

Progresivamente irán acometiendo las demás etapas del proyecto, como la talla, el dorado de la capilla y la incorporación de algunas pinturas.

En el verano de 2022 se estrenaron las peanas de capilla del Señor del Silencio y de María Santísima de la Encarnación, que acometió el artista cordobés José Antonio Cabello.

Estos elementos se hicieron en dos etapas: se construyeron en carpintería y se les incorporó un relicario. La del Señor cuenta con astillas de la propia imagen y la de la Virgen de la Encarnación, con piedras procedentes del huerto de la Anunciación.

Después, se combinó el dorado y policromado de las distintas molduras de que constan las peanas y la fase decorativa con un diseño plenamente barroco.

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