PASAR EL RATO
Callamos Córdoba
De Conde-Pumpido emana una tristeza tan terminal que ya habrá empezado a rezar a escondidas
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Amorós: 'Volcánicos bramidos'
Pensadores de un grupo político constituido para promover en Córdoba la libertad y el progreso han velado con un velo una opinión que les molestaba. En plena calle, que es donde toma el vermú la diferencia. Después se han fotografiado junto a la mortaja, porque ... lo importante de la política no son las ideas, sino la publicidad. El texto censurado es de la Asociación Católica de Propagandistas, que también son ganas de provocar con ese nombre. Los censores pertenecen al Grupo Municipal de Hacemos Córdoba, sin que hasta el momento uno haya sido capaz de descubrir qué han hecho para que Córdoba progrese.
En todo caso, si por hacer Córdoba entienden impedir que la gente se pueda expresar en Córdoba, entonces deberían de haberse inscrito como Callamos Córdoba, más ajustado a sus intenciones. La política moderna lo aguanta todo, y no iban a faltarles partidarios. El primero, Pedro Sánchez. El segundo, Bolaños filósofo. Entre intelectuales de superficie anda el juego de la libertad de expresión. La vejez le ha dado a uno comprensión y amplitud de miras, como a Núñez Feijóo, y es capaz de entender que los miembros de una asociación católica tengan hoy en España menos derechos fundamentales que el Fiscal General del Estado. Aunque cuando vienen mal dadas, a todos nos acaba saliendo del subconsciente el padrenuestro, donde vive la igualdad. Empezando por el Fiscal General del Estado, a quien sólo le quedan Conde-Pumpido y Dios. Y de Conde- Pumpido emana una tristeza tan terminal que ya habrá empezado a rezar a escondidas. El lema que ha despertado la noble ira progresista de los hacedores de Córdoba no puede ser, a juicio de uno, objeto de reproche penal. Ni moral, ni social, ni siquiera literario, que sería lo más grave, aunque todo puede mejorarse. Si a Hacemos, coherente con su título fundacional, le parece que la mujer se hace y no nace, allá ellos con su doctrina sobre el evolucionismo sexual. Los de ACdP tienen otro punto de vista, y lo defienden con energía, corrección y argumentos. Los redactores de Hacemos califican de violento y cruel el texto velado. Deben de confundirlo con alguna concesión legislativa de Sánchez a Puigdemont.
Para este observador, lo menos ejemplar del incidente callejero no es la mortaja con que se entierra el pensamiento ajeno. Merece más reprobación la vulgaridad del escrito que justifica el sepelio, corto de estilo y de vocabulario, lleno de concesiones a un lenguaje de manifestante. Lo más probable es que no coincidir ideológicamente con Hacemos pueda invocarse como un mérito por la Asociación Católica de Propagandistas. Inspirándose en Leandro Fernández de Moratín, son personas cultas, la asociación podría contestar así a sus censores cordobeses: Tu censura pendenciera / del cartel que yo escribí, / Hacemos, poco me altera. / Más pesadumbre tuviera / si te gustara a ti.
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