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Historia

Así eran los gladiadores que pelearon en el Anfiteatro de Corduba en el Imperio Romano

Restos

Las lápidas de los luchadores permiten conocer cómo era su forma de vida

Así fue el anfiteatro romano de Corduba: entre los más grandes del Imperio hasta el Coliseo de Roma

Reacreación de una pelea de Gladiadores en el Anfiteatro de Corduba Valerio merino
Javier Gómez

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El Anfiteatro de Corduba estuvo entre los más grandes del Imperio Romano. Esa circunstancia le hizo también estar entre los más populares por su grandiosidad, como ocurría con Itálica o Cartago, sin incluir el caso del Coliseo romano. Esa magnitud le permitió que se celebraran importantes luchas de gladiadores en suelo cordobés. Y que en aquella ciudad vivieran.

Ahora, los estudios de los restos del Anfiteatro de Corduba, que se halló en 2003, han permitido desvelar muchos secretos de cómo eran, qué hacían o cómo vivían los gladiadores en Hispania y, en particular, en la Provincia de la Bética del Imperio Romano. Precisamente, las lápidas de los guerreros enterrados han sido la mejor guía para entender a estos luchadores.

Los epitafios de las tumbas halladas junto al Anfiteatro de Corduba permiten clasificar a los gladiadores que peleaban aquí en cuatro clases diferentes. Están documentandos murmillones, retiarii, thraeces y essedarius.

Los armaturae se diferenciaban, precisamente, por el tipo de armas con el combatían en la arena. Los más habituales en la Colonia Patricia de Corduba fueron los murmillones. De hecho, nueve de las 15 lápidas identificadas, y que están en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, corresponden a este tipo de gladiador.

Mueren entre los 20 y 35 años

En los aledaños de los fue el Anfiteatro de Corduba han aparecido al menos decena y media de lápidas funerarias que han permitido identificar a unos 20 gladiatores en territorio cordubense. Esto permite a los investigadores afirmar que, sin duda, en suelo cordobés debió haber un 'ludus' o escuela de estos luchadores.

Esta hipotésis también se ve reforzada por otro de los hallazgos en la zona. Los restos se hallaron en el Rectorado de la Universidad de Córdoba en 2003. Allí apareció el epígrafe funerario de un cursor o 'doctor retiariorum', es decir, de un entrenador. En su momento debió ejercer también como gladiador y luego pasó a la formación.

Lápida de un gladiador muerto en el Anfiteatro de CordubaValerio merinoTradicionalmente, los expertos se había decantado por que la escuela de gladiadores de Hispania había estado situada en Tarraco, pero la aparición de estos restos han cambiado la tendencia para pensar que lo hizo en la Bética o, al menos, en Itálica.

En la mayoría de los casos de los gladiadores que han sido identificados tras morir en Corduba se establece la edad del fallecimiento. Lo hacían muy jóvenes para nuestros tiempos. La edad de los gladiadores muertos está entre 20 y 35 años. Coincide con la edad media de los fallecidos en Hispania, que está cifrada en 27 años.

Forma de vida

De las inscripciones también puede detallarse su forma de vida. La mayoría eran siervos o esclavos. Generalmente, dependían de un lanista o empresario, que era el encargado de comprarlos o alquilarlos para las batallas. En Corduba, en cualquier caso, han aparecido restos de gladiadores que eran libres.

Esto ha podido determinarse, según los expertos, por varias circunstancias. En suelo cordobés, curiosamente sólo hay un gladiador con tres nombres, lo que indica su condición de hombre libre. Era poco habitual entre los luchadores en la arena en el Imperio Romano, pero también se comprueba por los epitafios de gladiadores con dedicatorias de sus hijos o hermanos. Esto significa que vivían en familia, lo que supone otro signo de libertad.

Incluso, algunos vivieron en Corduba en una especie de matrimonio. En contubernio, ya que no les estaba permitido ser cónyuges. Esa clara vida en pareja permitida por sus lanistas es otro síntoma de que habían vivido libres.

Los hallazgos en el suelo cordobés dejan patente la batallas épicas de algunos de sus gladiadores. Está constatado un luchador con 95 combates, lo que supone que fue uno de los más importantes de la época, lo que a su vez sitúa al Anfiteatro de Corduba entre los más importantes del Imperio Romano.

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