La misteriosa muralla circular hallada bajo las aguas del Golfo de Cádiz

Las aguas que bañan el Golfo de Cádiz encierran grandes misterios sobre los orígenes de esas primeras civilizaciones que fueron las precursoras de nuestra cultura actual. Bajo el mar que une el Estrecho de Gibraltar con la desembocadura del Guadalquivir se esconden infinidad de leyendas que han sobrevivido al paso del tiempo y que hablan, por ejemplo, de la llegada de los Tartessos y su relación con la actual Península Ibérica. Otras sostienen que aquí se pueden encontrar los restos de la Atlántida, esa civilización adelantada a su tiempo que citó el filósofo Platón en sus 'Diálogos' y sobre la que innumerables investigadores han intentado arrojar luz con poco éxito durante siglos.

Más allá de estos mitos -algunos poco fundamentados- estas aguas del Atlántico también han mostrado hallazgos de gran valor arqueológico a lo largo de la historia. El último se ha dado a conocer este miércoles en el Castillo de Chipiona (Cádiz), donde un grupo de investigadores han avanzado las primeras conclusiones de un trabajo de ocho años con resultados más que interesantes. En un punto indeterminado del Golfo de Cádiz, cuya ubicación exacta omiten por miedo a los ladrones de tesoros, han hallado unos restos que podrían tratarse del templo dedicado al dios griego de los mares, Poseidón, el segundo más importante en Atenas.

El estudio, que han incluido inmersiones subacuáticas y el uso de tecnologías avanzadas para escanear la zona, ha estado capitaneado por Luis Silva Caparro (Biólogo Marino- CSIC), Mercedes de Caso Bernal (Doctora en Historia y Arqueología) y Michael Donnellan (Arqueólogo y director de Cine), a los que han acompañado un equipo de profesionales buzos y del sector audiovisual. En él han encontrado unas enormes estructuras artificiales milenarias de forma circular, que podrían parecer los restos de un gran muro o una especie de muralla, de hasta cinco metros de alto y casi dos metros y medio de anchura.

Pocos más datos se conocen sobre los restos, pues sus investigadores han preferido ser cautos a la hora de trasmitir la información. Además de su forma circular, han informado de que tienen una misma distancia entre ellos y que están orientados hacia el norte. Igualmente, su estructura está formada por piedras cuadradas y rectangulares, lo que supondría un indicio de la magnitud de la construcción. También se aportaron otros datos como que el hallazgo tiene aproximadamente dos kilómetros de diámetro, algo que viene a confirmar su gran tamaño.

Estos restos plantean preguntas intrigantes sobre la antigüedad de la población del área, sus posibles conocimientos y su relación con el mar. Se trata, en palabras de los investigadores, de «un hallazgo arqueológico submarino sin precedentes« que todavía tiene muchas preguntas por resolver. De hecho, los datos que se han presentado en Chipiona son sólo una cuarta parte del conjunto de la investigación, que en próximas fechas tendrá que dar más indicios de su magnitud y de la importancia histórica para definir los orígenes de la zona en cuestión del Golfo de Cádiz.

Los investigadores se han apoyado durante estos ocho años de trabajo en las teorías del Platón. De hecho, consideran que este hallazgo en las aguas del Golfo de Cádiz podría coincidir con algunas de las referencias que dejó en sus escritos este filósofo griego del siglo V antes de Cristo. Unas consideraciones que luego continuó y amplió Aristóteles, uno de sus principales discípulos, que también hizo referencia a la existencia de una ciudad formada por unas 20.000 personas que no se descarta que esté relacionada con estos restos.