Puente aviva la amenaza de huelgas en Renfe y Adif tras dejar fuera a los sindicatos del traspaso de Rodalies a Cataluña

La entrada de los comités de Renfe y Adif en la negociación fue uno los puntos clave para desconvocar hasta cinco jornadas de huelga para toda España a finales de noviembre y principios de diciembre del año pasado. Entonces Puente, tan solo tres días después de coger los mandos del antiguo departamento de Fomento, firmó de su puño y letra -algo casi inaudito para un ministro- un acuerdo donde se comprometía a incluir a los sindicatos en los grupos de trabajo para el traspaso de Rodalies. Concretamente, el primer punto del pacto se expresaba así: «Ambos procesos -refiriéndose también a idéntico compromiso para la búsqueda de un socio en la filial de Mercancías de Renfe- contarán con la participación de la representación legal de las personas trabajadoras en las mesas de negociación específicas que se originen para tratar ambas problemáticas, en las que se facilitará toda la información disponible en cada momento y en las que se abordarán conjuntamente aquellas soluciones que permitan superar la conflictividad».

Pero nada de eso se fraguó en la primera reunión entre Transportes y Generalitat el pasado lunes. El encuentro entre Puente y la consejera de Territorio, Ester Capella, sirvió para crear dos comisiones: una política y otra de seguimiento y seis grupos de trabajo que se encargarán de materializar el traspaso de la operadora, de los servicios ferroviarios, de la ejecución del Plan de inversiones de Rodalies, del traspaso de las infraestructuras, de los asuntos económicos y de los asuntos jurídicos-administrativos. En el plan se habla de que todos los equipos estarán formados por personal del Ministerio de Transportes y de la Generalitat y se deja fuera a los representantes de los trabajadores. Tan solo se aseguró que se mantendrá con ellos «una comunicación para informarles de los avances en el proceso».

Ese papel secundario se ha convertido en gasolina para los comités de empresa de Renfe y Adif. «Se ha acordado entre Administraciones lo que antes era simplemente un pacto político», transmiten fuentes sindicales a este periódico. Las plantillas ferroviarias se sienten engañadas por Óscar Puente y así se lo han hecho saber ya. El pasado miércoles los sindicatos Semaf, CC.OO., UGT, SCF, CGT y SF se reunieron con el equipo de Transportes para transmitirles, además de su descontento por quedar fuera de los grupos de trabajo, que los avances del ministerio «no se ajustan a los compromisos adquiridos en la desconvocatoria de huelga de noviembre 2023, en la que se recoge la integridad de las empresas públicas, de su personal y de su operación, así como la permanencia de la infraestructura en la Red Ferroviaria de Interés General», explicaron desde el sindicato de maquinistas Semaf, el mayoritario en Renfe, tras el encuentro.

Con estos mimbres, entre los sindicatos vuelven a surgir las sospechas de que el traspaso de Rodalies desembocará en el troceo de Renfe y Adif y desde Semaf remarcan la necesidad de que los comités de empresa entren en los grupos de trabajo. «Queremos estar para garantizar que la solución final respeta los puntos que demandamos». En estos equipos también se deciden cuestiones tan importantes como el traspaso de los trabajadores de Renfe a la nueva sociedad de gestión.

Noticia Relacionada

Óscar Puente transforma la cúpula de Transportes con la vista puesta en el traspaso de Rodalies a Cataluña

Antonio Ramírez Cerezo

Elige al alcalde de Irún como número dos y asciende a la presidencia de Adif a un perfil técnico de la casa

Las acciones para lograrlo no se harán esperar. Semaf tiene previsto convocar a los comités de empresa de Renfe y Adif en los próximos días «para conformar una unidad de acción, que involucre a la totalidad de personas trabajadoras y colectivos de ambas empresas púbicas, en las actuaciones a llevar a cabo». «Por desgracia, las acciones serán contundentes», aseguran fuentes cercanas al comité de Renfe.

El tiempo apremia y la Generalitat aprieta al Gobierno para concretar el traspaso con celeridad. En la primera toma de contacto del lunes pasado ambas partes de la negociación se dieron seis meses para constituir los estatutos de la nueva empresa que el Estado y la Generalitat compartirán para la gestión de Rodalies. También para antes de finalizar el año se ha fijado la presentación del estudio de infraestructuras a traspasar correspondientes a las líneas R1,R2 y R3 del Cercanías catalán con el fin de poner en el calendario la cesión. En ese análisis también se valorarán más líneas a ceder que tendrán que ser agendadas a lo largo del año 2025.