Las nuevas exigencias del BCE a los bancos para evitar una crisis como la de Credit Suisse
El regulador no descarta pedir a algunas entidades que refuercen sus colchones de liquidez
Radiografía de la debacle: así fue la fuga de depósitos que tumbó Credit Suisse

Los casos protagonizados por algunos bancos regionales de Estados Unidos y por el suizo Credit Suisse han extendido la impresión de que las actuales exigencias de liquidez han quedado obsoletas, si de lo que se trata es evitar que se repitan. El Comité de ... Supervisión Bancaria de Basilea analizará un primer documento al respecto en las próximas semanas el sector se pregunta si serán establecidos nuevos requisitos. La respuesta del presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, es relativamente tranquilizadora. El BCE no descarta pedir a algunos bancos que refuercen sus colchones de liquidez, de acuerdo a las informaciones que ha estado recabando de las entidades en las pasadas semanas y a cada nivel particular de exposición a determinados sectores, para que estén mejor preparados si se repiten turbulencias de ese tipo, pero no es un objetivo generalizado para el máximo órgano de supervisión que todos los colchones de liquidez cobren más grosor.
En una conferencia bancaria celebrada en Fránkfurt, en la que las reservas de efectivo de los bancos se convirtieron en foco de la mayoría de las preguntas, Enria no ha mostrado preocupación por los niveles generales de liquidez ni preocupación por la posible urgencia de una nueva normativa. «Puede suceder en casos individuales», dijo, en referencia a que el BCE puede pedir a ciertos bancos que aumenten puntualmente su reserva de liquidez. «No puedo descartar que en algunos casos pidamos también que se refuercen los colchones de liquidez, pero no es algo que sea un objetivo», aclaró sobre las intenciones del supervisor. Reconoció que la avalancha de retiradas de depósitos más rápidas de lo esperado está provocando un replanteamiento entre los reguladores bancarios sobre cómo monitorear la capacidad de los bancos para gestionar la situación y ciertas dudas sobre si la normativa actual sigue siendo garantía de seguridad, pero prefirió ofrecer una visión optimista.
El BCE hay advertido ya a los ministros de Finanzas de la zona euro que está considerando cómo adaptar los requisitos de liquidez para tener en cuenta otros factores de riesgo, como la mayor dependencia de los bancos de los depósitos asegurados, más vulnerables en situaciones de tensión de liquidez, pero Enria ha precisado que se examinará la situación banco por banco y que se modificarán los requisitos individuales a través de «recomendaciones cualitativas» desde el Proceso de Evaluación y Revisión Supervisora del BCE, en lugar de proclamar nuevos requisitos generalizados de liquidez. «El núcleo del Proceso de Evaluación y Revisión Supervisora son las recomendaciones cualitativas a los bancos», han sido sus palabras.
En su discurso, Enria insistió en trasladar una visión tranquilizadora sobre el sistema bancario europeo, que percibe como más resistente que el de Estados Unidos, y alegaba como prueba que las recientes turbulencias han supuesto en sí desde marzo una prueba de estrés en tiempo real. El supervisor confía además en las lecciones aprendidas en la pasada crisis financiera y en que los propios bancos, por sí mismos, saben ya como evitar inclinarse demasiado con transacciones arriesgadas. La nueva evolución de la concesión de hipotecas y créditos, que descarta de base a los clientes menos solventes, es una prueba de ello.
También confía en la estricta supervisión, que está prestando más atención a la gestión de fondos líquidos y en vectores clave, como el índice de cobertura de liquidez (LCR), además de intensificar la relación con los bancos para actualizar en tiempo real las variaciones. El supervisor recibirá los resultados iniciales de su revisión anual durante el verano y a la vuelta de vacaciones espera dividir a los bancos en diferentes grupos, dependiendo de su particular nivel de vulnerabilidad, de sus modelos comerciales y de las salidas de fondos que ya se hayan producido.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, también presente ayer en Fránkfurt en la Conferencia Anual sobre Integración Financiera Europea, anotó por su parte que «los inversores en fondos cambiaron sus exposiciones de activos de mayor riesgo a activos de menor riesgo, especialmente de fondos de bonos corporativos de alto rendimiento a fondos de deuda pública», sugiriendo que las aseguradoras y los fondos de pensiones también han reducido el riesgo de sus carteras de inversión en la medida en que las subidas de los tipos de interés han reducido los incentivos para buscar beneficios.
Guindos advirtió sobre los problemas estructurales del sector financiero no bancario, como desequilibrios de liquidez y alto endeudamiento, a pesar de que recientemente han reducido los riesgos. «Las instituciones financieras bancarias y no bancarias pueden estar estrechamente interconectadas a través de canales de financiación, vínculos de propiedad y exposiciones de riesgo comunes», dijo, y subrayó que el sector de gestión de activos ha crecido mucho en los últimos quince años y, por lo tanto, los desequilibrios de liquidez también han aumentado.
El hecho de que los inversores en fondos abiertos puedan retirar sus acciones diariamente sin previo aviso, precisó, «crea un desequilibrio de liquidez, especialmente en los fondos que invierten en activos relativamente ilíquidos, como los bonos corporativos de alto rendimiento«.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete