Lagarde quiere ver cuanto antes avances sobre las nuevas reglas fiscales

Así lo ha referido en una llamada telefónica a los presidentes de la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Eurogrupo, ante los que ha descrito los peligros a la baja a los que hará frente la economía euro, a los que ha advertido de «evidentes signos de debilitamiento». Fuera de micro, le preocupa la falta de acuerdo regional sobre las normas fiscales, que se está convirtiendo en un dolor de cabeza. Así lo ha comentado con personas familiarizadas con el asunto citadas por Bloomberg.

Noticia Relacionada

El BCE pasa a la fase de preparación para poder implantar el nuevo euro digital

Rosalía Sánchez

La institución ha concluido el periodo de investigación que tenía como objetivo «analizar las opciones de diseño y los posibles modelos de distribución»

Aunque el discurso oficial del BCE sigue siendo que los precios continúan en un nivel «muy elevado», Lagarde emite una energía tranquilizadora. Lagarde dice que la inflación subyacente de la zona euro sigue siendo elevada y le preocupan las reacciones automáticas de los mercados a la situación en Oriente Medio. Cree, de hecho, que los diferenciales entre los distintos países serán más amplios si el bloque no se integra más. Pero sólo deja entrever preocupación cuando se menciona la reinterpretación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, que debería dar pasos decisivos en enero en todo lo concerniente a la norma que limita el déficit público al 3% de la producción.

Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo, ha respondido que es mucho lo que está en juego para alcanzar un acuerdo este año, y que es factible pero muy difícil. Los países están lejos de llegar a un acuerdo y la decisión podría presionar más a la política monetaria del BCE, que muestra ya visibles efectos sobre el mercado del crédito, cuyo acceso es cada día es más difícil para las empresas y para las familias. Los bancos de la eurozona endurecieron aún más sus criterios crediticios en el tercer trimestre de este año, a medida que las tasas de interés continuaban subiendo. Esto es lo que muestra la encuesta trimestral sobre préstamos bancarios del BCE, publicada hoy.

El 12% de los bancos encuestados reconocieron que habían endurecido su política, con criterios más exigentes para otorgar préstamos a los hogares. La demanda de préstamos de empresas y consumidores, como consecuencia, cayó más de lo esperado. La encuesta destaca que los aumentos agresivos de los costes de endeudamiento del BCE se están transmitiendo a las economías del euro en forma de «desaceleración» de la actividad económica.

La encuesta, además, «muestra que las condiciones económicas más débiles, en combinación las tasas de interés más, altas están teniendo un impacto claro en el endeudamiento», según el economista de ING, Bert Colijn, que añade que «esto es una señal de que la transmisión monetaria está funcionando con bastante fuerza en este momento y será tomada por el BCE como una razón para no seguir subiendo». El BCE sólo espera el mayor impacto de tasas más altas a principios de 2024, por lo que los datos apuntan a que los mercados crediticios están reaccionando más rápidamente de lo calculado por el emisor europeo.