Ajuste de cuentas
El castigo de Sánchez a las rentas medias
La inflación ha ocultado un alza brutal de impuestos: el mínimo exento de 5.550 euros hoy debería ser de 6.715,5
Defensa y criterios ESG (24/3/25)

El presidente del Gobierno presumió ayer de que ahorró 300 euros a cada familia al bajar el IVA de la electricidad cuando se disparó el precio en medio de la invasión de Ucrania. Nada dijo, sin embargo, del castigo a las rentas de las clases ... medias que ha infligido entre 2021 y 2024 con su empeño en no deflactar los tramos y deducciones del IRPF ante la inflación. La progresividad en frío ha generado un aumento de la recaudación tributaria de 9.750 millones de euros en esos cuatros años según los cálculos que publica el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, Desiderio Romero-Jordán, en el último número de los Cuadernos de Información Económica de Funcas.
Según el autor, «el impacto ha sido especialmente notable en las rentas medias, que han soportado un sobreesfuerzo fiscal medio de 458 euros por declarante; 311 euros en el caso de las rentas medias bajas y 622 en las medias altas. Si se añade el efecto del IVA, el coste fiscal acumulado para un hogar medio ronda los 1.100 euros». Si el Gobierno no cambia su política, esta carga tributaria seguirá creciendo a un ritmo cercano a 200 euros anuales.
La inflación ha sido la gran aliada de Pedro Sánchez en su propósito de elevar la recaudación tributaria. Cuando llegó al poder en 2018, avisó insistentemente que su objetivo era cubrir los seis puntos de diferencia que situaban a España por debajo de la recaudación media de la eurozona. La mitad del incremento recaudatorio del IRPF entre 2019 y 2023 (16.700 millones de 33.400 millones) se ha debido a la inflación, según cálculos de Balladares y García-Miralles. El resultado es que la política fiscal de Sánchez ha sido uno de los factores de estrés que ha contribuido al achatarramiento generalizado de las rentas españolas. La exacción se produce por tres vías: primero, porque se gravan los ingresos de los contribuyentes en términos nominales y no por su valor real erosionado por la inflación. Esta cuestión opera en todos los tramos del impuesto, no sólo cuando se produce un salto de tramo que afecta a los contribuyentes que han tenido la suerte de mantener su poder adquisitivo y que constituye la segunda vía de recaudación. Por último, el tercer elemento es que la inflación va erosionando el valor de las deducciones o de los mínimos exentos si estos no son actualizados. Por ejemplo, el mínimo personal y familiar, que es de 5.550 euros, no se actualiza desde 2015. Si se trajera a euros de 2024 deberían ser 6.715,5 euros.
Como advierte Romero-Jordán: «La ausencia de indexación en el IRPF es equivalente a una reforma fiscal implícita que no exige aprobación parlamentaria».
Coda final: incumpliendo su deber constitucional, el Gobierno elude presentar un proyecto de Presupuestos ante el Congreso. España hoy se gobierna con las cuentas que aprobó un Parlamento que no existe (la XIV Legislatura, 2019-2023). jmuller@abc.es
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