Impacto de las reformas desde 2019
El gasto en desempleo crece un 16% con 353.000 parados menos
La explosión de los fijos discontinuos, la mejora de la prestación desde el sexto mes y el cobro sin gastar de periodos cotizados de pandemia explican la divergencia de las cifras
Los expertos también apuntan a las fuertes subidas del SMI como base que explica el mayo desembolso
El paro real llega a 3,5 millones de personas, un 27% más que el registro oficial del Gobierno

El mercado laboral español continúa ofreciendo varias tendencias perversas que a pesar de la introducción de la reforma y la constatación del efecto pretendido sobre la temporalidad, que se sitúan en mínimos históricos del 14% en sólo dos años de andadura de la nueva ... normativa, persisten de forma tenaz en el balance de coyuntura que llevan a cabo periódicamente tanto los ministerios de Trabajo y Seguridad Social como también el servicio estadístico oficial, el INE. El punto, en este caso, está una tendencia poco coherente con el triunfal discurso del Gobierno en términos de desempleo, que proclama mes a mes el mejor balance del SEPE de los últimos tres lustros, con ahora algo más de 2,7 millones de parados, lo que supone el nivel más bajo desde 2008, dos crisis mundiales (Gran Recesión y pandemia) mediante. Ya que pese a haber en este momento 353.750 parados menos que en 2019, el gasto en desempleo se ha incrementado en un 16%.
Es precisamente este balance de desempleo el que está en el punto de mira de los analistas por la crucial aportación de los trabajadores fijos discontinuos que el gabinete de la vicepresidenta Yolanda Díaz no tiene a bien desglosar entre los que se encuentran en fase de actividad y los que se encuentran desactivados y por lo tanto con derecho a paro, pero que el Gobierno no incluye en el inmaculado listado del SEPE. Por esta particularidad que no permite conocer el volumen del desempleo efectivo en España conviene atender a otros apéndices de la estadística oficial para observar el panorama completo de la realidad laboral del momento.
Según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo, el último ejercicio completo analizable, 2023, arrojó un gasto medio mensual en prestaciones por desempleo de 1.844 millones de euros, lo que supone un 16% más que en el primer ejercicio completo comparable previo a la distorsión pandémica, 2019, cuando el coste para el Estado de estas prestaciones rondaba los 1.585 millones de euros. La circunstancia podría parecer coherente por la misma evolución de la economía si no fuera porque en este mismo periodo el paro se ha reducido sustancialmente, concretamente en 353.750 personas en base EPA, un 11% menos.
El espesante del desempleo
Son varios los aspectos que explican la divergente senda entre ambas magnitudes. De entrada, cabe recordar dos hitos normativos acaecidos en este último lustro que aplican en el avance del gasto en desempleo en un contexto de reducción de parados: por un lado la modificación introducida en los Presupuestos de 2023 que incorporó una mejora de la cuantía a percibir a partir del sexto mes de paro, pasando de ser del 50 al 60% de la base reguladora y, por otro, que todos los trabajadores que percibieron prestación por desempleo durante la pandemia lo hicieron sin consumir periodo de cotización por lo que siguieron o siguen teniendo el derecho intacto si no han causado paro tras la retirada de las medidas extraordinarias.
«Son dos de los factores que más pesan. Mucha gente tiene los periodos cotizados intactos y pueden estar consumiendo ahora la prestación», señala en un breve análisis para ABC el colaborador de la URJC e investigador asociado de Fedea, Miguel Ángel García.

Divergencia entre el la evolución del desempleo y el gasto en prestaciones
Parados
(total del personas en base EPA)
Beneficiarios de prestación
(total personas)
Gasto en prestaciones (euros)
3.247.780
1.861.100
2019
3.530.930
2020
2.974.850
3.429.550
2021
2.036.344
2022
3.024.580
1.761.916
2023
1.774.534
2.894.030
Variación 2019 - 2024
Beneficiarios -86.566 (-4,6%)
Parados -353.750 (-10,9%)
Gasto 258.971 (+16,3%)
Fuente: INE y Ministerio de Trabajo
ABC

Divergencia entre el la evolución del desempleo y el gasto en prestaciones
Parados (total del personas en base EPA)
Beneficiarios de prestación (total personas)
Gasto en prestaciones (euros)
3.530.930
3.429.550
3.247.780
3.024.580
2.974.850
2.894.030
2.036.344
1.861.100
1.761.916
1.774.534
3.033.059
2.196.632
1.844.218
1.732.164
1.585.257
2019
2020
2021
2022
2023
Variación 2019 - 2024
Beneficiarios -86.566 (-4,6%) / Parados -353.750 (-10,9%) / Gasto 258.971 (+16,3%)
Fuente: INE y Ministerio de Trabajo
ABC
En esta idea de las mayores situaciones de paro con derecho a prestación incide Valentín Bote, director de Randstad Research, recordando que el hecho de que los trimestres posteriores a la pandemia hayan sido buenos para el empleo supone que «ahora hay más probabilidad de que la persona que accede al paro tenga más posibilidades de derecho a prestación». Una situación que también se encadena con el hecho de que sólo en los dos últimos años (2022 y 2023) se haya incrementado un 10,6% el salario mínimo y que estos trabajadores estén sujetos a empleos más volátiles y más susceptibles a causar una situación coyuntural de desempleo.
Aspecto que también subraya el economista e investigador de Fedea, Florentino Felgueroso, ya que «esencialmente han crecido en los beneficiarios de prestaciones contributiva». Explica el experto que los subsidios han crecido en menor medida y que los beneficiarios de renta activa de inserción se han reducido. «Ha crecido la tasa de cobertura beneficiarios/parados, y entre los perceptores crecen los de prestaciones contributivas», explica Felgueroso.
Los fijos discontinuos
«Ya no sólo se puede mirar al paro registrado para analizar todas las situaciones de derecho al cobro de la prestación», señala como una última causa de peso el director de Randstad Research, apuntando que «no sólo los parados cobran la prestación» sino que existen ciertos demandantes de empleo que pueden generar derecho por periodo cotizado y estar percibiendo el paro sin incorporarse a las listas del SEPE. Estos son los fijos discontinuos desactivados. «Es uno de los aspectos que explican la tendencia de mayor gasto en prestaciones con menor número de parados», explica.
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Sobre este punto una primera sintomática se desprende del desglose de perceptores de prestación por desempleo según la causa que publica el Ministerio de Trabajo. A día de hoy perciben prestación por cese de fijo discontinuo un total de 169.456 personas, más del doble que hace cinco años (75.457) y un 25% más que los 135.326 que la percibían hace dos años, el primero de aplicación de la reforma laboral.
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