Caixabank iniciará 2025 con Muniesa de nuevo presidente y dudas por despejar en el consejo
El mercado espera una recomposición del órgano de decisión con más salidas de cargos de la extinta Bankia
Todo el poder en Caixabank regresa a La Caixa tras la salida de Goirigolzarri

Caixabank, la mayor entidad financiera en España por volumen de activos, da el pistoletazo de salida este 1 de enero a la etapa de Tomás Muniesa como nuevo presidente. Y lo hace con incógnitas por despejar en 2025 con una posible recomposición del consejo ... de administración, además de con el inicio del despliegue del nuevo plan estratégico.
Fue a finales de octubre cuando la entidad anunció la marcha de José Ignacio Goirigolzarri como presidente; este era el último gran baluarte de la extinta Bankia y su salida supone un antes y un después en el que es el mayor grupo bancario en España porque todo el poder regresa al mundo Caixa, a excepción de un puñado de altos directivos llamados a salir con el tiempo.
La llegada de Muniesa no es casual. Este ya era vicepresidente y consejero en representación del mayor accionista, Criteria Caixa, el brazo inversor de la Fundación 'la Caixa'. Y estaba presente en la comisión ejecutiva. Ahora ocupará el puesto de Goirigolzarri, pero lo hará sin las funciones ejecutivas que tenía este último, que acumulaba poder sobre comunicación, auditoría interna, relaciones institucionales y gestión de los consejos.
Hacía tiempo que en el banco se había transmitido a Goirigolzarri el deseo de que perdiera todos sus poderes, ante lo cual este optó por dimitir ya que no estaba dispuesto a convertirse en casi irrelevante y estar bajo la lupa de Criteria, según fuentes conocedoras. Ahí, La Caixa de Isidro Fainé decidió colocar a su hombre de confianza, Muniesa, de presidente.
Fuentes financieras señalan que la figura de Muniesa será más bien de representación y se espera que tenga un papel tranquilo sin funciones ejecutivas, pero siempre con peso en el consejo ya que representa a Criteria. El poder, en todo caso, lo tendrá Gonzalo Gortázar, el CEO, que es quien dirige el banco y del que se recuerda su estrecha relación con el histórico Isidro Fainé.
Asimismo, el cambio de presidente desencadenará al menos otro movimiento en el consejo de administración y en el mercado esperan incluso una recomposición más profunda. El ascenso de Muniesa, que ya era consejero, provoca que se deba dar entrada a otro consejero al órgano, en teoría con el carácter de independiente. Caixabank todavía no ha despejado la incógnita de quién ocupará ese puesto pero, en cualquier caso, la entidad ya está buscando una persona para el cargo a través de la comisión de nombramientos. Además, fuentes de mercado sostienen que Muniesa está muy encima de este asunto en particular por el interés de Criteria.
En el aire está una remodelación mayor en el órgano para dar salida a los últimos miembros de la extinta Bankia. Fuentes cercanas al banco señalan que la intención es ir minando cada vez más esa representación de la entidad absorbida en el consejo, para lo que podría aprovecharse la próxima junta de accionistas dentro de pocos meses.
Ahora les tocaría renovar a Joaquín Ayuso García, Francisco Javier Campo García y Eva Castillo Sanz, todos ellos procedentes de la antigua Bankia. Fuentes cercanas al banco afirman que antes o después acabarán saliendo de sus puestos tras quedarse sin el amparo de Goirigolzarri y cada vez más desplazados en el banco, pese a su condición de independientes.
También cumple mandato Teresa Santero Quintillá, consejera dominical en representación del FROB, es decir, el Estado. En su caso, se da por hecho que renovará en su cargo. Y algunas informaciones han llegado a apuntar que con el 18,1% que tiene el Estado en Caixabank podría llegar a pedir incluso un segundo asiento en el consejo, aunque en el banco esa posibilidad se da casi por descartada en estos momentos.
Plan estratégico
Aparte de todo ello, el desembarco de Muniesa como presidente coincide también con el despliegue del nuevo plan estratégico 2025-2027, que estará focalizado en la rentabilidad, el crecimiento, la inversión y la remuneración al accionista. En este plan ya se dejó fuera de su diseño a Goirigolzarri; de hecho, tampoco estuvo en su presentación a medios.
La entidad, pese al entorno actual de bajadas de tipos de interés oficiales, «aspira a mantener estable el margen de intereses al final del periodo», como anunció, y prevé más ingresos por servicios y un crecimiento del volumen de negocio por encima del 4% en los tres próximos años.
Con estos mimbres, el grupo proyecta un objetivo de rentabilidad (medida en ROTE) superior al 15% de media en el periodo y terminar 2027 en más del 16%. En términos de inversión, para enfrentarse a los nuevos retos y proyecciones, el grupo prevé realizar una inversión de más de 5.000 millones de euros en tecnología en los próximos tres años.
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