El Estado se queda en impuestos y cotizaciones sociales casi el 40% de la retribución de cada trabajador
La OCDE señala a España como uno de los escasos países avanzados que no aliviaron las cargas fiscales sobre el trabajo durante la pandemia

En el camino que va entre que la empresa carga a su balance la cuenta de gasto asociada a cada trabajador y este recibe su salario líquido mensual se queda cerca del 40% de la retribución inicial en impuestos y cotizaciones sociales que ... van a alimentar las arcas de la Administración. Puesto en cifras contantes y sonantes, y según los datos difundidos ayer por la OCDE , para que en España un trabajador pueda alcanzar los 21.172 euros de retribución anual que según el organismo internacional constituyen el sueldo neto medio del país, la empresa tiene que abonar 34.855 euros anuales. Los 13.683 euros que separan lo que se gasta la empresa de lo que percibe el trabajador se queda en las arcas públicas en forma de impuestos y cotizaciones. Nada menos que un 39,3% .
A ese porcentaje los economistas lo denominan cuña fiscal y es uno de los indicadores que analistas, organismos internacionales y empresas multinacionales tienen en cuenta a la hora de medir la competitividad de una economía. España se sitúa por debajo de las otras tres grandes economías del euro (Francia, Alemania e Italia) en este indicador, pero está cinco puntos por encima de la media de la OCDE (34,6%) y supera también a países competidores del centro de Europa y a los países nórdicos.
El indicador contabiliza las cotizaciones sociales que pagan las empresas, la cuota social del trabajador y los pagos por Impuesto sobre la Renta que ingresan tanto el Estado como las comunidades autónomas, que en conjunto configuran la carga fiscal sobre el trabajo en España .
España presenta un perfil singular. No grava en exceso el salario de los trabajadores en el Impuesto sobre la Renta respecto a la media de los países de la OCDE y la cuota social que se carga a los trabajadores es reducida, pero se destaca como uno de los países que más carga de cotizaciones sociales a las empresas.
Sin alivio a los trabajadores
Lo que revelan los datos es que España ofrece en comparación con el resto de la OCDE un peor trato fiscal a las familias que a los trabajadores sin cargas familiares. Esto sucede no tanto por los tipos impositivos que se aplican en España como por la ausencia o por la escasez de las ayudas fiscales a las familias , que constituyen un hecho diferencial con otros países.
Según el informe publicado ayer por el organismo internacional otro hecho diferencial típicamente español ha sido la inacción del Gobierno durante la pandemia . Mientras buena parte de los países han aprobado medidas o bien para reducir la carga fiscal sobre el trabajo en el IRPF o bien mediante rebajas de cotizaciones sociales, España no ha movido un dedo para aliviar la carga fiscal del trabajo
El informe, de hecho, sitúa a España como uno de los pocos países desarrollados donde la cuña fiscal se ha incrementado en el periodo 2019-2021.
Mientras esto sucedía en España, las cargas fiscales sobre el trabajo retrocedían en la mayoría de los países de la OCDE en medio de un intenso activismo para reducir las cargas fiscales sobre el trabajo. Alemania, Reino Unido, Luxemburgo o Suecia aprobaron medidas de alivio fiscal; otros países como Australia o Austria optaron directamente por bajar los tipos impositivos; mientras que Francia, Polonia o Estados Unidos abogaron por aprobar rebajas temporales de las cotizaciones sociales para reducir el coste fiscal de trabajar en el estresado contexto de la pandemia.
La cosa no varía demasiado si se amplía el foco del análisis. En lo que va de siglo los países avanzados han maniobrado para rebajar la carga fiscal que aplican al trabajo hasta el punto de que en Europa esta ha caido de media más de tres puntos. En el mismo periodo la cuña fiscal en España se ha incrementado en cerca de un punto.
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