Expedición a la Antártida tras superar un cáncer

A sus 36 años, Macarena Bohórquez da fe de ello. Hace doce meses descubrió el Reto Pelayo Vida la víspera de una operación con pronósticos poco optimistas. «Mi cáncer es el sarcoma de partes blandas, es poco frecuente y por tanto hay poca investigación y pocos tratamientos. La noche antes de la operación no podía dormir de los nervios. Navegando por Internet me topé con una noticia sobre el Reto Pelayo, y decidí que lo haría al año siguiente. Mi marido me miró incrédulo, pero esta aventura ha sido mi brújula para conseguir recuperarme», confiesa esta sevillana afincada en Barbate.

Maca ha sido una de las cinco supervivientes de cáncer que han participado en la décima edición del Reto Pelayo Vida, un proyecto deportivo creado por el escritor y expedicionario Eric Frattini para sensibilizar sobre la prevención del cáncer de la mujer. Cada año lleva a cinco supervivientes a retos extremos en lugares inolvidables. El Kilimanjaro o los Andes han sido algunos de los destinos previos. «El décimo aniversario tenía que ser algo impresionante -explica Frattini-. La Antártida es el lugar más remoto de la Tierra, y el 85% de su superficie no ha sido explorada».

Un total de 538 mujeres de 11 países presentaron su candidatura para participar en esta aventura. Junto a Macarena, fueron seleccionadas Cruz Álvaro, Marta Castillo, Almudena Sánchez y Patricia del Solar. Las cinco se han entrenado a conciencia para hacer frente a este exigente reto.

«No ha sido fácil -admite el director del proyecto-. Ni siquiera los marineros quieren navegar por el paso de Drake, allí los vientos, las olas y las corrientes son brutales porque confluyen el océano Atlántico y el Pacífico. Fue el momento más duro para ellas, pero lo superaron».

Pero «superar el cáncer ha sido más difícil». Maca es contundente: «Un reto deportivo lo eliges, te preparas, evalúas los riesgos, decides. El cáncer te llega de un momento a otro y te pone el mundo patas arriba, es terrible».

La llegada a la Antártida ha sido también complicada, por los hielos. «Hemos tenido que cambiar la ruta porque algunos canales estaban cerrados por los hielos», explica Frattini. «Llegar a la Antártida después de un año tan duro ha sido un regalo -asegura Maca-. Me he emocionado y he llorado. Siento una gratitud enorme hacia la vida, hacia mi familia y hacia los profesionales sanitarios del hospital Virgen del Rocío de Sevilla que me han cuidado».

El viaje ha sido igual de especial para las cuatro compañeras de Maca, y quizá un poco más para Marta. Su padre, quien le enseñó a navegar, hizo el paso de Drake a vela en 2010. Posteriormente, falleció de cáncer.

Les ha llevado a la Antártida la goleta de acero El Doblón, capitaneada por Patricia Gonzalvo, con más de 55.000 millas náuticas en su haber. Para navegar recomienda «tener buena actitud, paciencia y capacidad de adaptación», cualidades que las expedicionarias del décimo Reto Pelayo Vida han demostrado. «Hemos convivido en un espacio muy reducido y en condiciones adversas durante un mes 14 personas. A ellas les preocupaba la convivencia, pero todo ha ido perfecto», opina esta viajera nómada que relata sus aventuras en el blog 'Allende los Mares'.

'Más allá de', este es el significado de 'allende'. El Reto Pelayo Vida ha llevado a Maca, Marta, Almu, Patricia y Cruz al fin del mundo para poner su cuerpo y mente al límite. Porque hay vida más allá del cáncer, y el deporte forma parte del proceso de recuperación. Maca pone voz a un deseo compartido: «Participamos en este proyecto para dar ánimo a otras mujeres afectadas por esta enfermedad y para reclamar más investigación, en especial para cánceres tan raros como el mío».