La razón por la que el Sevilla encaja tantos goles a balón parado
A los denominados errores puntuales, desde el vestuario se piensa que falta trabajo en el estudio de las virtudes del rival en la estrategia
Nyland, un líder sobre el césped y en el vestuario
Las victorias tienen numerosos padres, mientras que en las derrotas la mayoría escurren el bulto y miran hacia otro lado. Lo que hace unos días era la enésima resurrección del Sevilla en el Reale Arena, a la semana se convirtió en la penúltima decepción contra el Athletic, en una nueva derrota en casa, con puntos que volaban por culpa del balón parado. Pasó contra el Espanyol, el Mallorca y el propio conjunto vasco. ¿Qué sucede? Que el Sevilla se ha convertido por méritos propios en el peor equipo de la categoría a la hora de defender la estrategia. Y eso que cuenta con jugadores de buena talla a la hora de defender el balón parado, como Badé, Kike Salas, Saúl o Agoumé, sin embargo no termina de ser contundente. Unas veces por errores individuales, como se pudo ver contra el Athletic, con un error de bulto de Juanlu y Carmona al no hacer caso a la línea del fuera de juego que sus compañeros lanzaban, aunque en otros casos también se susurra desde dentro del vestuario que es a la falta de previsión o preparación a la hora de afrontar esta suerte del juego que provoca que se escapen numerosos puntos.
El Sevilla ha perdido hasta diez por el balón parado, un déficit que bien le podría haber colocado mucho más arriba en la clasificación de haber estado mínimamente acertado en esta suerte. Incluso es más sangrante las faltas lejanas que los córners, siendo ahí donde peor se mueven los defensores sevillistas. El entrenador no es de la vieja escuela a la hora de analizar cada detalle del contrario en el balón parado. Le pide a los suyos que se centren en sus virtudes, sin entrar en la preparación de vídeos para que su plantilla estudie detenidamente lanzadores o rematadores del adversario, o qué estrategias son las más utilizadas por ellos. Un asunto espinoso dentro de un equipo que necesita pelear cada punto y termina con una sangría relevante en este apartado del juego.
La plantilla no quiere achacar en este punto los goles recibidos, ya que la mayoría se pierden en esos errores individuales: Lukebakio en Bilbao; Nyland contra el Mallorca; o los mencionados Juanlu y Carmona contra el Athletic. Pero tampoco se sienten protegidos los futbolistas en este sentido. Cada entrenador tiene una forma de preparar y trabajar la estrategia. Pimienta prefiere que sus hombres se centren en otros aspectos del juego. Que trabajen más otras tareas y sepan del adversario lo justo para enfrentarlo, siempre maximizando lo que deben hacer los sevillistas para superar al equipo rival. Tampoco está consiguiendo el Sevilla tener acierto o buenos números en el área rival en cuanto a la estrategia, con un gol de saque de esquina en una segunda jugada finalizada por Saúl en Girona. Interrogantes sobre la forma de trabajar del entrenador del Sevilla en la estrategia, quien prioriza la labor individual por encima de la colectiva. El vestuario está con el entrenador, aunque piensa que entre todos pueden y deben mejorar el alarmante déficit del balón parado.
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