Sevilla y Betis mantienen la distancia a doce días del derbi

Tras meses ignorándose, el Sevilla y el Betis se verán de nuevo las caras en el derbi sevillano del próximo 30 de marzo en el Benito Villamarín. Será el primer encuentro entre ambos equipos tras la ruptura de relaciones institucionales por parte de los nervionenses. Una situación que se dio por la sanción impuesta a Juanlu, Isaac y Camona por el TAD, que les impidió disputar el último partido de Jesús Navas en el Sánchez-Pizjuán, siendo dos de ellos titulares indiscutibles para el técnico García Pimienta. La sanción fue fruto de una denuncia del Betis tras el derbi de ida en el Sánchez-Pizjuán, por la bandera exhibida con un escudo de los verdiblancos tachado en la celebración de la victoria local.

Los nervionenses recriminaron al Betis que buscó «hacer daño y perjudicar deportivamente al Sevilla, con su denuncia de comportamientos extradeportivos ante tribunales de competición. Consecuencias que bien conocían en la entidad verdiblanca». De esta forma, las relaciones entre ambos clubes están rotas desde el pasado 18 de diciembre, tal y como certificó el propio Sevilla en un comunicado y Del Nido Carrasco en una atención a la prensa: «El Betis ha transgredido unos códigos que no se pueden tolerar. Querían hacernos el daño que no nos pueden hacer en el campo». Semanas más tarde se disputó el derbi de filiales en la ciudad deportiva Luis del Sol y los dirigentes sevillistas no acudieron al mismo como consecuencia de esta ruptura unilateral de relaciones.

Tres meses largos después, esta decisión tendrá sus consecuencias, puesto que el Sevilla visita al eterno rival en el Benito Villamarín y la directiva visitante ha decidido ver el duelo desde la grada, si es que el club verdiblanco se lo permite. A día de hoy, los dirigentes sevillistas no asistirán al palco verdiblanco con motivo de esta ruptura de relaciones institucionales, como tampoco habrá comida entre directivas con el alcalde de la ciudad.

Por su parte, el Betis entiende que la decisión recae sobre los hombros de sus vecinos, puesto que ellos no han sido los que han roto las relaciones. Como aún quedan doce días para la celebración del derbi sevillano, el panorama puede variar de aquí al día 30. Eso sí, la directiva bética tiene claro que es el Sevilla el que debe dar el primer paso en el caso de querer acercar sus posturas, mientras que los sevillistas siguen esperando algún gesto por parte del club rival. El departamento de protocolo del club verdiblanco se pondrá en contacto días antes del derbi con el del Sevilla para consultarle su posición al respecto de si estarán sus dirigentes en el palco o no, como hace con otros clubes.

En este contexto, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha asumido un papel de intermediario con el objetivo de devolver las aguas a su cauce entre los dos equipos de la ciudad y sus presidentes.

En concreto, Sanz departió con José María del Nido Carrasco el pasado domingo en el Sánchez-Pizjuán, durante el encuentro ante el Athletic Club, para intentar convencerlo de que cambie su postura y pedirle cordialidad de cara al derbi, con la intención de poner fin a la fractura entre Sevilla y Betis. El movimiento del alcalde busca suavizar posturas, reestablecer relaciones y por supuesto evitar situaciones desagradables entre clubes y aficiones de otros tiempos y que parecían ya superadas.