La Real Sociedad se da un respiro ante el Salzburgo y luchará por ser primera de grupo en San Siro

Con la calma y el gozo de haber hecho los deberes antes de tiempo, afrontaba la Real Sociedad la visita del Salzburgo a Anoeta. La clasificación a los octavos de final de la Liga de Campeones estaba confirmada desde hace un par de semanas al vencer con suficiencia al Benfica también en San Sebastián, y, ante la única inquietud de ser primera de grupo (una incógnita que se resolverá en San Siro), Imanol Alguacil ideó un once lleno ausentes habituales (como Odriozola, Cho o el joven talento ruso Zakharyan) para sumar adeptos a un equipo ilusinonante. No obstante, pese al tesón donostiarra, el empate a cero fue inevitable.

Desde el mismo principio del encuentro, la falta de tensión evidente en las gradas fue respondida con un bonito juego ofensivo de una Real Sociedad que siguió haciendo gala de un estado de ánimo exultante. El capitán Oyarzabal, Turrientes, Brais Méndez y el mencionado Zakharyan (el mejor hombre de los vascos en la noche de este miércoles), protagonizaban el ataque local y solo el infortunio evitaba el 1-0. Los austriacos, por su parte, necesitaban puntuar en su lucha por estar en la fase eliminatoria de la Europa League y, al contragolpe, hallaron sus mejores oportunidades, pero se toparon con un excelente Remiro.

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