FÚTBOL FEMENINO
Órdago de las jugadoras del #seacabó
39 futbolistas se niegan a volver a la selección y exigen la rendición de la RFEF. Denuncian más episodios como el de Rubiales y más implicados
Mentiras, sexo y rock & roll
Nueva revolución en la selección española femenina de fútbol. Un año después del motín protagonizado por las 15, los cimientos de la RFEF vuelven a temblar. Aunque esta vez, las jugadoras se sienten con más poder que nunca y las consecuencias que puede acarrear son ... difíciles de asimilar. La corriente que se inició con el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, bajo el lema #seacabó, sigue con 39 jugadoras renegando de jugar con Españahasta que la Federación no se rinda.
Alexia Putellas fue la encargada de soltar la bomba. Hizo público un durísimo comunicado contra la Federación firmado por 21 de las 23 campeonas del mundo y otras 18 jugadoras, entre ellas todas las amotinadas. Las ausencias notables fueron las madridistas Athenea del Castillo y Claudia Zornoza -ambas mundialistas- y la atlética Sheila García, lesionada a las puertas de la lista definitiva . «Los hechos que desgraciadamente todo el mundo ha podido ver no son algo puntual y van más allá de lo deportivo. Ante estos actos debemos tener tolerancia cero, por nuestra compañera, por nosotras y por todas las mujeres».
Dan a entender ahora las futbolistas que el episodio protagonizado por Rubiales tras la final del Mundial no fue el único. Sin embargo, las futbolistas no habían denunciado hasta la fecha ningún acto concreto denigrante hacia ninguna de ellas.
Los cambios que han exigido en su comunicado «se basan en la tolerancia cero ante esas personas que desde un cargo dentro de la RFEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido actitudes van contra la dignidad de las mujeres». Si había comportamientos impropios escondidos, ellas mismas lo han hecho, ya que no han denunciado un episodio concreto de estas características.
Asimismo, por primera vez, han puesto en negro sobre blanco reivindicaciones concretas que exigen. Dinamitar la Federación: «Creemos firmemente que se requieren cambios contundentes en los puestos de liderazgo de la RFEF y, en concreto, en el área del fútbol femenino», aseguran. Los cinco cambios demandados por las jugadoras son la dimisión del presidente y las reestructuraciones en el organigrama de fútbol femenino, el gabinete de la presidencia y secretaría general, el área de comunicación y marketing, y la dirección de integridad. No han dado nombres ni apellidos, ni tampoco contenido concreto de en qué han fallado esos departamentos que, por otra parte, no afectan solo al fútbol femenino.
Ni una queja sobre cuestiones deportivas, que eran las que de una manera difusa reclamaban en septiembre cuando el primer motín. Ni una palabra de por qué sobraba Vilda, el técnico campeón del mundo.
Sobre la bocina
El comunicado de las jugadoras del #seacabó se hizo público menos de treinta minutos antes de las 16.00, hora a la que estaba fijada el anuncio de la lista de convocadas por parte de Montse Tomé y su presentación oficial como nueva seleccionadora. A pesar de los días de negociación con la RFEF, esperaron hasta el último momento para comunicar su renuncia a la selección.
La Federación reaccionó con la ley del silencio. Pospuso la cita de Tomé y no dio a conocer en qué fechas se comunicará las jugadoras que se enfrentarán a Suecia y Suiza (22 y 26 de septiembre, respectivamente). Dos encuentros que corresponden a la Liga de Naciones, competición de la que saldrán los dos billetes europeos para los JJ.OO. de París. Si el anhelo de la selección era disputar una cita olímpica por primera vez, el camino elegido para ello no es el más idóneo.
Las reacciones al comunicado no se hicieron esperar. Pau Gasol, leyenda del baloncesto español, no dudó en secundar la demanda de las futbolistas. «Tenéis todo mi apoyo», aseveró. Eli Pinedo, medallista olímpica con la selección de balonmano, se sumó a la causa #seacabó: «Yo sigo con ellas». Desde la clase política, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, se mostró orgullosa de las jugadoras asegurando que «son un ejemplo».
El futuro que rodea a la selección campeona del mundo está envuelto en una incertidumbre nunca vista. Desde la RFEF aseguran que se mantienen las conversaciones con las jugadoras en busca de un acuerdo. Pero las condiciones exigidas por las futbolistas, al menos a corto plazo, son inasumibles para la Federación. Lo que deja un panorama desolador para los primeros encuentros con la estrella bordada sobre el pecho.
El próximo viernes, las integrantes de la selección deben estar en Suecia. El viaje hacia tierras escandinavas se produciría el jueves y los entrenamientos estaba planeado que comenzaran el lunes. Razón por la que la convocatoria debería conocerse durante este fin de semana. Pero la convulsión en la que se ha instalado hace casi imposible aventurarse a realizar pronósticos sobre el futuro más cercano.
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