Desde mis antípodas
Mentiras, sexo y rock & roll
«Ya no son heroínas. Son caprichosas. Igual habría que darle una vuelta al tema y que lo contaran todo. Y ya»
La crisis de la selección femenina, en directo
Durísimo comunicado de las futbolistas que se niegan a ir a la selección
No se puede escoger peor manera para reivindicar que la elegida por las 39 jugadoras, 21 de ellas, campeonas del mundo, firmantes de un comunicado con el que pretenden atribuirse competencias exclusivas sobre un asunto que es de todo, menos exclusivo.
Por partes. Que ... la RFEF necesita una profunda limpieza o, si prefieren la fórmula eufemística, una «reestructuración de su organigrama», es una evidencia que lleva cayendo por su propio peso desde hace lustros. Incluso puedo entender que se pida ahora y no hace años, por aquello de aprovechar su momento de mayor exposición, dado los resultados deportivos. Lo que me resulta difícil de aceptar es que se confieran el derecho a pedir, con carácter exclusivo, algo que no sólo les compete a ellas. Que quieras oxigenar la parcela femenina de la federación es loable pero si ese alzamiento de alfombras afecta a otros departamentos ¿por qué no buscar el consenso con las categorías inferiores y con la absoluta masculina? ¿Quieres una revolución? Adelante. Busca aliados, no los vayas dejando por el camino, que es a lo que apunta esto.
Porque una de dos: o el comunicado es una secuencia de inexactitudes, aprovechando el contexto que te da una agresión sexual en toda regla, o a las firmantes les va el rock & roll más de lo que la prudencia aconseja. Me explico: los cambios reclamados «se basan en la tolerancia cero ante esas personas que, desde un cargo dentro de la FEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido, actitudes que van contra la dignidad de las mujeres».
¡Uf! Cuánto cuesta digerir que, hasta hoy, no hayamos sabido, sólo sospechado, que en nuestra federación se han impulsado, estimulado, protegido y escondido semejantes conductas, susceptibles, sin lugar a dudas, de ser expuestas y hasta llevadas a tribunales por quienes conocían de su existencia. Es decir, por ellas.
Hace meses que solicité, para poder valorar, luz y taquígrafos sobre este tema. Que hablaran. Que denunciaran si había base legal para hacerlo. Ahora resulta que salta la banca en el tiempo añadido, como si no hubiera habido otro.
Y el resultado de todo esto es que todo el apoyo social que ha recibido este grupo, merecida e incuestionablemente, se les está retirando a medida que pasan los minutos. Ya no son heroínas. Son caprichosas. Igual habría que darle una vuelta al tema y que lo contaran todo. Y ya.
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