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España 7 - 0 Costa Rica

La pandilla de Luis Enrique empieza dando voces

Mundial de qatar 2022

Incontestable y contundente goleada de la selección, la mejor de su historia mundialista, ante una Costa Rica a la que no permitió hacer nada

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Pedri, Olmo, Asensio, Gavi y Alba celebran el 0-2 de España AFP
José Miguélez

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De rojo completo, España desplegó sobre el césped del estadio Al Thumama el mejor fútbol que ha visto Qatar 2022 hasta la fecha. Una exhibición de pases y contundencia, fútbol por un grifo, que no le permitió a Costa Rica ni contestar. Un comienzo inmejorable, rupturista con su propia tradición mundialista, que dispara la cotización de la selección y su autoestima. Luis Enrique se declaró hace unos días el mejor sobre la faz de la tierra y ayer su equipo enseñó los primeros argumentos. Goleada legendaria. Ante nadie, también es verdad. Pero no le bajemos los méritos. Entusiasmó.

España inició también el Mundial con una extravagancia. Rodri de central. Un matiz interesante y atractivo, beneficioso e inteligente si se quiere, pero una rareza al fin y al cabo. O una contradicción del propio seleccionador, al que no le valieron por delante para el primer día tres de los cuatro zagueros principales (también de buen trato con la pelota; de eficacia destructiva ya no tanto) que convocó para el medio de la defensa. Lo que era un recurso para partidos que se enredaban se volvió nada más llegar a Doha en el plan principal. Una ocurrencia. El sello inconfundible de Luis Enrique, una máquina incontrolable de llamar la atención. En todo caso, la excentricidad igual acaba en descubrimiento. Rodri es mejor futbolista que todos los que le discuten su nueva demarcación (posiblemente también que los de su puesto original) y no destruye peor.

Lo que no modificó España es su predisposición. Las ganas de balón, dominio e iniciativa. Y también de gol desde el principio (y eso sí fue novedad). Con pases horizontales, pero también verticales. Y todo muy rápido, con ese continuo 'toco y me muevo' que en realidad es la esencia del fútbol. Asensio (que le ganó a Morata la batalla del nueve) y Olmo amenazaron el resultado antes de que ambos lo hicieran de verdad y bien pronto. Pedri y Gavi mandaban muy a gusto y se le sumaban todos.

España 7 - 0 Costa Rica

Mundial de Qatar 2022

  • España: Unai; Azpilicueta, Rodri, Laporte, Jordi Alba (Balde, 64); Gavi, Busquets (Koke, 64), Pedri (Soler, 57); Ferran (Morata, 57), Asensio (NIco Williams, m.69) y Olmo.
  • Costa Rica: Keylor Navas; Martínez (Waston, 46), Duarte, Calvo, Oviedo; Fuller, Tejeda, Borges (Aguilera, 72), Bennette (Zamora, 61); Campbell y Contreras (Bryan Ruiz, 61).
  • Goles: 1-0, m.11: Olmo. 2-0, m.21: Asensio. 3-0, m. 30: Ferran. 4-0, m. 55: Ferran. 5-0, m.76: Gavi. 6-0, m.90, Soler. 7-0, m.90+2. Morata.
  • Àrbitro: Abdullah (Emiratos Árabes). Amarilla a Calvo,

Quizás avisado por los resbalones de otras potencias, empujado incluso a tirar de calculadora por la derrota de Alemania ante Japón en su mismo grupo, España se entregó a confirmar sus galones de favorito de manera rotunda desde el pitido inicial. Entró en el Mundial con determinación, esa característica que tantas veces se le había demandado. Si la pelota tenía la intención de ponerse a dormir, escogió mal día. Esta vez España le obligó a una sesión de lo más agitada. Y al marcador también. A ritmo de gol cada diez minutos.

Primero Dani Olmo, habilidoso para corregir con un reverso un pase intencionado pero estropeado de Gavi en una de sus apariciones dentro del área. Luego Asensio, sensacional para rematar de primera con más sutileza que violencia un servicio delicioso de Alba. Y finalmente Ferran, para definir suave un penalti cometido sobre el propio lateral azulgrana. A la media hora de juego el encuentro estaba resuelto. Con autoridad y todo merecimiento.

Hubo colaboración también del rival. Si Costa Rica diseñó un encuentro a la defensiva, el tanteo le condenó enseguida a cambiar de idea. No fue nadie en la presión, en la vigilancia y tampoco en el ataque. Jugó entregada (no pegó una patada hasta el minuto 69). Y hasta su futbolista emblema, el arquero Keylor Navas, resultó una caricatura. La inactividad en el PSG y los años le han vulgarizado. Ayer fue un meta facilón, nada que ver con aquel prodigio de reflejos que hizo carrera grande en el Madrid. España no dejó existir a Costa Rica con un monopolio histórico de la pelota. Unai estaba, pero como si no.

La segunda parte abundó en lo mismo, pero distinto. España no perdió el hambre, pero ya no había partido. Sin discusión en el marcador ni asuntos que resolver, el fútbol es menos. Pero la selección, quizás convencida de que la clasificación le exija al final un buen 'golaverage', peleó asegurarse un buen botín de goles a favor.

Ferran agrandó su cuenta y Luis Enrique distribuyó guiños con su pandilla. Regaló minutos a Morata, que no tuviera celos de gol, hizo debutar a Balde como internacional, le dejó un rato de brazalete a Koke y animó a Nico Williams a lucir el descaro de sus regates. Y también ofreció descansos a los veteranos (Busquets y Alba). Todo mensajes bonitos y aglutinadores.

Pese al relax, los tantos siguieron cayendo. Uno de Soler, otro de Morata y otro antes de Gavi, que se pidió el mejor: una volea delicada y maravillosa con el exterior a centro de Morata. Una obra de arte para redondear un arranque incontestable y demoledor. El mejor resultado de la selección en un Mundial. España empezó a toda pastilla el Mundial. Asustando y fascinando. Y no lo contó por 'twitch', sino en el césped. Que es donde cuenta.

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