La oportuna lesión de Alexia y el fichaje frustrado de Vero Boquete por el Madrid

Sea como fuere, la Reina esquiva su presencia, que iba a ser mirada con lupa, en una concentración de alto voltaje y que seguramente le iba a obligar a responder o tomar partido por una parte (la seleccionadora) o por otra (el grupo de jefas que comanda). Respaldar como capitana que las sonoras salidas son una simple decisión deportiva, el cambio de ciclo en la selección, o empatizar con sus compañeras ante lo que puede entenderse como un ajuste de cuentas de Montse Tomé, como parece deducirse de las declaraciones en las que justifica su decisión en aras de la buena convivencia del grupo y afea de forma velada el comportamiento de las apartadas.

Como ya ocurriera con el motín de Las Rozas, una oportuna lesión le permite a Alexia Putellas ponerse de perfil. Entonces pasó de liderar la revuelta (como admite en su documental a la carta) a desentenderse de las amotinadas; yo estoy lesionada, a mí que me registren. Fue la última entonces en pronunciarse en alto (y cuando lo hizo no se alió con sus 15 compañeras sublevadas), trabajó para que se levantara el plante y no se perdió ni un solo partido posible como seleccionada. Con la excusa de las lesiones, Irene y Jenni tampoco se unieron entonces a las amotinadas, pese a ser las cabecillas del motín, y siguieron siempre en la selección. No pretenderán ahora, o sí, la complicidad de las abandonadas...

Pero igual sí lo esperan de Alexia Putellas, 'una de las nuestras'. Sin embargo, esta ni se ha pronunciado sobre el caso, tampoco por redes, ni se verá obligada a posar junto a Tomé (igual ya nunca tendrá que hacerlo, que esta es la última ventana de selecciones antes de la llegada de un nuevo presidente a la Federación). La oportuna visita al médico le dispensa del trago.

La que no se ha puesto de perfil en el caso, cómo no, es la siempre reivindicativa Vero Boquete («es lamentable, vergonzoso y una falta de respeto la forma de tratar a Irene Paredes. Estoy reviviendo la misma situación y el mismo modus operandi que tuvieron conmigo después del Mundial de 2015», escribió).

La exfutbolista, que ya lideró en su día la revuelta contra el exseleccionador Ignacio Quereda y recolectó hace poco firmas en apoyo a las jugadoras que se negaban a ir con España cuando el #seacabó, nunca jugó en el Real Madrid precisamente por ese carácter. Cuando planificamos la primera plantilla Tacón/Real Madrid, 2019, era el momento de repatriarla, puse el nombre encima de la mesa, pero Ana Rossell, entonces presidenta, lo torpedeó: «Es una jugadora muy conflictiva en el vestuario». Todo lo que la trasladaban desde la RFEF hizo que no apoyara su fichaje a pesar de que las órdenes eran incorporar a muchas españolas. Era de las mejores, pero no pudo ser. Alexia no habría tenido ese problema.