Fútbol
Lluís Cortés: «No es contradictorio no querer trabajar con Vilda y fichar por Arabia»
Entrevista
Primera entrevista del catalán como técnico de la selección femenina saudí. Antes dijo no a Marruecos: «No podía ir en un mismo proyecto con Vilda, está imputado»
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La apuesta saudí por el talento español también ha llegado al fútbol femenino. Desde hace un mes, Lluís Cortés (Lleida, 8 de octubre de 1986), el primer entrenador en ganar la Champions con el Barça, es el seleccionador femenino de Arabia. Firmó ... después de decir que no a Marruecos, donde finalmente recaló Jorge Vilda. El leridano atiende a ABC en Riad, en su primera entrevista desde que llegase al cargo.
-Mucha gente no lo sabe, pero usted llegó a jugar en Segunda.
-Sí, con el Lleida, en un partido en La Condomina y otro en casa ante el Celta. Era delantero, metía muchos goles en el juvenil y estaba en dinámica del primer equipo cuando competía en Segunda. Luego jugué en varios equipos de mi tierra en Tercera y cuando me di cuenta que no me ganaría la vida como jugador, aposté por ser entrenador.
-¿Por qué de fútbol femenino?
-Con 17-18 años, mientras jugaba en el juvenil del Lleida, el primer equipo femenino me pidió si podía ayudarles como asistente. Iba a chutar a la portera, a poner conos… Era 2002, 2003... Lo hacía por cero euros. En esa época venían 20 personas a ver los partidos, si es que venían. Lo que me enganchó del fútbol femenino es la pasión con la que jugaban las niñas, que en esa época lo hacían por placer, no por creer que podían ser profesionales como ahora.
-Se forma en la selección catalana y en 2017 entra en el Barça.
-Sí, lo hago como analista de Fran Sánchez, que entonces era el entrenador. Pero en enero de 2019 le echan y me ponen a mí. Ese mismo año jugamos la final de Champions por primera vez en la historia, y jugando muy bien, y luego al siguiente año ganamos el triplete. En ese momento se enseña al mundo que en España también se juega bien en el fútbol femenino.
-Triplete y adiós. ¿Por qué se va?
-Fue una decisión muy difícil. Fue la temporada del Covid, un año muy duro y a nivel personal me pasó factura. Vivía solo en Barcelona, no tenía a nadie conmigo, y el fútbol de élite exige mucho y te desgasta mucho. Yo siempre decía en broma que el día que ganara la Champions me iría. Lo decía en broma, pero cuando sucedió percibí que tenía que hacerlo.
-¿Había problemas en el vestuario?
-Yo tengo una buena relación con el Barça y con las jugadoras. Alexia estuvo aquí en Yeda la pasada semana, en un 'training camp'. Estamos en una sociedad donde es fácil opinar y escribir, y muchas veces sin información. Tengo la conciencia tranquila.
-Tras el Barça asume la selección de Ucrania, pero aquello no fue lo que hubiera podido ser por culpa de la invasión de Rusia.
-Ucrania fue una experiencia dura. Mire, yo me fui del Barça y quería descansar. Y eso hice. Luego, en noviembre me llegó la propuesta de Ucrania. Era un proyecto interesante para hacer crecer el fútbol femenino en el país y, además, me permitían seguir viviendo en España. Firmé en noviembre de 2021, a las puertas del parón invernal. Luego, jugamos un torneo amistoso en Turquía y lo ganamos. Y cuando estamos de vuelta en Kiev, que teníamos que ir allí el 23 de febrero a firmar en persona unos papeles del banco, Rusia ataca Kiev al día siguiente.
-¿Cómo salió de Ucrania?
-Tardamos cinco días en llegar a Barcelona y eso que tuvimos la ayuda de la Federación ucraniana. De Kiev a Lviv en coche tardamos 20 horas en un trayecto que suele ser de cinco. De allí a Polonia en un tren que duró unas 20 horas cuando suele ser de hora y media. El tren estaba lleno de niños, niñas y mujeres. Fue una situación que te sacude mucho a nivel interno y que te hace pensar mucho en lo que tienes y lo que realmente vale la pena. Las jugadoras nos contaban historias que eran tremendas. Se habían quedado sin casa, sin dinero, sin ahorros… Intentamos ayudarlas buscándolas equipo. Y fletamos dos camiones con comida, ropa y medicamentos para llevar a Ucrania. Hicimos lo que pudimos, y deportivamente la situación pasó a ser secundaria. Recuerdo que antes de jugar contra Hungría un partido de clasificación para el Mundial, había jugadoras que me decían que llevaban tres semanas sin saber nada de sus padres, que estaban en el frente…
-Deja de ser seleccionador de Ucrania en 2023, se toma un tiempo para valorar ofertas y proyectos y acaba aquí, en Arabia Saudí. ¿Por qué?
-Me llama el director deportivo, Nasser Larguet, y me invita a venir aquí a enseñarme el proyecto y valorar la propuesta. Lo que más me convenció es el proyecto de la Federación. Aalia, la jefa del fútbol femenino, me explicó la visión con el fútbol femenino, los pasos dados y a dar, y me pareció muy interesante. La inversión en fútbol femenino es muy potente. Me gusto lo que vi, aceptaron que me trajera a mi 'staff', llegamos a un acuerdo y firmé hasta 2027.
-La selección femenina de Arabia Saudí nació a finales de 2021. Tiene trabajo por delante…
-Es un bebé, pero el fútbol femenino ya se practicaba en Arabia desde 2008. Las chicas de ahora ya jugaban al fútbol en sus casas, o con sus amigas o su familia. Desde 2019 hay liga femenina y actualmente tienen una Premier League de ocho equipos y una First División de 24. Pepsi es patrocinador oficial y los derechos de televisión los tiene DAZN… Lo que he visto en el 'training camp' que acabamos de terminar en Yeda es un bebé con ganas de crecer y con mucha ilusión. Me ha sorprendido el talento que hay en algunas jugadoras y las ganas de aprender que tienen.
-¿Tiene más trabajo mental o táctico/físico?
-Más lo segundo que lo primero. Las chicas tienen muchas ganas de jugar y defender a su país. Son muy patriotas. Esa parte emocional ya está… Ahora tienen que mejorar la parte táctica, física y técnica, porque son chicas a las que les faltaba profesionalismo y que alguien les diga cómo jugar.
-¿Cómo se piensa profesionalizar el fútbol femenino?
-Ya tenemos cuatro equipos nacionales. La selección absoluta, la sub 20, sub 19 u sub 17, y se va a poner en marcha la sub 15 y el fútbol sala. Aparte de Premier League y First División, la próxima temporada habrá Second División. Hay 1.100 licencias de jugadoras y en las escuelas se ha pasado en dos años de cero chicas jugando al fútbol a 70.000.
-¿La meta es clasificarse para el Mundial 2027 por primera vez en la historia?
-No hay meta. Debemos ir día a día. Todos estamos de acuerdo que el proyecto es a largo plazo. No hay inmediatez. Los saudíes son pasionales y quieren ganar, pero el objetivo es crecer, mejorar el nivel de la liga, de la absoluta, de las inferiores y de las niñas que juegan en las escuelas. E ir escalando posiciones en el ranking FIFA, que ahora somos el 165. Queremos competir y queremos ganar, y no vernos en el 165, pero no hay un plazo ni una obligación temporal. De momento pensamos en la West Asian Football, que se jugará aquí en febrero y será el primer torneo oficial femenino organizado por FIFA que se disputará en Arabia Saudí.
-¿Está contento?
-Sí. Vivo con mi pareja en un 'compound' que tiene una buena calidad de vida. En ese mismo 'compound' está mi 'staff', y de vecinos tenemos a gente como Mancini, Bono o Yayá Touré.
-Usted es seleccionador de Arabia, pero podría haberlo sido de Marruecos. ¿Qué pasó?
-Me reuní con ellos en Barcelona y me hicieron una propuesta. Lo que sucedió es que al final me dijeron que Jorge Vilda sería el director deportivo. A nivel personal no tengo nada en contra de él, pero sí que pensaba que era una persona imputada en un proceso judicial, que el tiempo dirá si es culpable o no. Y no podía ir de la mano en un mismo proyecto con él. Eso es lo que le dije a Marruecos y ellos acabaron ofreciéndole el cargo de entrenador a Vilda. Por esa decisión, ahora yo estoy aquí en Arabia.
-Hay gente que dice que esto es contradictorio.
-No creo que sea contradictorio no querer trabajar con Vilda y fichar por Arabia. Si Jorge fuera inocente y me sale la misma propuesta con él, a lo mejor sí aceptaría, pero ahora está imputado y no creo que sea el momento. Este país invierte en fútbol, respira fútbol y vive por el fútbol. Lo que he vivido en el mes que llevo aquí es todo normal. Me sabe mal decir que las chicas son normales, pero es que son chicas normales y abiertas. En el 'training camp' de Yeda, un día había risotto en el menú y le pregunté a una jugadora si alguna vez lo había comido. Y me dijo «coach, we are not living in at cave'. Que estamos en 2024, espabila, que no estamos en 2012 o 2004. Que no vivimos en una cueva». La gente que se cuestiona '¡oh!, los principios de Lluís Cortés…' A esa gente yo le animaría a venir. Antes de opinar, ven a este sitio, vive aquí y te formas tu opinión. Pero opinar de algo que no has vivido o no has experimentado y que te basas sólo en lo que has leído en Twitter o en algunas noticias…
-Usted es amigo de Jenni Hermoso. ¿Cómo está?
-Ahora creo que está mejor. Fichar con Tigres, que es un equipo más competitivo, le ha venido bien. Jenni ha estado fastidiada y lo ha pasado muy mal, e imagino que como todas las partes implicadas en este proceso. Es una situación muy poco agradable y no se ha hablado nada de fútbol, cuando hemos sido campeones por primera vez en la historia.
-¿Cuánta cuota de responsabilidad tiene Rubiales en qué no se haya hablado de fútbol?
-No creo que sólo sea un responsable. Todos tenemos parte de responsabilidad. El que lo hace, el que responde, el que anima a responder, el que tuitea, el que comenta… Todos somos responsables de no hablar de fútbol. Era el momento de aprovechar que el mundo nos miraba para hacer las cosas mejor y no tengo la sensación que hayamos mejorado mucho a pesar de haber ganado el Mundial. Todo sigue igual, no hemos dado pasos hacia adelante.
-¿Por qué?
-Pues no lo sé y me gustaría saberlo. No nos ha dado lo mismo a España ganar el Mundial que a Inglaterra ganar la Eurocopa. Todo lo que se construyó allí a nivel de instalaciones, repercusión liga, salarios, derechos televisivos… Eso aquí no ha sucedido.
-Rubiales presume de lo contrario.
-Sí, con Rubiales de presidente se ha invertido mucho en fútbol femenino. Una cosa no quita la otra. El fútbol femenino español hoy está mucho mejor que hace diez años y, por eso, se ha ganado seguramente el Mundial y los clubes han apostado por ellas. Pero era el momento para acabar de acelerar el proceso, tras ganar el Mundial, porque los patrocinadores te miran, se pueden cerrar buenos acuerdos televisivos y vender mucho mejor tu producto... No veo nuestra liga como una liga profesional.
-A Vilda se le quiso echar porque no ganaba, y no se le echó. Gana y se le echa. ¿Tiene explicación?
-No tengo una explicación de por qué le echan. La única selección que jugó a algo diferente fue España y a nivel deportivo, sobre todo tras perder contra Japón, se tomaron decisiones muy valientes que no eran fáciles para un entrenador. Hay que reconocérselo a Vilda ¿Por qué le echan? No lo sé. No sé cómo fue el proceso ni quien toma la decisión ni en base a qué. A lo mejor estaba entrenando fatal, no lo sé. Nosotros sólo vimos los partidos y ahí las decisiones fueron correctas.
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