Fútbol
Cuando Al Khelaifi trabajó en un proyecto de Superliga que defendía la «eliminación total de las competiciones domésticas»
Francia
El diario galo 'L'Equipe' desvela que el presidente del PSG y la ECA, hoy frontalmente opuesto a una Superliga europea, trabajó en su propio proyecto de torneo continental
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Nasser Al Khelaifi pasa por ser, junto con Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, y Javier Tebas, presidente de LaLiga, uno de los tres integrantes del trío que con mayor ferocidad se ha opuesto a la puesta en marcha de una Superliga europea de fútbol, o al menos los que más ruido han hecho en su contra. El presidente del París Saint-Germain se plantó desde el principio frente al proyecto liderado por Florentino Pérez, tanto desde su cargo en el club francés como desde la Asociación de Clubes Europeos (ECA). Sin embargo, según avanzó en enero el 'Financial Times' y ha confirmado este martes 'L'Equipe', esto no fue siempre así. De hecho el catarí trató de impulsar su propia Superliga.
El diario deportivo galo ha revelado, en una información titulada «Cuando Al Khelaifi y el PSG trabajaron en un proyecto de Superliga», que el presidente del club parisino mantuvo contactos con Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y entonces también de la ECA, en una competición europea que reuniera a los equipos más potentes del continente. Muy al estilo de lo que propone la actual Superliga. Aporta incluso el nombre con el que pretendían bautizarla: 'Bohr Revelations'. Un nombre que hacía alusión al físico danés del Siglo XX Niels Bohr, padre de la bomba atómica.
El propio Agnelli reconoció al 'Financial Times' su reunión en la capital francesa con el presidente del Paris Saint-Germain, donde hablaron de la necesidad de crear un torneo nuevo porque si no «estaban muertos». Sucedió en 2020, mucho antes de que en abril de 2021 se anunciara a bombo y platillo el nacimiento de una Superliga apoyada por el Real Madrid, el Fútbol Club Barcelona y la Juventus de Turín, así como otros nueve grandes clubes, provocando un auténtico terremoto en el fútbol europeo.
El anuncio de la Superliga dio la puntilla al proyecto Bohr, en el que Al-Khelaifi había trabajado en la parte financiera mientras Agnelli se ocupó de la gobernanza de la nueva competición, pero ya antes diferencias entres sus diferentes enfoques lastraron su desarrollo.
«Todo un grupo de clubes buscaba formas de mejorar las competiciones europeas, cómo hacerlas más atractivas, cómo generar más ingresos. Esto se hizo íntegramente con el conocimiento de la UEFA», se justifica el entorno del presidente del PSG, furibundo defensor de la Champions League desde que asumió la presidencia de la ECA.
«Eliminación total de las competiciones domésticas»
Según 'L'Equipe', el torneo diseñado por Al Khelaifi y Agnelli lo jugarían 24 equipos, con 14 clasificados directamente en función de los ingresos más elevados acumulados durante los últimos años. Completarían la lista de participantes dos clubes invitados, Milan y Olympique de Lyon, y ocho más que se clasificarían por sus resultados recientes en competiciones europeas. La fase de grupos constaría de muchos más partidos que en la actualidad, mientras que la segunda fase se desarrollaría como en la actual Champions, con octavos, cuartos, semifinales y final.
Los beneficios se calculaban en unos 12.200 millones de euros, que habrían supuesto 8,2 millones a cada participante. Una solución a la crisis de ingresos en el fútbol y una forma de dejar atrás definitivamente el azote de la epidemia de Covid.
Aunque casi más llamativo que el formato del torneo o los ingresos que pretendía generar, está una de las supuestas cláusulas del proyecto en el que trabajaban Al Khelaifi y Agnelli. Según el rotativo galo este abogaba por la «eliminación total de las competiciones domésticas», no en el sentido de que los clubes abandonaran sus ligas nacionales, sino en el de utilizar en las mismas una suerte de equipos B o de suplentes.
Una filosofía que choca de forma muy llamativa con lo que ha defendido el propio presidente del PSG desde que es la cabeza visible de la ECA, criticando que la Superliga impulsada por Florentino Pérez atacaba a la esencia y la pirámide del fútbol, con efectos nefastos para las ligas europeas y para los clubes modestos.
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