Irene Paredes: «El beso de Rubiales a Jenni Hermoso fue un gesto desafortunado»

-¿Cómo está? ¿Cómo ha sido el vuelo de regreso a España y el día que lleva encima?

-Bien, largo. La verdad es que no sé muy bien en qué día estoy. El vuelo, bien, con todas las horas que son el volver desde allí. Ayer tuvimos celebración, se alargó la noche y hoy ya estamos de vacaciones.

-¿Se esperaba tanta gente como la que hubo en el recibimiento?

-Bueno, tenía la esperanza porque los mensajes que nos llegaban a Nueva Zelanda y Australia eran muy positivos, de que había mucha gente enganchada, mucha gente siguiéndonos. Ayer, al llegar al escenario y todo, una pasada, porque además llegamos tarde y se agradece que te reciban así.

-¿Qué planes tiene ahora?

-Pues descansar. Han sido semanas muy intensas, con mucho trabajo, mucha tensión, mucha carga física también. Así que ahora tenemos diez días por delante para relajarnos y mi intención es descansar totalmente

-Ha comentado lo importante que ha sido el apoyo de su hijo Mateo para usted. ¿Qué le contará cuando sea mayor sobre el éxito de su madre?

-Ha sido como un amuleto para nosotras. Al ser tan social, a todo el mundo le ha dado buenas vibras. Una pena que no se vaya a acordar, porque todavía es muy chiquitín. Pero lo que siempre le voy a decir, y creo que se lo va a decir más gente, es que, no sé en qué porcentaje, pero ha influido en este triunfo. Porque incluso en los días más grises, más difíciles a todos y todas nos ha sacado una sonrisa. Y eso es de agradecer.

-¿Qué le gustaría que hubiesen aprendido los niños y niñas de este Mundial?

-Lo más importante es que vean que es posible. Es algo sin lo que hemos crecido la mayoría de nosotras. Es abrir caminos y que los niños y niñas que empiezan hoy a jugar al fútbol, vean que es posible jugar un Mundial y ganarlo, que no se pongan límites. Al final, cuando eres pequeña, eso es básico para poder desarrollarte y creo que es el mensaje más potente que podemos dar.

-¿De qué orígenes no nos podemos olvidar después de este triunfo?

-Nos tenemos que acordar de lo rápido que ha evolucionado todo y de todo el trabajo que han hecho muchas chicas antes de nosotras. Porque ahora nosotras recogemos los frutos, pero ha habido muchas generaciones antes que han tenido que pelear por jugar, que han tenido que pelear mucho por tener unas condiciones mínimas, unas condiciones dignas y hay que acordarnos de ellas y saber que esto también es suyo.

-Parece muy exigente consigo misma. ¿Qué nota se pondría en este Mundial?

-Ha sido un Mundial en una situación difícil, personalmente, pero creo que con la ayuda de mi familia, que estuviese Mateo allí, pues he podido dar un rendimiento bueno. Quizá no estaba a mi mejor nivel, pero creo que ha sido bueno. Si te tengo que dar una nota, te daría un un siete.

-Si fuera hoy presidenta de la Federación Española, ¿qué es lo primero que haría?

-Yo creo que ahora es momento de disfrutarlo, de saborearlo. Es algo que cuesta mucho, que no puede quedar en un simple instante. Es trabajo de mucha gente, de staff, jugadoras y toda la gente que nos rodea, así que me centraría en eso. Luego, en seguir mejorando, porque el fútbol evoluciona mucho y para poder seguir en la élite, hay que ir mejorando siempre cosas.

-¿Cómo es Jorge Vilda de vestuario para adentro?

-Es una persona cercana que nos conoce muy bien e intenta transmitirnos siempre mucha tranquilidad porque confía mucho en nosotras.

-Sin el físico ni la altura de otras selecciones, ¿qué tenía España?

-El fútbol español nunca se ha caracterizado como tal por una fortaleza, por ser las más altas y las más fuertes. Tenemos una característica muy relevante, que es que nos gusta tener el balón, tocar mucho el balón y así es como hemos conseguido ganarlo. También variando el juego con momentos de transiciones, quizá proponiendo un juego más vertical, pero siempre manteniendo esa esencia de querer jugar y mantener la posesión.

-El talento en España no se termina, sino que va en aumento.

-Sí. Las chicas que vienen desde categorías inferiores, vemos los resultados que están teniendo, siendo campeonas de Europa, del mundo. Viene muchísimo talento por debajo. Se nota que se está trabajando bien y por ello hay que seguir invirtiendo, hay que seguir empujando para que España se ponga primera en el ranking mundial y se mantenga ahí durante muchos años.

-Durante todas las semanas que acumula de concentración, ¿qué ha aprendido de sus compañeras y de sí misma?

-Quizá uno de los aprendizajes más grandes vino después del partido contra Japón, en el que estábamos clasificadas para octavos, pero perdimos cuatro a cero. Además, de una manera bastante dura. Y vimos cómo somos capaces de darle la vuelta a una situación adversa que quizá te pueda quitar confianza de cara a los próximos partidos. Y todo lo contrario. El equipo se rehízo, cogió confianza y así es como afrontamos luego los partidos que quedaban.

-Tiene 12 compañeras que no han estado en la Copa del Mundo, pero se han alegrado por el triunfo. ¿En qué situación quedan?

-Es verdad que ha habido compañeras que no han podido estar, otras que directamente han decidido no estar, pero que anteriormente han aportado mucho a la selección, han ayudado a clasificarse. Al final esto es algo de todas. Hemos tenido que competir las que estábamos allí y hemos sabido hacerlo y tenemos que quedarnos con eso.

-¿Quedan enterrados todos los malos momentos y todo lo sufrido el año pasado?

-No se olvidan esas cosas. Creo que todo el mundo hemos puesto de nuestra parte para que esto siga adelante, para que haya mejoras. Ha habido mejoras instantáneas, hay otras que toman más tiempo. Pero el fin debe ser seguir desarrollándonos, seguir mejorando la selección y en eso nos centramos.

-¿Qué se puede esperar ahora de esta selección?

-Nosotras lo que queríamos era hacer algo muy grande para saber que es posible. Y a partir de aquí, exigirnos más, ir trabajando mucho para poder estar en los grandes torneos y seguir haciendo grandes papeles, porque, como decíamos anteriormente, hay talento y esto debe ser la nueva realidad.

-¿Cómo está Olga Carmona?

-No está bien, porque acaba de pasar uno de los momentos más duros de su vida. Como decía ella, el otro día fue el día más feliz y el más triste. Es una pena, pero se siente arropada. Tenía parte de su familia aquí y apoyo no le va a faltar para que siga adelante.

-¿Con qué imagen se quedaría del Mundial?

-Con el momento final, cuando tenemos la copa en nuestras manos.

-¿Puede crecer más todavía?

-Sí, siempre he dicho que siempre se puede mejorar. Soy muy exigente. Me gusta valorar mi rendimiento. Me gusta que me lo valoren. Y es verdad que que soy de las veteranas del equipo, pero confío en seguir mejorando y en seguir dando rendimiento en esta selección.

-Tengo que preguntarle por el beso de Rubiales.

-Ahora mismo estamos de celebración y queremos centrarnos en eso, de este tema ya se ha hablado y yo no me quiero meter ahí.

-¿Os ha molestado que vuestro triunfo se vea empañado?

-Está claro que es un gesto desafortunado, pero como te decía, nosotras estamos muy, muy felices por lo que hemos conseguido y no queremos que se empañe todo esto, sino que se que se valore y que lo disfrutemos mucho.