El enigma Ansu Fati

Sus lágrimas al salir del campo reflejaban la frustración y el hartazgo que sentía pero en el club temían que la prometedora carrera del atacante se fuera al traste. Y más después de que Fati declinara tajantemente una intervención quirúrgica, aconsejado por el fisioterapeuta Joaquín Juan, que solventara de una vez por todas sus problemas en los isquiotibiales, escarmentado por su martirio en la rodilla. Optó por un tratamiento conservador y a principios de mayo de este año recibió el alta médica. No obstante, tras cinco meses ejercitándose con el grupo no se ha encontrado a sí mismo y, prueba de ello, es que en los últimos 22 meses y medio solo ha disputado 15 de los 45 partidos que se han jugado, y ninguno completo.

«Tenemos un plan y lo valoramos con mucha precaución. Es una situación difícil de gestionar, tras mucho tiempo sin jugar. Y el ritmo requiere precaución y tiempo. Yo decido quién juega y quién no y puedo estar acertado o no. Yo decido que es un tema de precaución y prudencia, el año pasado fuimos demasiado rápido», explica Xavi para justificar las incógnitas que rodean al futbolista, que solo ha disputado ratos (226 minutos de 720 posibles) en los ocho partidos que se han jugado esta temporada. Unos datos que le convierten el delantero con menos minutos del equipo, por delante únicamente de Memphis Depay. El 31,2 por ciento del tiempo jugado por Ansu contrasta con el de Lewandowski (87'5%), Dembélé (77%), Raphinha (55'6%) e incluso Ferran Torres (31'3). No hay que olvidar que el bisauguineano heredó el dorsal '10' de Leo Messi y fue bautizado como el jugador franquicia del Barcelona.

Lo cierto es que desde el cuerpo técnico se mantienen la sudas sobre la total recuperación de Fati. Aunque ante la Real Sociedad marcó un gol y dio dos asistencias, consideran que aún le falta chispa y que sus acciones no tienen la velocidad ni la potencia de antes de lesionarse. Fuentes del vestuario aseguran que sus entrenamientos son buenos pero en los partidos detectan que no está al cien por cien.

Surgen las incógnitas sobre el futuro de Ansu Fati y la posibilidad de que pueda ir convocado al Mundial, después de que Luis Enrique («En su club solo ha jugado un partido oficial de titular y eso a mí me dice algo. Ojalá volvamos a ver al mejor Ansu pero a día de hoy no le veo para la lista, ojalá recupere el nivel que creo que hoy en día no tiene, pero está en el proceso», explicó el seleccionador) no le haya convocado para jugar los partidos ante Suiza y Portugal de este último parón liguero. La lesión de Memphis (podría estar tres semanas de baja por sus molestias musculares) y la acumulación de partidos en octubre son las bazas a las que se aferra el atacante para agotar las opciones de consolidarse en el Barcelona y poder acudir a Catar.

Voces médicas autorizadas consideran que si el futbolista hubiera pasado por el quirófano tal vez viviría una situación muy diferente. «El problema es que tiene una pérdida de la función muscular, de la potencia y la elasticidad del músculo y le está costando más recobrarlo de lo que se esperaba» , explica el doctor Pedro Luis Ripoll, director de Ripoll y De Prado, centro de excelencia Fifa. El traumatólogo añade: «Es muy difícil volver a ser un titularísimo de un gran equipo porque hay que llegar en óptimas condiciones. Barcelona, Madrid, Bayern, etc., no tienen minutos para que los jugadores cojan el ritmo. Ahí también entra el factor psicológico».

Ripoll advierte del presente de Fati y del optimismo que no debe abandonarse a pesar de todo: «Una nueva lesión de larga duración sí podría afectar a su carrera pero si supera esta fase y recupera sus habilidades debe regresar por la puerta grande al fútbol mundial, algo que todos deseamos, pero debe trabajar el factor psicológico».