Fútbol
Las otras voces del Burgos: «La gestión de los Caselli es un desastre»
Empresarios de la ciudad y aficionados del equipo se movilizan contra los compradores de 2019, a los que acusan de poner al club en una situación crítica
El Burgos FC y sus aficionados se debaten estos días entre la euforia por el ascenso a Segunda y la preocupación por la situación económica que atraviesa el club. En una entrevista a su presidente publicada en ABC este lunes, Franco Caselli ... sacaba pecho por el hito que supone regresar a la categoría de plata veinte años después. Dos años más tarde de que su familia, con su padre Antonio al frente, comprara la institución, la ciudad de Burgos volverá a respirar fútbol profesional. Sin embargo, una buena parte de sus seguidores no están tan convencidos de que el ascenso se haya logrado gracias a su gestión, sino más bien al contrario.
El coronavirus ha sacudido las ya de por sí sensibles cuentas del fútbol modesto. En el Burgos, esta situación se ha traducido en constantes impagos que incluso llegaron a poner en peligro su supervivencia. Preguntado al respecto, Franco Caselli aseguró que todo estaría resuelto el 30 de junio , fecha límite que pone la Liga para saldar todas las deudas. Una circunstancia que, a juzgar por los antecedentes, muchos temen que no se produzca, ya que la familia Caselli no paga las nóminas desde finales de 2020. Ha sido un grupo de empresarios, los antiguos propietarios del Burgos, los que se han ido haciendo cargo de las mismas en la medida de lo posible.
Uno de estos pagadores es Nacho San Millán, quien explica a ABC cómo han ido salvando al Burgos de una situación aún peor: «Les dejamos el club saneado en 2019 y la realidad es que han gestionado fatal, con fichajes desorbitados y despidiendo a jugadores y entrenadores muy fácilmente. El primer año perdieron tres millones, pero aportaron dos y algo compensaron. Este año no han puesto ni un euro. La gestión de la primera temporada fue mala, la de esta es un desastre ». En su opinión, el único acierto fue la contratación de Michu como director deportivo, responsable de armar una plantilla que sobre el campo, pese a los impagos, ha logrado el ascenso.
Según cuenta San Millán, Antonio Caselli acudió a ellos solicitando un préstamo. «Somos empresarios y sabemos lo complicado que está siendo todo, así que accedimos». Para ello, acordaron una pignoración con una opcion de compra de las acciones cuyo plazo se ha ido prorrogando. Los Caselli no trajeron el dinero ni en marzo ni en abril ni en mayo. «Nos dimos cuenta de que se podían ir y no teníamos nada. Llevan meses diciendo que iban a traer el dinero». Actualmente, la familia Caselli es propietaria de tan solo el 10% del Burgos , perteneciendo el 83% a Yucon Bussines, empresa que agrupa a estos antiguos propietarios. El 7% restante es de pequeños accionistas.
Situación crítica
Entre estos últimos está Sergio Sainz , tesorero de la Asociación de Pequeños Accionistas del Burgos CF, muy crítico también con la gestión de los Caselli: «Ahora mismo no son los propietarios, sino pequeños accionistas, ya que no pagaron el préstamo a los antiguos propietarios. La situación en la que han dejado el club es crítica . Hay una deuda millonaria en un año y deben dinero a todo el mundo, no solo a jugadores, también a trabajadores. Menos mal que la situación deportiva ha acompañado porque todo se basaba en el ascenso. La deuda, de unos dos o tres millones, es asumible estando en Segunda, no tanto en Segunda B».
Según ha podido corroborar ABC, multitud de trabajadores del club no reciben la nómina de manera regular desde el mes octubre, y cuando se les pega, es mediante Yucon Bussines : «La última nomina fue en mayo, y era la de marzo. Nos han estado pagando los antiguos propietarios y las cuentas están embargadas. Por nuestra parte no ha habido denuncia porque somos empleados del club, estábamos antes y con suerte seguiremos aquí después. No queremos denunciar al club y no podemos denunciar a los Caselli», dice uno de ellos. Yucon Bussines ha hecho aportaciones cercanas a los dos millones de euros desde el mes de noviembre.
De acuerdo con Sainz, quien sigue muy de cerca las cuentas del club, la familia Caselli no ha metido dinero esta temporada. El presidente del Burgos, en cambio, declaraba que más del 70% del capital social había sido aportado por su familia y la idea era seguir inyectando billetes de cara a competir en Segunda. «De los 4,2 millones presupuestados no han pagado nada. Los antiguos propietarios han puesto más de dos, pero se sigue debiendo más de un millón», dice Sainz. En diciembre, la familia Caselli confirmó que la deuda era de 190.000 euros pese a que una auditoría la cifró en 3,3 millones. Para salvar esta situación, la empresa Football Success Case, propiedad de la familia Caselli, iba a aportar 1.795.000 euros que nunca llegaron en su totalidad ni tampoco los 800.000 de patrocinio del holding SR Investments Group.
Más tarde, cinco días después del histórico ascenso, los jugadores denunciaron al club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por impagos: 1,3 millones de euros en concepto de primas esta temporada y los sueldos de abril, mayo y junio.
Un futuro incierto
Los próximos 6 y 7 de julio tendrá lugar una junta de accionistas que se espera que aclare el futuro de la entidad. «Se les ha puesto una demanda y se les ha obligado a convocar una junta de accionistas en un mes. Pero tenemos un problema de tiempo, ya que la Liga exige que todas las deudas estén saldadas el 30 de junio y antes tiene que haber una auditoría porque no se sabe cuánto hay que pagar exactamente», dice Sainz. «No sabemos de cuánto es el agujero ni las denuncias que hay. Ahora estamos intentando que entren dos de los nuestros al consejo de administración, nos den poderes y podamos aportar capital. Vamos a pagar para culminar el ascenso deportivo y económico », añade San Millán. La familia Caselli, por su parte, asegura a este diario que el dinero acabará llegando.
El siguiente paso es la inminente entrada de estos dos nuevos miembros al consejo de administración del Burgos. «El 6 de julio, si hay ocho miembros y siete somos nosotros, seremos los que gestionaremos», asegura San Millán. Preguntado por la figura de Franco Caselli, dice no tener problema alguno con que siga de presidente: «Esa no es nuestra guerra, pero mandaríamos nosotros. El chico no tiene la culpa de lo que hace su padre», opina. «La aspiración de los Caselli es presidir River Plate y solo quieren que se hable bien de ellos», dice Sainz.
Finalmente, de cara a competir en la Liga SmartBank, el Burgos no solo tendría que estar sin deudas el 30 de junio, sino que deberá afrontar diversas modificaciones en el estadio en un plazo de dos años cifradas en más de 400.000 euros. Un reto mayúsculo para un club y una ciudad que celebra el ascenso con altas dosis de cautela.
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