FÚTBOL FEMENINO
La Federación deja el balón en el tejado de las futbolistas: o se presentan o se enfrentan a la amenaza de duras sanciones
Montse Tomé se estrena con una convocatoria amenazante: devuelve el órdago a las jugadoras y cita a 20 firmantes del #seacabó
Deja fuera a Jenni Hermoso para «protegerla» e incluye a 15 campeonas del mundo y cinco amotinadas
Tomé: «Sé que las jugadoras van a estar con nosotros»
La partida que entablan desde hace semanas la RFEF y las internacionales del #seacabó ha entrado en una nueva fase. Si las futbolistas lanzaron el pasado viernes un órdago a la Federación renunciando a la selección española hasta que no se aceptaran sus exigencias, Montse ... Tomé parece no haberse querido quedarse atrás y ha subido la apuesta. La nueva seleccionadora ha convocado a 20 de las 39 firmantes del comunicado, sin que la RFEF haya alcanzado antes un acuerdo con ellas. Una amenaza en forma de convocatoria, pues las sanciones a las que se enfrentan las jugadoras si no acuden a la llamada de la selección son severas.
El lunes amanecía en Las Rozas con la incertidumbre de conocer en qué fecha se anunciaría la lista. La única certeza se encontraba en la postura de las futbolistas. Después de un fin de semana de conversaciones, la Federación buscaba a la desesperada un acuerdo con ellas. Las jugadoras, para volver a enfundarse la camiseta de la Roja, habían exigido importantes cambios estructurales en la RFEF. El organismo presidido por Pedro Rocha fijó el domingo como fecha límite para que las futbolistas entregaran una lista con los nombres y apellidos de los miembros señalados, los que quieren fuera de la RFEF, con el fin de que no hubiera relación entre esas personas y las convocadas.
Pero el plazo venció sin respuesta por parte de las futbolistas. De lo que se podía inferir que la postura de las internacionales no había cambiado, sobre todo por reticencias hacia los supuestos cambios liderados por Rocha. A media mañana de ayer, la RFEF comunicaba que la presentación de Tomé como seleccionadora y el anuncio de su primera lista de convocadas, inicialmente programados para el pasado viernes, tendrían lugar a las 16.30 horas.
La siguiente jugada llegó en forma de comunicado de la Federación. Dos horas antes de la cita, y ante la inacción de las futbolistas, a través de su escrito transmitía a las internacionales su compromiso de «llevar a cabo cambios», las instaba «a sumarse» a ellos y garantizaba un «entorno seguro» para ellas. Una última intentona de persuadir a las jugadoras del #seacabó.
La bomba llegaba dos horas más tarde en el en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, al conocerse las 23 integrantes de la primera lista de convocadas de Montse Tomé. Entre ellas, la inesperada inclusión de 20 jugadoras firmantes del comunicado del pasado viernes. La sorpresa y el asombro inundó la sede de la Federación. A pesar de su nula respuesta, quince campeonas del mundo eran citadas. La ausencia más destacada, Jenni Hermoso, protagonista involuntaria a nivel mundial durante este mes. Según Tomé, era «la mejor manera de protegerla».
La jugada de la nueva seleccionadora adquirió una nueva dimensión cuando se conoció que, además de las mundialistas, cinco amotinadas eran incluidas en la lista. De las cuales, dos se arrepintieron pero no fueron llamadas al Mundial (Lucía García y Laia Aleixandri) y tres se mantuvieron en su posición hasta el final -Mapi León, Patri Guijarro y Amaiur Sarriegi-. Una muestra del calibre del órdago por parte de la Federación y de la asturiana.
Más confianza que hechos
Tomé tuvo que dar explicaciones sobre el supuesto acuerdo que había alcanzado para convencer a las jugadoras para que regresaran a la selección. Preguntada en varias ocasiones, aseguró que había mantenido conversaciones con ellas, pero fue incapaz de aseverar que las futbolistas le hubieran confirmado su disposición a volver. Habló más por lo que calló que por lo que afirmó. Las convocadas por Montse Tomé, en su mayoría, no fueron conocedoras de su inclusión en la lista hasta que esta fue pública. La sorpresa y el enfado entre ellas fue mayúsculo.
El panorama que se les presenta es más que complejo. Hoy están citadas en la Federación para comenzar la concentración, por lo que el margen de maniobra con el que cuentan es mínimo. Si se mantienen en su postura y plantan a la RFEF, podrían enfrentarse a una retirada de su licencia federativa de dos a cinco años –lo que les impediría jugar también con sus clubes– y una multa que iría desde los 3.006 euros hasta los 30.051. La FIFA, que también obliga a las jugadoras a acudir a la selección, tiene unos plazos que deben ser cumplidos. Cada federación debe trasladar al organismo las integrantes de la convocatoria con 15 días de antelación, además del correspondiente aviso a las futbolistas. Lo que indica que la batalla podría trasladarse a un escenario jurídico.
Para decidir sobre seguro, las 20 jugadoras implicadas han acudido a los respectivos departamentos legales de Futpro, FIFpro y AFE. Desean conocer exactamente qué consecuencias traería para ellas no acudir a la convocatoria y actuar en consecuencia. Todo ello en consenso con sus clubes, agentes y su círculo más cercano.
Las tres futbolistas ubicadas al margen del revuelo incesante en la selección española femenina son Athenea del Castillo –quien afirmó que «las jugadoras no pueden ejecutar estos cambios que piden porque no son las designadas para esto»–, Rosa Márquez y María Méndez. La primera, campeona del mundo, y ninguna de las tres, firmantes del comunicado del #seacabó.
La RFEF, además de la lista, aprovechó la jornada para presentar oficialmente a la seleccionadora asturiana y a su cuerpo técnico: Javier Lerga (segundo entrenador), Irene del Río (técnico auxiliar), Carlos Sánchez (preparador de porteras), Blanca Romero (preparadora física) Emilio González (psicólogo) y Rubén Jiménez y Kiko Meléndez (analistas). El puesto de director deportivo del área femenina, sin ocupar desde la salida de Jorge Vilda, sigue vacante.