Hayes-Davis prolonga la pesadilla del Madrid

Campazzo lo es todo en este Madrid y obra suya fue el buen inicio, aunque falto de brillantez, de los blancos en el duelo. Aprovecharon los locales los cortocircuitos turcos en ataque para tejer una buena ventaja en los primeros minutos, negado el Fenerbahçe de cara al aro por su precipitación pero también por la intimidación de Tavares. Los triples de Deck, Llull e Ibaka hacían vibrar a las gradas mientras Mateo se permitía el lujo de rotar a diestro y siniestro, obligado el madrileño a involucrar a todos sus jugadores para salir del profundo bache en el que habitan.

En el segundo cuarto comenzaron a activarse los visitantes ante un Madrid que, sin sus estrellas, volvía a convertirse en un grupo inerte, blando en defensa y muy inseguro en ataque. Una canasta de Biberovic hizo saltar las alarmas, el Fenerbahçe había empatado el marcador sin demasiado esfuerzo ni oposición. Nigel-Hayes, exazulgrana y único jugador de la historia en anotar 50 puntos en un duelo de Euroliga, era capaz de deshacer la defensa blanca a su antojo, incluso con Tavares cercándole.

Los 14 puntos del estadounidense en la primera parte fueron un bolo de difícil digestión, una cerilla que prendió a todos sus compañeros. Melli se unió a su causa desde la larga distancia, superclase la del italiano, y solo un triple de Campazzo en la penúltima posesión de la primera parte evitó que la diferencia no fuese preocupante. Al descanso, el Fenerbahçe mandaba por seis.

Tras la reanudación, el Madrid se centró en buscar a Tavares, una estrategia que fue de lo más fructífera, muy superior el africano a Colson, pívot que roza por los pelos los dos metros de estatura. Sin embargo, sus canastas fueron insuficientes para disimular la vulgaridad de los blancos. Cada posesión era un sufrimiento, sin ideas, casi sin pasión por su trabajo. Mientras, el Fenerbahçe no paraba de encestar. Un mate a dos manos de Birch elevó la renta turca hasta los 13 puntos, la máxima del duelo.

Hubo una ligera reacción de los locales en el último acto, pero en ningún momento dieron la sensación de poder acometer una remontada, pese a los esfuerzos de Campazzo, un poco pasado de revoluciones. Tras una actuación discreta, Baldwin emergió como líder del Fenerbahçe, espectacular el norteamericano a la hora de desafiar y dejar clavado a Tavares. Hayes-Davis siguió a su compatriota y anotó un triple que puso al Madrid con 14 puntos de desventaja. La situación fue irreconducible e incluso Hezonja fue expulsado por sus reiteradas protestas.