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El futuro sin Pellegrini
El Betis y el chileno no tienen abierta negociación para la renovación a falta de año y medio del fin del contrato, la fecha más corta de la etapa del técnico
Pellegrini: «Estuvimos muy pasivos y les dejamos jugar»

El Betis se prepara para un futuro a corto o medio plazo sin Manuel Pellegrini a los mandos de su primer equipo como entrenador. El club verdiblanco y el técnico chileno no tienen abierto en estos momentos el diálogo para la negociación de ... la renovación de su contrato, que expira en junio de 2026, y convive ahora el preparador con la vinculación de más corta duración con la que ha estado en Heliópolis desde que aterrizó en el verano de 2020. Entonces firmó por tres años, hasta 2023, pero en diciembre de 2021 amplió por dos temporadas más, hasta 2025. No se esperó a agotar mucho el tiempo cuando en julio de 2023 se firmó que la relación iba a crecer hasta 2026. Siempre tuvo un margen mayor para negociar un entendimiento y ahora se acerca la fecha de expiración con el Betis en crisis de resultados, con datos objetivos que presentan el curso actual como el peor en la etapa de Pellegrini y con síntomas evidentes de finalización de un ciclo, algo que se toma como natural por parte de la entidad y del propio entorno del entrenador.
Llegó Pellegrini en 2020 señalando de primeras que contemplaba que los ciclos ideales para un técnico eran de tres campañas y su buena línea de resultados ha hecho que renovara en dos ocasiones por el Betis asumiendo su liderazgo en el proyecto. La primera, en 2021, fue por el deseo del club de atar su futuro a un técnico tan cualificado después de la clasificación europea y la segunda, la de 2023, sirvió para lanzar un mensaje al mercado después de que llegaran al entorno del técnico ofertas muy potentes tanto europeas como de Arabia Saudí. Todas estas actualizaciones han hecho que Pellegrini y sus colaboradores ocupen una parte muy importante de la masa salarial del club bético, al que hasta la fecha han devuelto con buenos resultados toda esta inversión destacando el título de la Copa del Rey de 2022 y las cuatro clasificaciones continentales consecutivas (tres para Europa League y una para Conference), en una secuencia histórica para la entidad.
El contexto actual es que el Betis y Pellegrini no se han movido para iniciar el diálogo para renovar entendiendo las partes que los horizontes de 2025 y 2026 son los que están marcados para el adiós del chileno. Puede ser al término de esta campaña si los resultados no son los adecuados y el equipo no entra en Europa siempre y cuando tanto el preparador como el club estén de acuerdo. Si no se da el marco y la entidad y Pelllegrini quieran apurar su último año, así ocurrirá y su salida será más natural y no mediará decisión previa. Lo que está claro es que la cuestión económica pesa dado que la rescisión del chileno y su cuerpo técnico es muy alta y también la ruptura unilateral del técnico está protegida por una cláusula que ronda los ocho millones. El diálogo se antoja fundamental al término de este curso para evaluar el presente y el futuro.
El relato de la futura marcha de Pellegrini es un escenario que tendrán que plantear tanto el entrenador como el club cuando llegue el momento. Las partes quieren que después de tantos años de relación se viva con naturalidad un momento así y no haya tensiones. Lo que se buscará es evitar una marcha polémica como sucedió con otro personaje que alcanzó esta cota de popularidad entre los béticos como fue Lorenzo Serra Ferrer. Ya llegará esta situación en función de los resultados pero por ahora la relación del club, consejo y dirección deportiva, con Pellegrini es buena y no hay tiranteces más allá de las divergencias propias del enfoque por los resultados obtenidos, principalmente por la decadencia del conjunto desde hace más de un año, y de los planteamientos de mercado, donde a veces hay opiniones diferentes, como es natural.
Sí es cierto que el Betis optó en el verano de 2023 no sólo por renovar a Pellegrini sino darle una vuelta a la estructura de su plantilla de cara a refrescar los personajes principales de la misma y no tener que cambiar de entrenador dado que había ya síntomas de agotamiento de su discurso con la base del equipo campeón de Copa. No es casual que en pocos meses se marcharan futbolistas que tuvieron un papel tan relevante y ascendencia en el vestuario como Canales, Guardado, Borja Iglesias, Fekir, Pezzella o Guido, además de la retirada de Joaquín. Ha habido cambio de capitanes en poco tiempo y ese peso de equipo se ha movido, así como se han producido errores en la planificación que han depreciado algunas posiciones de la plantilla en estos años como se ha podido evidenciar, principalmente, en las posiciones de lateral izquierdo y delantero centro.
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