Unai Emery, el señor de la Europa League

Como no podía ser de otro modo, la victoria dejó sobre el césped a un Emery emocionado que sigue sumando méritos a su extensa trayectoria. Sin renunciar a la valentía que siempre le ha caracterizado, tal y como hizo también contra el Arsenal en la semifinal, el equipo de Emery se sobrepuso al favoritismo del United y a una agónica tanda final que terminó cubriendo de felicidad a la localidad de Villarreal. Tras los títulos con el Sevilla ante Benfica, Dnipro y Liverpool, el United se une a su lista de víctimas en la Europa League. Nadie ha ganado más títulos de este tipo que él y solo el Chelsea, en la final de 2019, fue capaz de arrebatarle la gloria.

La carrera de Emery es una oda al trabajo, la constancia y la superación, escalando desde el fútbol más modesto hasta llegar a algunos de los banquillos de mayor relumbrón del continente. Han pasado diecisiete años de su debut en la banda, cuando militando en el Lorca le ofrecieron el puesto de entrenador a mitad de temporada al estar escapándose el objetivo de ascender a Segunda en Navidades. Pedro Reverte era el director deportivo del club murciano y fue quien propuso a Antonio Baños, presidente de la entidad, convertir a Emery en entrenador-jugador. El vasco era uno de esos futbolistas que sorprendía con sus análisis tácticos y poseía, con 34 años, el nivel 3 de entrenador. Cuando le comunicaron la oferta, le preguntaron si tenía miedo: «Para nada… Si usted quiere, lo seré», contaría luego Baños a ABC Sevilla. Subió a Segunda en 2005, estuvo a punto de repetir ascenso a Primera en 2006 y terminó llegando a la máxima categoría en 2007 con el Almería. Su nombre empezó a sonar con fuerza en algunos despachos de la élite del fútbol español.

Quienes han trabajado con él todos estos años destacan, principalmente, dos de sus facetas: la intensidad con la que vive el fútbol y lo muchísimo que ama a este deporte . Por ejemplo, los lunes, antes de los entrenamientos, acostumbra a comprar todos los periódicos deportivos para estar al tanto de todo lo que ha pasado durante el fin de semana. Cuando le ofrecieron el banquillo del Valencia, Juan Sánchez, el que fuera entonces director deportivo che, se sorprendió al ver que conocía a la plantilla mejor que muchos de los que ya trabajaban en el club. Y más tarde, cuando entrenó al PSG, era el primero en llegar a la ciudad deportiva y el último en irse, tal y como contó Luis Fernández en una ocasión. Cavani, al que entrenó en París y uno de sus rivales ayer en Polonia, dijo de él: «Es uno de los mayores apasionados al fútbol que conozco».

Emery es, también, un estudioso del fútbol . Cuando en 2012 fracasó en el Spartak de Moscú, acudió a unos cursos que daba en su escuela Raynald Denoueix, uno de los técnicos que más ha influido en su carrera. «Se sentó en una mesa y se puso a tomar apuntes como uno más», contó después. No fue mucho más tarde cuando acabó entrando en la historia del Sevilla con tres Europa League, asumió las riendas del megaproyecto del PSG y cogió el relevo de Wenger en el Arsenal. Todo antes de llegar a Villarreal, donde se ha ganado un hueco en el libro de la historia del club amarillo.