Juan Carlos Pérez de la Fuente: «El repertorio es un bosque; si se quema, no es fácil de recuperar»

¿Con esa calma llega al Fernán Gómez?

Pero con las mismas ganas de trabajar que he tenido siempre; hay muchas cosas por hacer. Me siento muy honrado de que me hayan elegido para dirigir este teatro; aquí empezó mi carrera profesional en 1990, con 'Asamblea de mujeres', una obra de Lauro Olmo y Pilar Enciso.

¿Tiene ya pensadas las líneas maestras de su dirección?

Este teatro se va a dedicar al repertorio, tanto español como internacional, de los siglos XIX y XX. Es lo que me han pedido, pero es que además creo en la necesidad de que esté presente; he escuchado que tengo obsesión con el repertorio. No es eso; es que son nuestros maestros y todos somos hijos de ellos. Son el patrimonio de un país. Mire, le cuento una anécdota; recuerdo cuando monté 'La vida es sueño' y se lo comenté a mi quiosquero. «¡Ah, 'La vida ensueño'», me dijo. Ahí empieza el lío. El repertorio es como un bosque que, si se quema, no es fácil de recuperar.

¿Tiene pensados ya autores?

Es pronto, pero están en la cabeza de todos: desde Arniches a Buero Vallejo, Jardiel Poncela, Ibsen, Chéjov... Y Fernán Gómez. El teatro lleva su nombre y debe tener su espíritu. Fernán Gómez es el hombre más importante de la cultura española; lo tocó todo y todo bien... Pienso en algunas de sus películas, como 'El extraño viaje', en su discurso de entrada en la Real Academia Española y la contestación de Francisco Nieva, que fue magnífica.... De momento son ideas, pero insisto, su espíritu ha de estar presente en la actividad del teatro. Quiero buscar financiación para poner una estatua suya en el teatro, como la de Laurence Olivier en el National Theatre de Londres.

¿Qué papel van a jugar los autores de hoy, la creación contemporánea?

La idea es que su espacio sea la Nave del Matadero que dirigirá Luis Luque. Aquí nos ocuparemos del repertorio.

¿Piensa dirigir usted?

Tengo estipulado en mi contrato que puedo dirigir un montaje cobrando aparte la dirección y uno más sin hacerlo.

Ha dicho que hay mucho que hacer, ¿por dónde va a empezar?

Primero tengo que aterrizar y ver con qué presupuesto cuento, qué se puede hacer y qué no. Mi intención es abrir el teatro a la ciudad, a Madrid. Quiero organizar tertulias y llevarlas a la radio y la televisión; hacer entrevistas a fondo con grandes figuras de nuestro teatro, como José Sacristán, por ejemplo, para que les conozcamos a fondo. Se llamarían 'Siéntate, tenemos que hablar', una frase que va a ser el santo y seña de este teatro. También me gustaría que la sala de exposiciones se dedicara a esas mismas figuras: yo quiero ver en esa sala una gran exposición dedicada a José María Rodero, a Lina Morgan, a María Jesús Valdés, a Amparo Rivelles, a Alberto Closas... Éste es un Centro Cultural, no solo un teatro, y me gustaría que se abriera al cine, y hacer un ciclo de películas que tengan que ver con Madrid y nos ayuden a descubrir la ciudad.