Las sandalias que han conquistado el mundo

La marca Birkenstock existe desde 1774, año en que fue registrada en el archivo eclesiástico de Langen-Bergheim, en Hessem por el «maestro zapatero y súbdito» Johann Adam Birkenstock, el creador de unos zapatos flexibles fabricados en cuero y sujetos por hebillas pensadas para los oficios. En 1896, su sucesor Konrad Birkenstock visitó numerosos gremios para vender su idea de calzado de arco flexible y cerrar contratos de licencia que las popularizaron en un extenso territorio. En los años 30 del siglo XX, la empresa se lanzó a impartir cursos formativos a más de 5.000 zapateros que siguieron esta línea de diseño y en 1947 publicó un libro que catalogaba las sandalias como un «calzado ortopédico» que proporciona un «andar según el deseo de la naturaleza». A esas alturas, el diseño se había diversificado en multitud de modelos y colores: muy pronto comenzaría la conquista de la moda europea. En 1963, el modelo «Madrid» se convierte en la primera sandalia deportiva de base rehundida flexible. Ya no había vuelta atrás: su comodidad se impuso sobre todo tipos de estilismos. La globalización para las tradicionales sandalias alemanas fue coser y cantar.

Pocos saben que durante mucho tiempo se vendieron exclusivamente en tiendas de productos ortopédicos y que no fue hasta 1993 cuando saltaron al mundo de la moda de la mano del diseñador Marc Jacobs, que se calzó unas Arizona unisex de dos tiras en el desfile de primavera/verano de Perry Ellis de ese año. En ese momento se interpretó como un guiño grunge. Jacobs, de 19 años por entonces, fue despedido. Pero las Arizona se aferraron a la pasarela. La marca supo ver el tirón y lanzó una «línea especial 1774» dedicada a colaboraciones con diseñadores como Proenza Schouler, Jil Sander y Manolo Blagnik, que se apuntaron al reto de reinterpretarlas y que dieron lugar a varios modelos hoy considerados joya. Ya entrados en el siglo XXI, los zuecos y sandalias Birkenstock son un habitual de cualquier revista de moda y calzan los pies de las más exclusivas modelos. Han alcanzado un rango aristocrático desde sus humildes orígenes terapéuticos.

Hoy la empresa tiene 5.500 empleados y 16 ubicaciones en todo el mundo, cuatro de las cuales son fábricas de producción y se encuentran sólo en Alemania. En la primera mitad del ejercicio 2022/23, Birkenstock aumentó sus ventas un 19 por ciento hasta los 646 millones de euros, gracias a la reorientación de su negocio hacia China. En junio celebró el 150º aniversario del nacimiento de Konrad Birkenstock, que a principios del siglo XX desarrolló la plantilla anatómica, y la sexta generación de la familia, los hermanos Alexander y Christian Birkenstock, asistieron como invitados de los actuales accionistas mayoritarios, L Catterton, respaldada por el director ejecutivo de LVMH, Bernard Arnault. L Catterton es una firma de capital privado franco-estadounidense que ha puesto en manos de importantes bancos de inversión la organización de la salida a bolsa. Entre ellos figuran JP Morgan y Goldman Sachs.

El debut bursátil podría producirse después del receso de verano, pero por ahora se mantiene el secreto propio de este tipo de operaciones. Arnault habla de una «marca icónica» a la que los nuevos inversores sólo ayudan a «explotar al máximo su gran potencial de crecimiento». Celebridades como Selena Gómez o Margot Robbie, Kristen Stewart y Kendall Jenner usan Birkenstocks y esta estrategia publicitaria parece estar funcionando especialmente en Estados Unidos, donde la marca ha experimentado recientemente un verdadero auge. Algunos críticos de moda se han referido a este calzado como «sandalias feístas», pero incluso ellos reconocen que en este verano de 2023 constituyen un elemento indiscutible del estilo que triunfa, el netflix-baguette-netflix, que consiste básicamente en ir por la calle vestido con la ropa de estar en casa.