Richard Osman: «Las novelas me sirven para demostrar que todavía existe el humor y la ternura en el mundo»

Si en 'El club del crimen de los jueves' Osman nos presentaba a un grupo de jubilados que se negaban a dejar que el tiempo los dejase a un lado,, ahora los protagonistas son una joven guardaespaldas en problemas, un obstinado policía jubilado que no quiere moverse de su pequeño pueblo y una famosa y alocada escritora de 'best sellers'. Los azares del destino los unirán para intentar resolver una serie de asesinatos que los llevaran por el mundo entero. «Soy como Agatha Christie. Ella tenía a Poirot, pero también a la señorita Marple. Así que yo tengo a mis jubilados, pero me apetecía crear nuevos personajes. Esto no quiere decir que abandonaré al club del crimen, sino que a partir de ahora iré combinando sus historias», asegura Osman.

Sus novelas siempre están basadas en la fuerza de los personajes, no tanto en sus tramas. Aquí ocurre lo mismo. Y por primera vez en la historia tenemos a una nuera y a un suegro como improbable pareja investigadora. «La clave del éxito siempre es unir personajes que no tienen nada que ver en situaciones que les obliguen a interactuar entre ellos. Esto hace que queden marcadas más sus diferencias y cómo las vencen lo que hace que la gente se encariñe de ellos», dice.

Por un lado, está Amy, la guardaspaldas. Por el otro, Steve, el policía retirado, pero el que ha robado el corazón de los lectores, para sorpresa del propio Osman, ha sido el personaje de la escritora, la estupenda Rosie d'Antonio. «Está basada en gente como Jackie Collins, mujeres que explotaron en los 70 y 80 en un mundo editorial acaparado por los hombres y que vendieron millones y millones de libros. Rosie, como Jackie, estuvo metida en Hollywood, en el mundo de la moda y el famoseo y se codeó con todo el mundo amasando una gran fortuna. Como ella dice en la novela, tiene dinero de los 80», confiesa.

En un tiempo marcado por la pesadez y el pesimismo, a Osman no le importa lo que dicte la academia, ni la crítica, él escribe para la gente y une comedia y crimen como nadie en la actualidad. «Escribo personajes interesantes porque las personas me parecen interesantes. Y esto el lector lo nota. Me gusta la gente, creo en su bondad, y eso hace que lo que escribo de ellos salga del corazón y el lector se lo crea», confiesa el autor.

Sus referentes, a parte de Agatha Christie, son heterogéneos, desde Ian Rankin a Margary Allingham, otra de las grandes damas de la era dorada de la novela criminal. Aunque su escritor de cabecera es P. G. Woodhouse, el mejor escritor cómico de la historia. «Utilizo el humor y el crimen para hablar de cosas que me importan y me preocupan. Me gusta la novela criminal porque todo vale, sólo necesitas un cadáver en la primera página y un asesino en la última», confiesa el escritor.

En los próximos meses se tiene que estrenar la primera de las adaptaciones cinematográficas de 'El club del crimen del jueves', película dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Pierce Brosnan y Helen Mirren. Aunque lo que le llegó más al corazón al autor es que está producida por Steven Spielberg. «Llegó en helicóptero al rodaje y todos nos quedamos con la boca abierta. Le di la gracias por sus películas porque como yo te muestran que hay otro mundo lejos de los discursos de odio de los políticos, que hay espacio para amabilidad y la ternura», señala Osman.

De momento, asegura que seguirá escribiendo novela criminal, pero dice que con 54 años todavía le queda una carrera de 25 años y muchas teclas que tocar. «Mi novela favorita es 'Un mes en el campo', de J. L. Carr. A veces me pregunto si sería capaz de escribir una novela tan buena como ésta. Otras me da por pensar una novela histórica o de ciencia ficción, pero siempre con mi regla de un cadáver al principio y un asesino al final», rie Osman.

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En la actualidad, se encierra diez meses en el piso de arriba de su casa a escribir, y dedica dos meses a grabar el concurso 'House of Games' en la BBC2. «A veces te pones nervioso porque escribes una palabra y te das cuenta que te quedan 90.000 más y te parece el trabajo más duro del mundo. Pero es lo que más me apasiona. La literatura es algo mágico y será la última cosa que la Inteligencia Artificial pueda saber replicar con éxito. Hay tantas variables que certifican el éxito de un libro que es imposible replicarlo. Por eso estamos entrando en una edad de oro de la novela, porque la gente se está cansando de lo frío y monótono de los textos de Chat Gpt», concluye.