La reconstrucción de Notre Dame, en datos
Se han tardado únicamente cinco años en reabrir el emblemático templo, en cuya restauración -no concluida todavía- se han invertido 700 millones de euros
Notre Dame ya está restaurada: un espectáculo excepcional
La tarde del 15 de abril de 2019, un incendio iniciado de forma accidental a causa de las obras de restauración de la catedral de Notre Dame, en París, produjo graves daños en este histórico edificio construido entre 1163 y 1345. La emblemática aguja del templo se derrumbó, lo mismo que el tejado; tanto el interior como muchos bienes muebles quedaron afectados por las llamas y el humo. Tras nueve horas de trabajo, los bomberos consiguieron sofocar el incendio. El presidente galo, Emmanuel Macron, prometió entonces que la catedral sería reconstruida en cinco años. A pesar de las voces que negaban esa posibilidad, hoy sábado 7 de diciembre se reabrirán sus puertas en una solemne reapertura.
Reconstrucción
La reforma ha costado unos 700 millones de euros. Al día siguiente del incendio se emprendió una campaña de donaciones para la reconstrucción. En pocas horas se recaudaron 846 millones de euros procedentes de donantes de 150 países. Entre los mayores donantes se encuentran algunas familias francesas muy ricas, como la familia Arnault y el grupo LVMH, así como la familia Bettencourt-Meyers y L'Oréal, la familia Pinault y el grupo Total; Bouygues y JC Decaux, Société Générale, BPCE, Axa y Sanofi. Los 146 millones de euros restantes se destinarán a renovar el exterior del edificio.
Las obras han sido dirigidas por el arquitecto Philippe Villeneuve. La reconstrucción se ha prolongado durante cinco años, y en los han participadocerca de 2.000 trabajadores de 250 empresas; carpinteros, restauradores, techadores, fundidores, expertos en arte, escultores e ingenieros trabajaron en el proyecto, con el consiguiente impulso para la artesanía francesa.
Limpieza
En junio de 2020 comenzó la retirada de las más de 500 toneladas del andamio destruido y de los escombros del tejado y la cubierta. Después, comenzó la limpieza del hollín del incendio y de la suciedad acumulada durante siglos de muros, frescos y cuadros. El órgano fue desmontado pieza por pieza, incluyendo sus 8.000 tubos, para una limpieza a fondo del hollín acumulado.



Bosque de vigas
Se ha recreado el bosque de vigas de madera que sujetaba el tejado, y para ello se han empleado más de 2.000 robles, elegidos uno a uno, y con una importante donación de France Bois Forêtel, el organismo nacional interprofesional de la silvicultura y la industria maderera. La mitad se ha empleado para reconstruir la aguja de Eugène Viollet-le-Duc, de madera forrada de plomo y construida en el siglo XIX durante la restauración del templo, y la otra mitad se utilizan para la estructura del coro y la nave.
Gallo de cobre
En diciembre de 2023 el nuevo gallo de cobre fue colocado a 96 metros de altura. En el interior del gallo, de 90 centímetros de alto, se han colocado varias reliquias cristianas y un pergamino con el nombre de las cerca de 2.000 personas que trabajaron en su reconstrucción. Las alas del gallo tienen forma de llama, con la que se quiere simbolizar que Notre Dame es un nuevo ave fénix que se levanta de sus cenizas.
Órgano
Se ha tardado seis meses en afinar los 8.000 tubos del Gran Órgano, el más importante de los tres que hay en el interior de Notre Dame. Se construyó en 1401 y aún conserva tubos de origen medieval. Como consecuencia del incendio, el órgano estaba cubierto de polvo y contaminación y algunas partes del instrumento estaban deformadas por el calor de las llamas. Se optó por desmontar cuidadosamente los 8.000 tubos, tarea que se llevó a cabo a lo largo de cinco meses, por limpiarlos y volver a montarlos uno a uno. La restauración del instrumento se ha realizado bajo la supervisión de Christian Lutz.



Daños
Se han empleado 1.000 metros cúbicos de nueva piedra para las bóvedas destruidas y los muros dañados. También se han limpiado 42.000 metros cuadrados de superficies de piedra, se han restaurado o limpiado 2.000 estatuas y elementos de decorado y se han colocado 4.000 metros cuadrados de plomo fundido.
Campanas
Las ocho campanas del campanario norte de la catedral, símbolo de Notre Dame, y que pesan en total casi 17 toneladas (16.752 kilogramos para ser exactos), han vuelto a la catedral. Sus nombres -tomados de personas significativas en la historia del templo) son Gabriel (4.162 kg), Anne-Geneviève (3.477 kg), Denis (2.502 kg), Marcel (1.925 kg), Étienne (1.494 kg), Benoit-Joseph (1.309 kg), Maurice (1.101 kg) y Jean-Marie (782 kg). A ellas hay que sumar los dos bordones en la torre sur, Marie (fundida en 1378, 1396, 1402, 1430, 1451 y 1472) y Emmanuel (originalmente Jacqueline, fundida en el siglo XIV, luego en 1430, 1451 y 1480; en 1680, fue bautizada como Emmanuel y se aumentó su peso). Esta campana, considerada una de las más bellas de Europa, toca en Fa sostenido. Su diámetro en la base es de 2,62 m y tiene 21 cm de grosor. Pesa 13 toneladas, de las cuales 500 kilos corresponden al badajo. Las campanas volvieron a sonar el 8 de noviembre, con una nueva que se presentó durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
Visitantes
Se espera que tras la restauración visiten Notre-Dame 15 millones de personas cada año, tres millones más que antes del incendio.



Breve historia
La Catedral de Notre Dame –llamada así en honor a la Virgen María– fue construida entre 1163 y 1345 en la Île de la Cité en París, y fue el Papa Alejandro III quien puso la primera piedra en presencia del Rey Luis VII. Es una de las catedrales de estilo gótico más antigua y la tercera más grande del mundo, solo por detrás de las de Colonia en Alemania y el Duomo de Milán. Durante la II Guerra Mundial, el general alemán Dietrich von Choltitz desobedeció la orden de Hitler de destruir la ciudad antes de entregarla al bando aliado en 1944 y la salvó de la destrucción. Sus campanas sonaron para anunciar, el 25 de agosto de 1944, la liberación de París.
La proporción áurea está presente en su arquitectura, sobre todo en la fachada oeste; sus dos torres miden 68 metros de altura y tienen 387 escalones cada una. Las características gárgolas se añadieron en el siglo XIX, y no son únicamente decoración, sino que tienen una su utilidad práctica: protegen la catedral cuando llueve, evitando que el agua caiga por las paredes y cause daños en la piedra.
El 10 de octubre de 1924 se añadió una placa a las afueras de la catedral con una estrella de ocho picos y la leyenda 'Point zéro des routes de France' (Punto cero de las carreteras de Francia). Es el kilómetro cero, el punto de partida de todas las principales carreteras que van desde París al resto de Francia (como la Puerta del Sol de Madrid en España).
Víctor Hugo inmortalizó la catedral en su novela 'El jorobado de Notre Dame' (o Nuestra Señora de París), en la que contaba la historia de Quasimodo, un jorobado sordo; Esmeralda, una mujer gitana y Claude Frollo, un archidiácono en París en el siglo XV. Ha sido llevada en varias ocasiones al cine y la televisión (entre ellas, la popular versión de animación de Disney de 1996), se ha convertido en ballet en dos emblemáticas coreografías de Jules Perrot y Roland Petit y también se ha adaptado al teatro musical.
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