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ABC Cultural

Una loba gigante y miles de pelucas violetas: el apoteósico concierto de Shakira en México D.F.

La cantante mexicana reunió a mças de 60.000 seguidores en el estadio GNP

Shakira confiesa no haber pasado página tras su ruptura con Piqué

Shakira, durante su actuación EFE
Milton Merlo

Milton Merlo

Corresponsal en México D.F.

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La cantante Shakira concluyó este viernes la primera fase mexicana de su gira mundial 'Las mujeres ya no lloran'. Fue una despedida momentánea ante más de 60.000 personas en el estadio GNP de la Ciudad de México: esta semana la empresa productora anunció que la cantante colombiana regresará en agosto para otros cuatro conciertos. Con ello no hace sino confirmar su buen momento, tras haber alcanzado el récord de 300.000 entradas vendidas a lo largo de siete actuaciones en la capital mexicana, lo que ha supuesto unos 150 millones de euros de beneficio.

Su última aparición comenzó, al igual que las anteriores, con una hora y media de retraso. En los primeros minutos, sin la banda y con la única presencia de una gran pantalla central detrás del escenario principal. Quizá no era lo más apropiado, si tenemos en cuenta la inmensidad del estadio y que las gradas estaban absolutamente llenas de gente.

Sin embargo, estos detalles escénicos no parecían afectar lo más mínimo a los seguidores de la interprete, pues su conocido discurso a favor del empoderamiento femenino tiene un efecto profundo en una sociedad como la mexicana, donde un gran número de mujeres, según datos oficiales, siguen siendo víctimas de la violencia machista en sus diferentes formas. Frente a un público absolutamente entregado, Shakira tiende a reforzar los mensajes de amor propio, a los que añade todo tipo de comentarios sobre su propia experiencia en su separación del exfutbolista Gerard Piqué.

Shakira comenzó su concierto acompañada de un grupo de seguidores, caminando por una pasarela que la llevó al escenario, mientras la pantalla emitía vídeos y animaciones que llenaron de euforia las gradas del estadio. Si hay algo que caracteriza a la audiencia de la cantante colombiana es su amplio arco generacional. En México, por menos, se puede ver a seguidores que van desde los 20 años hasta los 60.

Una gran loba

Con un gran despliegue de luces y siempre escoltada por su conjunto de bailarines, inició la velada con 'La Fuerte' y 'Girl Like Me', hasta que el estadio pareció venirse abajo por primera vez en la noche con la canción 'Las de la intuición'. La conexión fue especial, con miles de fans ataviados con pelucas violetas similares a los que Shakira utilizaba en el videoclip de esa misma canción que la colombiana estrenó hace 14 años.

Con un gran trabajo de producción, Shakira se cambió de atuendo más de quince veces, invitó mariachis al escenario y cantó con Grupo Frontera, uno de los conjuntos más populares de México. Durante todo el concierto, y sin apenas dar un respiro a sus seguidores, la estrella imprimió al concierto un ritmo frenético durante las poco más de dos horas que duró.

Como suele ocurrir en las grandes ocasiones, la cantante se metió al publico en el bolsillo con clásicos como 'Antología', 'Ojos así', 'Pies descalzos, sueños blancos' o 'Inevitable'. Esta última interpretada por ella misma tocando la guitarra por primera vez y en su versión completa. Aún así, el público la audiencia también se mostró receptiva ante sus canciones más recientes.

Como broche de oro, en la recta final del concierto, la artista mexicana situó en el escenario la estatua gigantesca de una loba, de más de metros de altura, para cerrar la noche con 'She Wolf' y, cómo no, 'Bzrp Music Sessions, Vol. 53'.

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