Hallado en Ostia Antigua un nuevo tesoro: un baño ritual judío de 1.600 años
Es el más antiguo de Europa e ilumina la historia judía en la Roma Imperial
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Un extraordinario baño ritual judío (mikve) se ha descubierto en las excavaciones realizadas en el Parque Arqueológico de Ostia Antigua, el puerto marítimo de la Roma Imperial, en la desembocadura del Tíber. El pequeño baño, de 1.600 años, el más antiguo de Europa ... , es utilizado en el judaísmo para inmersiones rituales de purificación. El descubrimiento es más sugestivo porque en el lugar del baño, con magníficos mosaicos en blanco y negro, se encontraron una lámpara de aceite decorada con la imagen de una 'menorá' (candelabro de 7 brazos) y de un 'lulav' -un rama de palma-, además de un vaso de vidrio casi intacto, objetos litúrgicos que datan de los siglos V y VI d.C.
El 'mikve' se construyó en una estrecha habitación que tenía cuatro escalones de mármol para llegar a un estanque de inmersión para la purificación. Recibía agua subterránea y su profundidad permitía sumergir todo el cuerpo. Se encontraba en un gran edificio, caracterizado por un pavimento con magníficos mosaicos en blanco y negro.
El hallazgo sirve para comprender la vida judía en la Roma imperial. Ostia Antica, donde vivían unas 100.000 personas, constituía la primera parada para muchos que se dirigían a Roma. Una inscripción fija la presencia de residentes judíos en el siglo I a. C., mientras que una sinagoga construida en el siglo II d. C. es la primera identificada en Europa.



El ministro de Cultura, Alessandro Giuli, al informar in situ del hallazgo, explicó que Ostia no es solo una Roma en miniatura, sino un poco su prólogo: «Baste pensar que solo aquí se han encontrado 20 mitreos [santuario dedicados al culto del dios Mitra], un templo de Isis y Serapis, una basílica constantiniana contemporánea a la vaticana y lateranense, un espejo poliédrico de todo lo que representa la historia romana del Mediterráneo y el desarrollo de la civilización europea».
El rabino jefe de la comunidad judía de Roma, Riccardo Di Segni, explicó la importancia de este descubrimiento: «En Israel hay muchos baños rituales, y en Europa hay algunos que datan de la época medieval. Pero un mikve tan antiguo no parece haberse encontrado antes en toda la diáspora. Roma posee un patrimonio arqueológico excepcional de la historia judía». Y dirigiéndose al ministro de Cultura, el rabino di Segni le propuso «organizar en Roma un circuito dedicado al turismo judío».
El ministro Alessandro Giuli reconoció que «el baño ritual descubierto da testimonio de lo profundamente arraigada que estaba la presencia judía en el corazón de la comunidad romana», pero además muestra que Ostia Antica fue «una encrucijada de convivencia e intercambio de culturas, cuna de tolerancia entre diferentes pueblos que encontraron su unión en la civilización romana».
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