De la gloria olímpica al 'urbex', el deterioro del Estadio de Atenas
El abandono del complejo, cuya polémica cubierta fue diseñada por Santiago Calatrava, lo ha convertido en lugar fetiche para exploradores urbanos
Cierra el estadio de Atenas por fallos en la cúpula diseñada por Calatrava

En el año 2004, los Juegos Olímpicos volvían al país donde fueron inventados y Grecia quería deslumbrar al mundo. El país heleno consideró que Santiago Calatrava podría diseñar una estructura que diera al estadio olímpico la dignidad que la ocasión exigía.
El ingeniero ... español levantó una de 25.000 m2 y más de 17 toneladas, que se sostiene sobre dos arcos de acero de 304 metros de altura para cobijar un aforo de más de 75.000 personas, que costó a la administración griega 130 millones de euros. Además de la cubierta del estadio, también se encargó de la cubierta del velódromo y de la remodelación urbanística de la zona, que se encuentra a unos 14 kilómetros del centro de Atenas.
El 13 de agosto, Grecia maravillaba al mundo con su ceremonia de inauguración. Tras la de clausura, sin embargo, llegaba el momento del balance general. Grecia había superado con creces el presupuesto en la construcción de la cubierta y tenía que hacer frente a su difícil y costoso mantenimiento (unos 10 millones de euros anuales). Ante la estratosférica cifra, el entonces ministro de Cultura, Evánguelos Venizelos, no tuvo más remedio que reconocer que no se debería haber construido.
Cinco años después, Grecia declaraba la bancarrota; las duras medidas de austeridad impuestas por los acreedores internacionales no dejaban margen para hacerse cargo de esos proyectos, que quedaron abandonados a su suerte. El estadio sí siguió acogiendo eventos deportivos y musicales, pero sin los trabajos de mantenimiento necesarios en la cubierta.
Fallos en la seguridad
En el año 2021, el Ejecutivo de Kyriakos Mitsotakis anunció la creación de una partida presupuestaria de más de 50 millones de euros para la restauración del estadio. Sin embargo, los estudios llevados a cabo hace un año determinaron que debía ser cerrado debido al pésimo estado de conservación de la cubierta y el alto riesgo de derrumbe tras dos décadas de abandono.
El pasado verano se aprobó un presupuesto de más de 110 millones de euros para la rehabilitación del complejo. En primavera, tras la realización de un nuevo estudio de estabilidad en la cubierta, se decidió reabrir el estadio para celebrar conciertos y partidos de fútbol hasta que comiencen las obras en el verano de 2025. En las últimas semanas han salido a concurso varias de las licitaciones y fuentes oficiales calculan que en los próximos tres años estará completamente terminado.
Un fallo en la seguridad del complejo permitió al grupo de exploradores urbanos 'Lumiere Urbex' acceder a las instalaciones: subir hasta la cubierta y pasear por ella; pasar la noche en hamacas que se colgaron en la estructura proyectada por Calatrava y documentar todo en un vídeo que ha subido a su perfil de TikTok.
El 'urbex', o exploración urbana, es un fenómeno que causa furor en las redes sociales y que consiste en visitar lugares abandonados tales como antiguas fábricas, hospitales o instalaciones militares. Practicado por amantes de la aventura y la adrenalina, está ganando cada vez más adeptos en Europa. Aunque pudiera parecer un acto de vandalismo, lo cierto es que en la exploración urbana existen normas que cumplir, entre las que destacan no acceder nunca solo a uno de estos lugares, no romper ni llevarse nada, hacer grafitis o compartir la ubicación de los sitios explorados.
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