El aeropuerto de Bilbao, el Ágora de Valencia..., las otras obras polémicas de Calatrava
La clausura del estadio de Atenas debido a los fallos en la estabilidad de la cubierta ha puesto de nuevo al arquitecto español en el ojo del huracán
Cierra el estadio de Atenas por fallos en cúpula diseñada por Calatrava

El anuncio de la clausura del estadio olímpico de Atenas debido a los fallos en la estabilidad de la cúpula diseñada por Santiago Calatrava ha vuelto a poner al arquitecto español en el ojo del huracán. Calatrava siempre ha defendido que es la falta de mantenimiento por parte de las autoridades responsables la causa del deterioro de sus obras, algunas de las cuales han sido objeto de gran polémica.
El aeropuerto de Bilbao
La cubierta del aeropuerto de Loiu, que en 2020 cumplía 20 años, ha sufrido filtraciones y goteras durante la mayor parte de ellos y ha requerido de una ingente inversión de dinero público para paliar sus deficiencias. Según publicaba 'El Correo', el mismo día en que se inauguró hubo que acordonar el pasillo subterráneo que lleva al párking porque comenzó a filtrarse agua. Hicieron falta invertir 4,3 millones de euros y dos años de obras para zanjar un problema que se achacó al diseño de Santiago Calatrava. Uno de sus portavoces aseguró a este diario que les parecía «injusto que se dé a entender que pueda ser responsabilidad de nuestra empresa».
Esa misma fuente apuntó que el estudio del arquitecto solo se encargó de realizar el anteproyecto y el proyecto básico y que tanto la ejecución de la obra como los diversos cálculos de estructuras corrieron a cargo de otros profesionales.
El Ágora y el Palau de las Arts en Valencia
También el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, ahora renacido como CaixaForum Valencia, tuvo problemas. Calatrava urgía en 2015 a la Generalitat a mejorar la instalación «defectuosa» de la planchas de acero que soportaban al trencadís de la cubierta «para evitar cualquier riesgo de desprendimiento de la fachada». Antes, el Palau, que forma parte del mismo complejo, también sufrió problemas tras la caída de una parte del revestimiento de la cubierta. La Generalitat valenciana cerraba el recinto y estudiaba medidas legales. En 2015 comenzaron los trabajos para volver a instalar el trencadís tras el desprendimiento. El inicio de esas obras se produjo tras el acuerdo alcanzado con el arquitecto valenciano y la Unión Temporal de Empresas que construyeron el recinto (que tuvo un coste final superior a los cuatrocientos millones de euros).
Palacio de Congresos de Oviedo
El Tribunal Supremo condenaba a Calatrava a indemnizar con 2,96 millones de euros a la promotora Jovellanos XXI por su «negligencia» y «fracaso generalizado» en la construcción del Palacio de Congresos de Oviedo. El edificio sufrió el derribo de un graderío durante las obras y una cubierta prevista como móvil por el contrato finalmente tuvo que ser fija.
Puente de la Constitución en Venecia
Conocido como el puente de Calatrava, fue inaugurado en 2008 en la ciudad italiana. La obra estuvo envuelta desde el principio en problemas, retrasos y cambios para mejorar la accesibilidad a personas on sillas de ruedas. Los residentes y turistas resbalaban con facilidad, sobre todo con la lluvia, por culpa del suelo y de los escalones de cristal. El presupuesto de la obra fue de 6,7 millones de euros, pero al final costó 11,6 millones, casi cinco millones más. El Tribunal de Cuentas investigó esos sobrecostes y en 2019 condenó al arquitecto español a una multa de casi 78.000 euros por errores que encarecieron su construcción. Los jueces afirmaron que esos fallos fueron una «macroscópica negligencia», que derivó en el encarecimiento del proyecto, que tuvo que ser modificado varias veces.
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