Crítica De:
'Townshop / Township', de Gareth Nyandoro: diez bananas por un dólar
GALerías
Realismo social no exento de ironía el que pasea el artista zimbabuense, en su última cita individual en la galería NF
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Gareth Nyandoro es un artista nacido en Zimbabue, en 1982, que vive y trabaja en Harare, desde donde ha alcanzado un cierto reconocimiento internacional. Con un trabajo centrado en el dibujo sobre papel, que corta en tiras y monta sobre tableros de madera, ... construye con ellos interesantes y coloristas paneles e instalaciones. Actualmente centra su atención en la vida comercial de Harare y en sus vendedores ambulantes.
Pinta así los carrillos de los mercaderes de frutas, emula también los carteles publicitarios de mecánicos y carpinteros, e incluso a veces reconstruye paródicos tenderetes, de los que cuelgan candados, cepillos de dientes, innumerables peines, bisutería barata, chucherías y hojas de afeitar.
A diferencia de otros artistas africanos contemporáneos que han alcanzado la visibilidad internacional, el trabajo de Nyandoro no tiene el carácter de denuncia ni tampoco de parodia de la realidad postcolonial.
Zimbabue fue una antigua colonia portuguesa, basada en la minería del oro y el tráfico de esclavos, que a finales del XIX pasó a ser colonia británica, bajo la expansión imperialista de Cecil Rhodes, supremacista blanco y comerciante de diamantes sudafricano, que le impuso su nombre al territorio, y que pasó por eso a denominarse Rhodesia. Con la guerrilla comunista, dirigida por Robert Mugabe, el país alcanzó la independencia y cambió su nombre por el de República de Zimbabue.
Miserias y virtudes
Se expropiaron los terrenos y las minas de los blancos, se impuso la escolarización gratuita y se avanzó mucho en sanidad. Sin embargo, se produjo una huida masiva de capitales y un aislamiento económico internacional que trajo consigo una hiperinflación, que sumió al país en la ruina, el autoritarismo y la corrupción. Desde entonces, se impuso el trueque y una economía mercantil de subsistencia que todavía caracteriza la colorista vida de Harare.
Nyandoro se presenta entonces como una especie de artista realista que, sirviéndose de un cierto sentido del humor, retrata la vida local de su país, con todas sus miserias y sus virtudes. A diferencia del británico Yinka Shonibare, cuyo trabajo se centra en las contradicciones del sistema colonial, y con el que ha coincidido en alguna exposición, Nyandoro disfruta más de la parodia que del sarcasmo.
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Gareth Nyandoro
'Townshop / Township'. Galería NF. Madrid. C/ Blanca de Navarra, 12. Hasta el 11 de abril. Tres estrellas
En 2017 presentó en el Palais de Tokyo de París una exposición individual en la que, lo mismo que ahora, centraba su atención en los comerciantes locales y en sus puestecitos callejeros, representados entonces por los ‘bouquinistes’ del Sena. Realismo social, entonces, no exento de ironía, que es capaz de retratar a un vendedor callejero, con su carrillo rebosante de frutas amarillas, con un cartelito anexo que pone ‘Diez bananas por un dólar’.
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