ARTE
Robert Mapplethorpe: el enigma de las sombras
Fotografía
El contraste entre luz y sombra, hilo conductor de la cuarta lectura del legado del fotógrafo en la galería Elvira González, en Madrid

«Algunos dirán que la falaz belleza creada por la penumbra no es la belleza auténtica. No obstante, nosotros los orientales creamos belleza haciendo nacer sombras en lugares que en sí mismos son insignificantes [...]. Al occidental que lo ve le sorprende esa desnudez y cree ... estar tan sólo ante unos muros grises y desprovistos de cualquier ornato [...], pero que demuestra que no ha captado en absoluto el enigma de la sombra».
Estas reflexiones de Junichiro Tanizaki, vertidas en su ensayo clásico 'El elogio de la sombra' (1933), bien nos pueden servir de adecuada antesala al hablar de este proyecto expositivo. En realidad, lo que hace el escritor japonés es establecer una sutil contraposición entre la belleza occidental, arrobada por la luz, y la estética oriental, capaz de captar los innumerables matices y celajes que alberga lo que él llama «el enigma de la sombra».
El margen de la duda
Ignoro si Robert Mapplethorpe (1946, Nueva York-1989, Boston) conocía esta famosa obra, démosle el plausible margen de la duda, pero sí que debemos convenir en que encaja muy adecuadamente con las intenciones que expresa esta nueva muestra, la cuarta individual ya en su habitual galería madrileña –la de Elvira González– del fotógrafo norteamericano. Una figura que es fuera de cualquier cuestionamiento uno de los artistas visuales más destacados de las últimas décadas del siglo XX.
Miembro de la mítica Factory de Andy Warhol, ya desde los primeros años 70 (su primera exposición individual, 'Polaroids', tendrá lugar en 1973 en la Light Gallery de Nueva York) dejará patente una firme voluntad –y una probada capacidad– de representar de una manera muy personal el abigarrado y peculiar hábitat artístico, nocturno y 'underground' de la capital neoyorquina, especialmente a través del género del retrato, del que se convertirá en un maestro referencial.



'Robert Mapplethorpe. Elogio a la Sombra', la nueva propuesta expositiva de sus trabajos, realizada en colaboración con The Robert Mapplethorpe Foundation, es pues una buena oportunidad de contrastar su espléndido nivel creativo. La muestra presenta cerca de treinta fotografías, realizadas en su mayor parte en sus personales caladeros iconográficos de la Gran Manzana, durante la década que va desde 1977 a 1987, dos años antes de su fallecimiento tras contraer el sida.
Como señalamos, el hilo conductor elegido para vertebrar la muestra (con el que debo decir que estoy de acuerdo, aunque también, ciertamente, podrían haberse elegido otros vectores temáticos igualmente presentes en su producción fotográfica), es el de reflejar los inteligentes, delicados y conscientes juegos de luz y sombra con los que construye sus imágenes, bien sean retratos, flores o desnudos, dotándolas de un amplio espectro formal y compositivo muy estetizante, a la vez que potente y expresivo, y que, en definitiva, nos muestra asimismo su innegable maestría técnica.
De esta manera, sus fotografías nos muestran –y nos demuestran– esa sutil belleza que hace emerger un diálogo de sombras, tal como nos señaló Tanizaki, a través de los no menos sutiles registros del blanco y negro y sus infinitos grises, en busca de captar su esencia y su enigma.
Fotografía

Robert Mapplethorpe
'Elogio a la sombra'. Galería Elvira González. Madrid. C/ Hermanos Álvarez Quintero, 1. Hasta el 7 de enero de 2023
Y en este último punto, no puedo resistirme a la tentación de citar también esta mágica frase de Vita Sackville West: «En la sombra de un hombre hay más enigmas que en todas las religiones del mundo». Les pido por ello su cómplice indulgencia.
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