CRÍTICA DE:
'El futuro futuro', de Adam Thirlwell: un revolucionario inglés en Francia
NARRATIVA
Transcurre en los preliminares de la Revolución Francesa, siguiendo las andanzas de la libertina Celine. Suerte de tan empoderada como decadente parisina 'it girl'
Otras críticas del autor

En 'Desde dentro', la novela meta-memoriosa-total de Martin Amis (que también fue su último libro) ocupa un sitio importante y reverencial la despedida a uno de sus dos maestros (el otro fue Vladimir Nabokov) y amigo y casi padre no ... adoptivo sino adoptado por el escritor inglés: Saul Bellow.
Igual sensación de orfandad habrán sentido muchos tras la muerte del autor de 'Campos de Londres' o 'La información' o 'La zona de interés'. Algo de consuelo para todos ellos: Adam Thirlwell (1978) es no sólo su heredero a la altura del testador sino, también, el mejor escritor inglés de su propia generación.
NOVELA
'El futuro futuro'

- Autor Adam Thirlwell
- Editorial Anagrama
- Año 2024
- Páginas 400
- Precio 20,90 euros
Thirlwell como gran estilista que sorprendió con su debut en 'Política' (donde parecía, también, haber aprendido lo mejor de Milan Kundera, quien no dudó en alabar su posterior y magistral 'La huida', aplicándolo a una suerte de variación de 'El libro de Rachel') continuó maravillando con novelas como 'Estridente y dulce' (donde parecía invitar a la misma orgía a Marcel Proust y a J. P. Donleavy); sin que esto le impidiese (Thirlwell es uno de los pocos escritores en su idioma quien, además, está muy al tanto de buena parte de lo que se produce en otras lenguas y latitudes) privarse de la experimentación reflexiva y traductora en ensayos formidables como 'La novela múltiple o de los arrebatos tipográficos de 'Kapow!' o de orquestar proyectos colectivos y políglotas como 'Múltiples'.
Ahora, todos y todo lo anterior confluyen en 'El futuro futuro': su primera novela en ocho años, transcurriendo en los preliminares de la Revolución Francesa y siguiendo las andanzas de la libertina Celine. Suerte de tan empoderada como decadente parisina 'it girl', atormentada por maledicentes panfletos de machos despechados mientras se desliza por camas y salones de una depravada aristocracia lista para la guillotina. Y, sí, atención: esos panfletos que condenan a Celine se parecen demasiado —en su toxicidad y contagio y velocidad— a los tuits de aquí y ahora.
Y, de pronto, servicios de comida para llevar a través de sinuosas autopistas, excursiones al Nuevo Mundo, viajes a la Luna...
Y el año 1775 parece limitar directamente con el 2024 casi en pirueta 'vonnegutiana' o arabesco 'rushdieano' con destellos del 'Orlando' de Virginia Woolf o la versión fílmica de la recién resucitada 'Pobres criaturas' de Alasdair Gray/Yorgos Lathimos. Y lo que en principio parecía proponerse como novela histórica o comedia de (malas) costumbres enseguida se enrarece 'thirlwellianamente'. Y, de pronto, palabras fuera de tiempo y de lugar (a destacar 'fascista'), servicios de comida para llevar a través de sinuosas autopistas, excursiones al Nuevo Mundo (donde George Washington atormenta a los nativos), viajes a la Luna, encuentro con extraterrestre (de nombre Harper), enfrentamientos cara a cara y cuerpo a cuerpo con Napoleón y encuentros histéricos con históricos como Pierre Augustin Caron de Beaumarchais, Marie Antoinette y Toussaint Louverture, hasta que la al principio adolescente Celine alcanza el clímax cuasi utópico de su madurez.
Pero —atención una vez más— lo que aquí más importa y acaba imponiéndose sin ninguna dificultad y con admirable elegancia es el estilo de Thirlwell: su muy particular idioma dentro del idioma inglés, su indisimulable vocación por divertirse escribiendo para que uno se maraville leyendo. No hay muchos narradores de su edad así, no quedan demasiados así mayores que él. Por lo tanto, por favor, protegerlo. Y, sí, de acuerdo, Thirlwell ha sido prestigiosamente reconocido: sus premios incluyen medallas prestigiosas como el Somerset Maugham Award y el E. M. Forster Award, es 'fellow' de la American Academy of Arts and Letters, es editor londinense de 'The Paris Review', y su precocidad le valió el ser escogido no una sino dos veces como uno de los 'Best Young British Novelists' por la revista 'Granta').
Pero contando ya con un pasado envidiable y teniendo todo el futuro por delante, queda que, en español, se celebre como corresponde su más que revolucionario presente y que, hijos de la patria, marchemos a festejar el arribo de su día de gloria.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete