'Bar Urgel', de Pablo Gallego: una novela iniciática

NOVELA

'Bar Urgel'

• Autor Pablo Gallego Boutou
• Editorial Galaxia Gutenberg
• Año 2024
• Páginas 200
• Precio 19 euros

El argumento, como toda novela iniciática, es casi previsible porque se trata de dar cuenta de la formación de un carácter. Así, el llamado Bar Urgel es el dominio donde se ejerce un microcosmos que, sabe el protagonista, le es no solo adverso sino perjudicial pero del que no puede prescindir: «El Bar Urgel es el lugar donde se reúnen los hombres que más miedo me dan en este mundo. Su pincho de tortilla es como debe ser, no como esos cafés del centro donde te cobran cinco pavos por un pincho minúsculo y un trozo de pan agrio, y te quedas con hambre porque hay 'wifi' gratis...». Ni que decir tiene que el asunto podría caer fácilmente en el costumbrismo y parecería que los tipos descritos podrían entrar en una versión posmoderna de Mesonero Romanos. Así, esa conversación entre padre e hijo:

«—A mí me gustan los coches, yo quiero sacarme el carné.

—¿Y para qué? ¿quieres ser chatarrero?

—No, pero si quiero ir a algún sitio necesito un coche. No voy a ir en bicicleta. Sin carné voy a ser un 'desgraciao'.

—Pues tú no te sientas 'desgraciao'. Siéntete gilipollas — el hombre se ríe de su propia ocurrencia y la repite mirando a los que estamos alrededor. El hijo se ríe también.— Tú, 'desgraciao' nunca. Sólo gilipollas».

Este tipo de caracteres no son los más adecuados para alguien que quiere ser escritor, cuida de su madre enferma y hace paseos de barrio con su amigo el Gordo que viene a ser esa persona inclasificable que nos acompaña en la juventud y que, de pronto, cualquier día desaparece. Y, mientras, presente, suceda lo que suceda esa especie dePatio de Monipodio que es el Bar Urgel, con su pincho de tortilla totalmente adaptado al gusto del barrio. En ese patio sucede de todo, se ofrecen gratis tertulias a raíz de algún debate televisivo, siempre hay alguna perorata de algún borracho con gruesas palabras de corte machista, donde se critica a los emigrantes y se odia a los homosexuales. Todo de palabra. Por aquello de que el ambiente así lo reclama.

Pablo Gallego, que dice que descubrió su homosexualidad cuando ingresó en el teatro, no se aplica con vesanía a despellejar a los tertulianos del bar. Unas veces se siente asqueado por la decadencia moral del lugar, pero también se siente agradecido por todos ellos que lo acogen como a uno más llegando a entender unas vidas que solo se explican a través de siglos de supervivencia adquirida. Incluso ve en ello cierto atisbo de poesía.

Novela que afronta la complejidad inherente a la condición humana y no se deja llevar por dicotomías fáciles, 'Bar Urgel' es una buena novela de iniciación, cuya poesía... , a pesar de... puede manifestarse en cualquier bar de Carabanchel, que llegarán a ser únicos una vez se instale la uniforme gentrificación.