Las mayores moléculas orgánicas halladas en Marte disparan las esperanzas de encontrar vida
Como mínimo, ahora sabemos que si allí existe algún rastro biológico pasado o presente, nuestra tecnología será capaz de detectarlo
¿Surgió la vida en Marte?

En julio de 2023, los instrumentos a bordo del rover Perseverance, que hace honor a su nombre al llevar ya más de cuatro años explorando Marte, detectaron en el cráter Jezero evidencia de moléculas orgánicas. No era la primera vez que esto sucedía: ... el aún más veterano rover Curiosity, que recorre el polvoriento suelo marciano desde 2012, también las había encontrado antes en el cráter Gale, pero el nuevo descubrimiento dejó claro que los ladrillos básicos de la vida pueden estar en cualquier lugar del planeta Rojo.
Ahora, el Curiosity acaba de encontrar, en lo que fue el lecho de un antiguo lago en el cráter Gale, algo que refuerza la posibilidad de que haya existido, o de que aún exista, vida en el planeta: cadenas de hasta una docena de átomos de carbono, las mayores moléculas orgánicas encontradas en Marte hasta la fecha.
Más posibilidades de vida
El hallazgo del Curiosity ha sido confirmado en laboratorios terrestres por un equipo internacional de investigadores dirigido por Caroline Freissinet, química analítica del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS). Los análisis se acaban de publicar en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Si bien es cierto que estos compuestos podrían no tener un origen biológico y haber surgido de algún proceso 'no vivo', el hecho mismo de que existan demuestra dos cosas: la capacidad de Marte para sostener esas largas moléculas orgánicas, y la de del rover para identificarlas.
«El hecho de que estas frágiles moléculas aún estén presentes en Marte 3,7 mil millones de años después de su formación -explica Freissinet a 'Sciencealert'- nos permite hacer una nueva declaración: si la vida alguna vez apareció en Marte hace miles de millones de años, al mismo tiempo que apareció la vida en la Tierra, los rastros químicos de esta vida antigua aún podrían estar presentes hoy para que los detectemos».
El hallazgo de estas moléculas, tomadas de un agujero perforado en un depósito de barro llamado Cumberland, en el cráter Gale, demuestra, por lo tanto, que el rover está preparado para encontrar indicadores más complejos de vida en el suelo marciano. Y, por supuesto, muestra a las claras que el antiguo barro marciano es perfectamente capaz de contener, y preservar, material orgánico complejo. «Las moléculas detectadas -dice Freissinet- son cadenas lineales de 10, 11 y 12 átomos de carbono, conocidas como alcanos o hidrocarburos. Esto difiere significativamente de la detección previa, moléculas aromáticas, que son anillos circulares, como máximo de seis carbonos. Los anillos circulares son más estables que las moléculas lineales».

La mera existencia de los compuestos recién encontrados, y a pesar de que pudieron 'construirse' a partir de moléculas más simples (hidrógeno o monóxido de carbono), sin ningún apoyo de organismos vivos, permite, sin embargo, soñar con otras posibilidades, con moléculas aún más complejas que pudieran delatar la presencia de biología. Sin ir más lejos, nuestro propio cuerpo contiene una gran cantidad de moléculas del mismo tipo que las recién halladas en Marte.
MÁS INFORMACIÓN
Por supuesto, el camino que queda para demostrar fehacientemente que en Marte hubo (o hay) vida, sigue siendo largo. Pero por lo menos ahora sabemos con seguridad que, si la hay, nuestra tecnología será capaz de detectarla. Futuras misiones al planeta rojo usarán hallazgos como este para seguir buscando.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete