Consultorios sexuales: diferencias entre lo que preguntan ellos y las preguntas de ellas
Mientras que ellas se centran en consultar cómo conseguir más placer, ellos se interesan por el rendimiento sexual y el tamaño del pene
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La falta de deseo, la dificultad para llegar al orgasmo con la penetración y las prácticas sexuales con las consultas que lideran el ranking de preocupaciones femeninas más repetidas en torno a la sexualidad, según explica la sexóloga de Diversual, Rosa Navarro, quien afirma que la búsqueda de asesoramiento y de consejos para saber si el deseo sexual de una persona se encuentra dentro de lo que se considera como «normal» es una pregunta bastante frecuente. «Las diferencias que pueden surgir al compararse con la pareja o con otras personas hacen que surjan dudas sobre si el deseo que se siente está bien o si hay alguna forma de incrementarlo», comenta Navarro.
En cuanto a la dificultad para llegar al orgasmo solo a través de la penetración, la sexóloga incide en que esta preocupación es normal debido al desconocimiento de su propio cuerpo que tienen algunas mujeres y también al hecho de que muchas parejas se sigan centrando únicamente en la penetración. «Son muchas las mujeres que solo llegan al orgasmo con una estimulación directa del clítoris. Entender que esto es habitual y que no pasa nada es importante, además de que cualquier postura puede complementarse con la estimulación del clítoris, bien de forma manual o bien mediante el uso de algún juguete erótico. Incluso se puede incluir también este tipo de estímulos durante otros momentos del encuentro sexual realizando distintas prácticas sin penetración como la masturbación, el sexo oral o el uso de vibradores de clítoris. De esta forma se pueden aumentar las posibilidades de alcanzar el orgasmo», aclara.
También se dan a menudo, aunque no tanto como en el caso de ellos, las preguntas relacionadas con prácticas sexuales concretas como el squirt o squirting, el sexo oral o el sexo anal.
Distintas preocupaciones sexuales
Lo cierto es que no pues, aunque hay algunas cosas comunes, las cuestiones que plantean los hombres de forma más habitual tienen que ver con el tamaño del pene, las fantasías sexuales, la disfunción eréctil y las prácticas sexuales concretas. Sobre este último punto una de las más frecuentes tiene que ver con la práctica de sexo anal, tanto para practicárselo a su pareja como para experimentarlo ellos mismos. Sin embargo, aquí se mezclan a veces, según comenta Navarro, el interés en torno a la mejor manera de practicarlo con la preocupación sobre si determinadas fantasías pueden condicionar o la orientación sexual de una persona: «Si fantaseo con tener sexo con otro hombre, ¿soy gay?», preguntan.
Eso sí, las dos inquietudes o preguntas estrella de los hombres en los consultorios sexuales giran en torno a los problemas que surgen cuando se eyacula pronto o cuando no se logran buenas erecciones y sobre si las medidas de sus penes están dentro de la normalidad y pueden llegar a proporcionar placer con ese tamaño. Comparte este análisis el Dr. Nicola Tartaglia, urólogo, andrólogo y experto en salud sexual, quien apunta que en la mayoría de los casos se trata de hombres con un miembro normal que expresan esas dudas simplemente porque necesitan una información correcta. Así, en relación al tamaño el experto explica que, si hablamos de capacidad para fecundar, es importante considerar que la cavidad vaginal mide una media de 10 cm de longitud por lo que un pene de unos 8 centímetros es más que suficiente para que el semen llegue durante la eyaculación al nivel del cuello uterino.
Si hablamos de placer sexual las dimensiones cuentan aún menos pues, como indica el Dr. Tartaglia, varios estudios revelan que aunque la mayoría de las mujeres sin pareja manifiestan el deseo de que el miembro de su próxima pareja sexual sea de gran tamaño, la casi totalidad de las mujeres con relación estable se muestran satisfechas con el tamaño del pene de su pareja. Esto indica, según analiza el experto, que hombres y mujeres confieren al tamaño del pene una importancia que no tiene y que en la satisfacción sexual real no influye el valor que a veces se le da a las dimensiones por culpa de falsos mitos.
Misma esencia, distinto enfoque
Mientras que las preocupaciones sexuales de ellas son más globales y suelen centrarse en cómo conseguir más placer o en los motivos por los que a veces no lo alcanzan, a ellos les interesan más las cuestiones relacionadas con el rendimiento sexual, con el tamaño y el funcionamiento del pene y con el placer o la satisfacción que puedan proporcionar en las relaciones.
Lo cierto es que no se consulta ahora lo mismo que se preguntaba hace treinta años. De hecho, tal como precisa la sexóloga de Diversual, antes había más preocupación por lo malo y los posibles riesgos (métodos anticonceptivos o profilácticos, enfermedades de transmisión sexual...etc) que por lo positivo que conlleva el abordaje didáctico de la sexualidad. Y no solo eso sino que las prácticas sexuales menos comunes eran un tema tabú y no se abordaban con la naturalidad con la que se consultan en la actualidad.
Se da también la circunstancia de que existe un mayor acceso a la información sobre sexualidad y eso hace, según revela Rosa Navarro, que aunque la persona no sepa bien el origen de lo que le pasa, se haga preguntas y plantee que hay cosas en la sexualidad que no son «normales». Por ejemplo, antes estaba como muy aceptado que sentir dolor durante la penetración era algo normal mientras que hoy la mayoría de las mujeres saben que esto no es así y que, aunque no sepan ubicar de dónde viene ese dolor, están decididas a buscar una explicación.
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